¿Qué es la viruela símica?
La viruela del mono es una enfermedad viral contagiosa, causada por el virus de la viruela símica, que se transmite de animales a humanos y también de una persona a otra por contacto con la erupción o lesiones que se producen en la piel de la persona enferma, los líquidos corporales (como la saliva, y el líquido, pus o sangre de lesiones cutáneas), y las costras que se forman luego.
El período de incubación de la viruela del simio suele ser de 6 a 13 días, pero puede oscilar entre 5 y 21 días.
La enfermedad a menudo es autolimitada y los síntomas generalmente se resuelven espontáneamente dentro de los 14 a 21 días.
¿Cuáles son los síntomas?
Se pueden desarrollar síntomas hasta 21 días luego del contacto con alguien con viruela símica.
Los síntomas frecuentes son:
► Lesiones en la piel, que pasan por distintos estadios hasta formar una costra que luego se cae. Las lesiones pueden ser planas o ligeramente elevadas, llenas de líquido claro o amarillento, y luego pueden formar costras, secarse y caerse. Suelen concentrarse en la cara, las palmas de las manos y las plantas de los pies. También pueden presentarse en el área genital o perineal/perianal. Suelen picar y/o doler.
► Fiebre
► Dolor de cabeza, muscular o de espalda
► Inflamación de ganglios
► Cansancio
Las lesiones siguen siendo contagiosas hasta que las costras se caen y hay una nueva capa de piel formada debajo.
Ante la aparición de síntomas es necesario aislarse para evitar el contacto con otras personas, y realizar una consulta médica rápida.
¿Cómo se previene?
La principal medida de prevención es evitar el contacto cercano con personas que hayan confirmado tener la infección o con personas que tengan síntomas compatibles.
Se recomienda:
► Evitar el contacto cercano con personas con síntomas compatibles con una posible infección de viruela del mono, y no compartir con ellas artículos personales, como utensilios, sábanas y toallas.
► En presencia de personas con síntomas, mantener distancia y utilizar barbijo.
Ante la sospecha de contacto con una persona infectada es fundamental automonitorear la aparición de síntomas, y acudir al médico en caso de percibir alguno de ellos.