Piden saber si un proxeneta invirtió en la fundación de Michetti
Se trata de Daniel Morales Comini, quien recibió un llamado de Lidia Saya, quien se presentó como una legisladora que lo contactaba de parte de Michetti.
El abogado Leonardo Martínez Herrero presentó un escrito ante el juez federal Ariel Lijo para pedir que se investigue el nombramiento del personal que trabajó en la Fundación Suma, encabezada por la vicepresidenta, Gabriela Michetti.
El abogado intenta mostrar la supuesta relación que la funcionaria tiene con un procesado por trata y explotación en otro expediente que se tramita en el mismo juzgado.
Michetti y Daniel Morales Comini, procesado en una causa por trata que se tramita en el mismo juzgado de Lijo. Según el abogado, el 29 de julio de 2013 el gobierno porteño clausuró un prostíbulo queregenteaba Morales Comini. Todo se destapó por una conversación telefónica publicada por La Alameda.
Q raro q a la jefa de investigaciones d Carrio se le haya pasado lo d Saya-Michetti y Comini y haya apañado a #SantaGabriela
— Gustavo Vera (@gVeraLaalameda) 19 de septiembre de 2016
“El 30 de julio, Lidia Saya, por entonces legisladora porteña y actual funcionaria del Sedronar, llama a MoralesComini de parte de Gabriela Michetti para “sumarlo” al equipo de campaña. Morales Comini indica en una escucha telefónica que conoce a la por entonces vice jefa de Gobierno porteña del club All Boys de Saavedra”, dice el escrito del abogado.
Para el letrado, la clave está en “verificar si hubo algún tipo de donación de parte de Morales Comini a Suma ya que no figura como aportante de campaña, pero está claro que no lo citarían para hacer timbreo o pegar carteles”.
Por otra parte y en otra causa, el abogado cuestionó el descargo que realizó Michetti el viernes último para pedir sus sobreseimiento y dar explicaciones sobre el origen del dinero que le robaron en su casa el 22 de noviembre del año pasado, la misma noche en que fue elegida la fórmula presidencial.
En el escrito del viernes Michetti sostuvo que le habían robado 50.000 dólares (declaró que se los prestó su pareja), 45.000 pesos que tenía para pagar arreglos hogareños y 189.500 pesos que había recaudado entre allegados (dio una lista de nombres) para pagar gastos de la cena anual de Suma, que se realizaría una semana más tarde. Esa forma de recaudación de la Fundación Suma «no se ajusta a la normativa vigente» ya que que el escrito de la vicepresidenta «no dice si se asentaron esas donaciones en los libros».
