SMATA acercó a Cristina y a Moyano
Sin alardes, en el modo sencillo de quien recibe en su casa a una querida compañera de caminos y tiempos, el SMATA produjo este viernes 2 de agosto un hecho histórico. Al cierre de un seminario de formación para sus trabajadores, su secretario general, Ricardo Pignanelli, y el gremio recibían a Cristina Fernández de Kirchner, que iba a pronunciar las palabras finales del encuentro. Y no era todo, puesto que a su llegada se sumaron Hugo Moyano, Omar Plaini y la joven dirigente de judiciales de la Capital Vanesa Siley.
Escribe Alejandro C. Tarruella
El líder mecánico lograba, sin estridencias, un diálogo necesario, esperanzado, entre la ex presidenta de los argentinos y uno de los máximos dirigentes gremiales con vistas a la reconstrucción del país, Hugo Moyano. El amplio salón del Centro de Recreación Integral Dirck H. Kloosterman en Cañuelas, expresaba en miles de voces, la emoción de los mecánicos, la convicción de estar ante un hecho único, transformador.
Julián Domínguez, responsable de la tarea de formación de los cuadros mecánicos, abrió el encuentro, tras lo cual el anuncio de la llegada de Cristina hizo estallar a la multitud. Sus palabras abundaron en la temática económica y política del país, pero en todo momento resaltó la importancia central de la unidad para hacer frente al difícil momento histórico cuando se prevén conflictos ante las políticas retrógradas de un gobierno insensible.
Analizó escenarios nacionales e internacionales y destacó el papel del estudio de la situación particular de la Argentina, hizo números, comparó y -hecho curioso- jamás desacreditó a otros para dar sustento a su posición. Recogió incluso palabras previas de Pignanelli que resaltó que nada es posible sin la fe, y subrayó la figura del Papa Francisco. La preocupación puesta en los aspectos organizativos, expresaba precisamente que allí se hacía un acto de fe.
A esa altura de los hechos, había un elemento insoslayable marcado en el encuentro, reencuentro de Cristina y Hugo Moyano, tarea que deja ver una vez más el rol de Ricardo Pignanelli, que del mismo modo que puede estar tratando un acuerdo paritario, un conflicto o la compleja situación de la industria automotriz que puede afectar a los trabajadores, puede reconstruir una escuela de provincia participando de los esfuerzos del Papa, se muestra capaz de proyectar su labor de dirigente gremial en una mirada nacional comprometida, sin pedir nada y dar aviso para ganar pantalla. El reencuentro sucedió y en ese instante fue noticia.
Al hablar, el líder gremial volvió a señalar la importancia de la unidad de concepción para la unidad de acción, una máxima que no envejece
Al hablar, el líder gremial volvió a señalar la importancia de la unidad de concepción para la unidad de acción, una máxima que no envejece, y le resuelta además una clave en la construcción de los acercamientos que debe generar el campo político para avanzar en una construcción acorde con el objetivo de recuperar el país para los argentinos.
Sentado en primera fila, Hugo Moyano se mostraba con una expresión conforme, sonriendo y saludando a quienes se acercaban. Cerca suyo estaban Gustavo Menéndez, titular del PJ bonaerense, que escucha a los trabajadores para su labor, y Mario Oporto, autor de “De Moreno a Perón”, y ex titular de educación de Buenos Aires.
Los discursos eran, en cada caso, interrumpidos por ovaciones espontáneas debido al clima de alegría en la sensación de un encuentro de profundo eco. Hasta el secretario general adjunto, Paco Manrique, se vio forzado a la sonrisa al recibir una ovación con sus referencias a los lenguajes formales que encubren al habla popular, reafirmando la cultura propia de los trabajadores para explicar los más mínimos asuntos de la vida.
Pignanelli insistió en el papel de la unidad de los trabajadores y el pueblo, hizo hincapié en la formación de las compañeras mujeres, lo que fue celebrado por la ex Presidenta que, a su vez, al hablar del sueño que significa ganar el gobierno, hizo lagrimear a las delegadas mecánicas.
Es posible dar vuelta la adversidad, como lo marca la historia de los años duros
Quien acostumbra a seguir los actos mecánicos reconoce un sentimiento de pertenencia que produce esa familiaridad, el compartir los sucesos en el saber sencillo de que allí hay un cambio sin fisuras. En cierto modo, reunir a Cristina y Hugo Moyano expresa el horizonte que plantea la organización gremial que en cierto modo se pone al frente para hacer de un hecho la señal que indica que es posible dar vuelta la adversidad, como lo marca la historia propia de los años duros donde el SMATA y Moyano compartieron la Comisión de los 25 liderados por Saúl Ubaldini, en días en los que Pignanelli y Manrique ya eran parte de las luchas populares.
Ahora son otros días y otros son los requerimientos, y con Cristina y con la dirigencia gremial que concurrió se subrayó la importancia de la organización, que supera el marco de los tiempos, y se expresó en los hechos que, además, se sabe con quién hacerlo desde los espacios del movimiento obrero.
