
“Horrible”: Maqueda criticó la designación de Lijo y García-Mansilla por decreto
El exintegrante de la Corte Suprema de Justicia Juan Carlos Maqueda no anduvo con vuelta a la hora de calificar la decisión del presidente Javier Milei de designar por decreto a los jueces Ariel Lijo y Manuel García Mansilla para que integren el Máximo Tribunal.
“Está al borde de la inconstitucionalidad”, aseguró sobre la medida tomada por el libertario. “Me pareció horrible el decreto y la actitud del Poder Ejecutivo y del Presidente, que a tres días de que comiencen las sesiones ordinarias, tome esta decisión”.
Tras la explicación del vocero presidencial, Manuel Adorni, quien reveló que la decisión del Poder Ejecutivo se tomó por la inacción del Congreso de tratar los pliegos, el excortesano planteó: “No sé en qué lugar de la Constitución está esto. No es así cómo dicen. Los pliegos deben ingresar al Senado y se debe seguir dialogando”.
Por su parte, expuso que hay antecedentes jurisprudenciales que determinan que, si la Cámara de Senadores trata un pliego y lo rechaza, el juez debe dejar de prestar funciones en ese mismo momento en su calidad de cámara revisora. “El Senado no pierde la calidad de órgano que debe revisar la disposición del Presidente”, insistió en diálogo con La Nación+.
Diferencias entre Milei y Macri
Maqueda diferenció el accionar de Milei del que tomó Mauricio Macri en diciembre de 2015. “Tanto Rosatti como Rosenkrantz estuvieron en un término en el Congreso, específicamente en el Senado, cumplieron con la manda constitucional y así se pudieron integrar a la Corte”, destacó, y agregó que, en la actualidad, la decisión final la tendrán sus ex pares, quienes deberán tomarle juramento a Lijo y a Mansilla.
Abuso presidencial
También alertó sobre un proceso que nota a nivel mundial en el que los gobiernos acceden al poder por la vía democrática y se transforman en autocracias.
“En Argentina vivimos de democracia, pero hay una baja calidad institucional que la vemos en el abuso de los decretos de necesidad y urgencia y de los vetos”, afirmó, y concluyó: “Hay un abuso, por parte del Presidente, de un lenguaje descalificador a propios y ajenos que no es propio de la democracia. Cuando la violencia empieza por la vía del maltrato a las personas termina en el peor de los autoritarismos”.