Denuncian un polémico proyecto de Facundo Manes
El neurólogo que asesora a María Eugenia Vidal y que suena como candidato de Cambiemos para la provincia de Buenos Aires, impulsa un polémico proyecto en materia de salud mental.
Facundo Manes se encuentra en sintonía con el carácter reaccionario del staff de funcionarios de Cambiemos: es reconocido por su ideología biologicista que habla de cerebros masculinos y cerebros femeninos.
Como asegura Juan Duarte en su reseña del libro de Manes “Usar el cerebro. Conocer nuestra mente para vivir mejor” , “para Manes, existen diferencias en la anatomía cerebral entre hombre y mujer que sugieren que el sexo influye en la manera en que funciona el cerebro. Existiría un ’cerebro femenino’ y uno “masculino”, por lo que ciertas funciones cognitivas y la manera de procesar la emoción de cada género serían innatas”.
En la misma línea está el proyecto de Ley referente a dificultades específicas de aprendizaje que se está tratando en la Cámara de Diputados de la Nación y que ya tiene media sanción del Senado.
La iniciativa enfatiza en la dislexia, una dificultad que presentan los niños en la lecto escritura. A pesar de que no hay evidencias científicas que lo señalen como una «enfermedad», para INECO, el instituto que preside Manes, se trata de una «deficiencia neurocognitiva de origen genético» que «requiere para su reeducación de la capacitación de los docentes en la identificación y detección temprana».
Si se aprueba este ley, los docentes de todo el país deberán capacitarse. Se estima que siguiendo este criterio -que carece de fundamentación científica- entre entre el 5 y el 10% de la población escolar será diagnosticada de dislexia, con certificados de discapacidad mental y sometidas a terapias conductuales de adiestración y reeducación, que -casualmente- se dan en el INECO.
Este negociado entre Facundo Manes y el Gobierno Nacional -quien ya dio la orden de apoyarlo- omite las condiciones históricas, sociales, psicológicas y económicas del aprendizaje de la lecto escritura, reduciéndolo a un problema netamente genético. «Si (los niños disléxicos) no son identificados tempranamente luego son considerados vagos«, dice el proyecto en uno de sus pasajes más criticados.
«Si (los niños disléxicos) no son identificados tempranamente luego son considerados vagos», dice el proyecto en uno de sus pasajes más criticados.
Además, grupos de padres denuncian presiones para que dejen de reclamar que no se estigmatice a sus hijos. Hay muchos intereses económicos detrás de este proyecto: durante la semana se publicitó continuamente en los medios de comunicación, grandes empresas han puesto dinero en su difusión y hasta los programas de la tarde le han dado un lugar en el aire.
