
Aníbal Fernández condenó las mentiras del diario Clarín
El secretario general de la Presidencia, Aníbal Fernández, repudió «la mentira y la confusión como método para que aparezca Máximo en tapa de Clarín», a propósito de la portada de ayer del matutino del grupo que conduce Héctor Magnetto que vincula al hijo de la Presidenta con supuestas irregularidades y con la empresa Hotesur.
A través de su página web, el flamante funcionario dedicó una nota a demostrar la invalidez de las afirmaciones realizadas por el comunicador Nicolás Wiñazki y expresó su «estupor» por los «periodistas que se lanzan al oficio de la investigación judicial y no cuentan con el mínimo rigor profesional para dar cuenta de sus aserciones».
“Cuando afirma: – los accionistas registrados ante el Estado por la compañía K están identificados de un modo impreciso: Sucesión Nestor Kirchner, pretende que la duda en la identificación de los bienes, consolide su intención de complicar. En realidad sabe y lo omite intencionalmente que, las sucesiones, son eso, sucesiones. Llevará un tiempo de trabajo para su conclusión y arribar a la declaratoria de herederos», señaló el funcionario.
Además, Fernández puntualizó que «en función de lo expresado respecto de las aserciones, si el juez Bonadío o el Fiscal Stornelli estuvieran investigando a los Kirchner, estarían incurriendo groseramente en el delito de prevaricato, habida cuenta del más ostentoso desconocimiento del principio del juez natural», ya que «los magistrados penales no pueden investigar cualquier cosa que se les ocurra».
«Toda potestad tiene su límite, y en este caso, está marcado por el código de procedimientos penales», subrayó el Secretario presidencial y añadió: “bastaría con ser perito mercantil para darse cuenta que los accionistas no pueden confundirse con la sociedad».
Para el quilmeño, «quien desconoce el concepto (o retuerce el derecho para lograr el objetivo) es Wiñazki quien confunde la representación de la sociedad que pertenece al directorio, con la representación de un colectivo de accionistas».
«Las sucesiones son sujeto de derecho tributario y normalmente, entre sus herederos potenciales, se nombra un representante que sigue cumpliendo las obligaciones legales del causante», precisó.
En otra cita a Wiñazki, Fernández desmintió que «Máximo ocupa un rol crucial en la trama administrativa y financiera de Hotesur-Alto Calafate» y que «una de esas participaciones lo compromete en el expediente» porque «aparece en un documento de la compañía, del año 2011, aprobando los balances contables de 2009-2010. La asamblea que trató esos temas figura como realizada en una dirección en la que firma ya no funcionaba hace años, la calle Lavalle 975».
Tras citar el texto del periodista de Clarín, el funcionario se preguntó si «¿entenderá Wiñazki que el directorio debe presentar los balances ante la asamblea de accionistas para su aprobación? En la hipótesis que un accionista apruebe el balance de una sociedad, tal convalidación no lo hace responsable en los términos de las leyes fiscales y societarias».
«Mutatis mutandi lo que dice Wiñazki en este párrafo es como si los socios de un club de fútbol resultaren responsables de los hechos, actos u omisiones de la dirigencia. Lógicamente lo que escribe no tiene andamiaje alguno», señaló.
Finalmente, amplió: «Tampoco tiene trascendencia alguna las eventuales irregularidades societarias que señala en su boceto, habida cuenta que cualquier principiante en la materia debe comprender que las irregularidades que no causan perjuicio a terceros, son vicios que concitan una nulidad relativa susceptible de ser subsanadas». (InfoGEI)