«La organización permite un camino de resistencia» Juan Grabois

En una entrevista realizada por Tomás Rebord, Grabois, dirigente social realizó críticas y dejó sentadas algunas preguntas.

Para Grabois «el problema fundamental es discutir como resolvemos la exclusión, la pobreza, la indigencia, y la falta de trabajo con plenos derechos en un país donde la mitad de la clase trabajadora no tiene siquiera alguien que este dispuesto a comprar su fuerza de trabajo y la otra mitad que si tiene quien le compre la fuerza de trabajo tampoco es que está en Disneylandia»

Asimismo, el dirigente social y político, se refirió al poco tiempo que Cristina Fernández de Kirchner tuvo para abordar una problemática tan compleja como lo es la social. Grabois, opinó sobre el discurso en el plenario de la CTA que: «Los temas complejos cuando simplifican excesivamente, terminan mostrando generalizaciones, sesgos muy acentuados, interpretaciones demasiado abiertas. Lo que sentimos mucho fue casi un desprecio para los movimientos populares, yo sé que no es lo que piensa pero es lo que salió»

GARCAS HAY EN TODOS LADOS

Graboi critíca el foco de atención puesto en el lado oscuro de los movimientos populares y lo que eso generó. «El tema de la terciarización, poner el acento únicamente en la desviaciones y abusos que existen, desde luego, como existen en todos lados; garcas hay por todas partes y no en las cosas maravillosas que se han logrado desde la nada. Desde la más absoluta exclusión, transformar realidades que ni el Estado ni el mercado transforman. Y después una concepción que a mi también me parece un debate sobre si el Peronismo es Estado centrico o la comunidad organizada es la columna vertebral del movimiento nacional; y ahí muchos de nosotros que tenemos influencias fuertes en el peronismo leímos otros libros, digamos, leímos otros capítulos del pensamiento de Perón, donde el acento estaba puesto en la comunidad organizada y no en un Estado omnisiénte, omnipresente y que resuelve de arriba para abajo todos los temas.»

En este sentido, profundiza su análisis y dice: «Entonces hay como dos partes del asunto, el debate conceptual, que es muy interesante por que tiene que ver con la dinámica del mundo del trabajo en el capitalismo global, y otro debate que es más práctico que es cómo resolver las situaciones, primero de exclusión social, de pobreza e indigencia; y en segundo lugar también desde luego, la discrecionalidad y la arbitrariedad que hay en las políticas sociales»

«Pero el carro no puede estar adelante del caballo y el problema fundamental es discutir como resolvemos la exclusión, la pobreza, la indigencia, y la falta de trabajo con plenos derechos en un país donde la mitad de la clase trabajadora no tiene siquiera alguien que este dispuesto a comprar su fuerza de trabajo y la otra mitad que si tiene quien le compre la fuerza de trabajo tampoco es que está en disneylandia, los salarios del sector privado registrado un tercio por lo menos están por debajo de la línea de pobreza con jornadas de 8 horas. Entonces es un tema que requiere un debate donde la premisa tiene que ser la ampliación de derechos y no las disputas de poder en el marco de diferencias políticas, metodológicas o de cualquier tipo, para nosotros es un tema lo suficientemente serio como para no tomarlo livianamente.» sostuvo Grabois.

Respecto a la definición sobre el espacio que ocupan los movimientos sociales y las disputas que encaran, Juan Grabois define: «Evidentemente los movimientos sociales tiene una patología de personalidades múltiples, de eso no te quepa la menor duda. Unos días somos sindicalistas, otro día somos dirigentes sociales, otro día somos políticos, otro día somos funcionarios; bueno ahí hay un problema de división de roles. Es un problema histórico de la clase trabajadora, las discusiones sobre si el secretario general de un gremio puede ser diputado o no, se daban en el S.XIX.»

¿Qué pensas vos de eso? le pregunta el entrevistador a Grabois «Yo pienso que el árbol no puede tapar el bosque, no voy a esquivar la pregunta, después lo charlamos pero primero hay que entender cual es la situación y el cuadro actual, la composición actual de la clase trabajadora. Que desde mi punto de vista no son problemas de la macroeconomía, del bimonetarismo o la inflación esos son problemas concomitantes. Hay un problema que es estructurante de la etapa histórica, en la Argentina y en todo el mundo, que es la desaparición del paradigma del trabajo asalariado. Y eso se verifica en nuestro país, en nuestra América y en el mundo rico»