Alejandro Tarruella: El cadete Martín Miguel de Güemes y su bautismo de fuego
Era un cadete el salteño Martín Miguel de Güemes1 cuando hizo su bautismo de fuego. Ante los acontecimientos de la ocupación de Buenos Aires por los invasores ingleses, Santiago de Liniers nombró a Juan Martín Pueyrredón comandante de los Voluntarios de Caballería. Entre sus soldados estaba el joven Güemes. Al atardecer del 12 de agosto, el cadete Güemes, al mando de un grupo de jinetes montados, se internó en aguas del Río de la Plata a la altura de la antigua Torre de los Ingleses. Lo que iba a suceder no está subrayado en la historia de la Nación argentina porque el hoy general post mortem por mérito propio, fue siempre negado en la visión porteña, portuaria, que sigue haciendo separatismo de hecho respecto del país real.
Lo cierto es que Güemes llegó al lugar y se hundió con las caballadas en el agua que llegó hasta el cuello de los caballos. No tenía idea que comenzaba a vivir una epopeya poco reconocida. En esas horas, había ocurrido un hecho inesperado, el Río de la Plata, había bajado el nivel de su cauce al punto de impedir moverse a la fragata inglesa “Justina”, varada en ese paraje del Retiro, cerca del cual residía históricamente una compañía esclavista. Impetuoso hasta lo salvaje, a caballo, Güemes decidió tomar la fragata que, debido a la bajada de las aguas del Río de la Plata, permanecía varada en el río. La historia diría luego, al cotejar el episodio, que no había en sus registros, en las guerras conocidas, el caso de una fragata asaltada y tomada por soldados de una caballería.
Güemes decidió tomar la fragata que, debido a la bajada de las aguas del Río de la Plata, permanecía varada en el río. La historia diría luego, al cotejar el episodio, que no había en sus registros, en las guerras conocidas, el caso de una fragata asaltada y tomada por soldados de una caballería
Un héroe de a caballo
El capitán británico Alejandro Gillespie, que recuperó en crónicas sus experiencias en el Plata, “Güemes Documentado”, contaba que “… Pophan pasa por Santa Elena con rumbo a Buenos Aires, y se ordenó, como refuerzo, 100 hombres de la guarnición, con todos sus enceres de campaña, se embarcaran en el “Justina”, barco mercante de 26 cañones. Este destacamento del cuerpo de Santa Elena fue una adición valiosa, pues la mayoría de ellos eran artilleros y tiradores excelentes”. Güemes lo madrugó el 12 de agosto de 1806 y con sus hombres tomó por asalto el “Justina” y Gillespie narró: “Había un buque mercante en este tiempo que se había acercado a la ciudad para traficar, que nos fue de utilidad esencial”. “El Justina” de 26 cañones, una vez alijado, fue tripulado con oficiales y 100 marineros de la escuadra además de su dotación. El día de nuestra rendición peleó bien y con sus cañones impidieron, todos los movimientos de los españoles no solamente por la playa sino en las diferentes calles que ocupaban, también expuestas a su fuego”, el haber sido abordado y tomado por caballería al terminar, a causa de una bajante súbita del río”, reconstruyó Gillespie. Un cañonazo volteó la mesana del “Justina” 11 de agosto de 1806, y se convirtió en fue un trofeo de la Reconquista de Buenos Aires. Los soldados apresarían en esa jornada, una fragata mercante y de un bergantín inglés; la fragata provista de mercancías, y el bergantín con trigo.
El episodio aparecía como un acontecimiento menor hasta que Pastor S. Obligado, publicó en el diario La Razón el 12 de agosto de 1920, el artículo titulado “Güemes en Buenos Aires”, y ese año, adjuntó copia de una carta dirigida a la señorita Benita Campos, quien la reprodujo en su revista “Güemes”
El episodio aparecía como un acontecimiento menor hasta que Pastor S. Obligado, publicó en el diario La Razón el 12 de agosto de 1920, el artículo titulado “Güemes en Buenos Aires”, y ese año, adjuntó copia de una carta dirigida a la señorita Benita Campos, quien la reprodujo en su revista “Güemes”, que se publicaba en la provincia de Salta, el 20 de febrero de 1921. De ese modo, comenzó a difundirse la epopeya.
Obligado había escrito: “Antes de ser general fue soldado, como ante todo salteño, y sobre todo, patriota de nacimiento”. “Afiló la espada que había de sablear chapetones hasta más lejana frontera en piedras de estas calles, ensayando las memorables cargas de su renombre por sierras y montañas, en la playa del Plata, cuya bajante dejó en seco al buque de guerra inglés, cooperando a su abordaje”. Y continuaba: “Pues que hoy cumple 114 años que recibió su bautismo de fuego en las aguas de este río, conmemoraremos sus hazañas, bien sea al pasar, como rápido pasó al galope triunfante de su infatigable caballo de guerra, tan brioso como su gentil caballero, que sólo desmontara cuando bala enemiga le postró en la contienda”.
Así Güemes sería reivindicado una y otra vez, hasta que hace unos años, se le confirió post mortem, el grado de general de la Nación
El combate se extendió por dos horas el 12 de agosto de 1806 ante veteranos que habían vencido a Napoleón en San Juan de Arce. Pueyrredón les arrebataría el estandarte del regimiento 71 y lo colgó en la basílica de Santo Domingo. Ese joven héroe no era otro que Martín Miguel de Güemes que quedaba definitivamente incorporado a la historia argentina, a la que habría ofrendar su vida como soldado del general San Martín. Pastor Obligado fue quien hubo de reparar la omisión de Gillespie, que no indicó en sus crónicas, a quien era el responsable del abordaje. Cosa que había hecho Juan Bautista Alberdi quien recordó en sus escritos que “La bandera conocida como del Retiro” era la del “Justina” y que fue conquistada por Güemes al apoderarse éste del barco” y agregó que “Güemes bajo las órdenes de Liniers pelea en las jornadas de 1806 1807 en Buenos Aires, contra los ingleses y contribuye a arrancar las banderas que decoran hoy los templos de la orgullosa Buenos Aires”. Así Güemes sería reivindicado una y otra vez, hasta que hace unos años, se le confirió post mortem, el grado de general de la Nación. La Reconquista de Buenos Aires es uno de los episodios más altos en la historia argentina, no siempre considerado debido a una visión pro británica encubierta que ronda siempre por las calles de la ahora CABA.
1 No se puede desconocer la labor de reafirmación histórica que realiza el Portal de Salta, que es posible consultar en internet: http://www.portaldesalta.gov.ar/libros/Libro%20Las%20invasiones%20Inglesas.pdf