El Pueblo Wichí cerró las fronteras con Paraguay por infectados de COVID19
Salta oculta el problema de fronteras permeables en el límite con Paraguay. Las propias comunidades originarias de la zona, en el Chaco Paraguayo, debieron cerrar por sus propios medios, ante el tránsito de a pie, de personas desesperadas por las consecuencias del COVID19 en Asunción.
Las poblaciones afectadas son las de los parajes Filadelfia y Pozo Hondo, cercano a estos lugares, se halla la víctima confirmada de coronavirus, en el sitio fronterizo denominado El Boquerón.
El puente que arbitra para ambos países no era controlado, ni cerrado por Gendarmería hasta que la situación y las presiones de las comunidades originarias, se hicieron sentir y por sus propios, escasos y rústicos medios, lograron hacer cumplir el aislamiento social obligatorio que fija el decreto presidencial, firmado por Alberto Fernández.
Lo que han confirmado los lugareños, en su mayoría wichí, es que el gobierno provincial se ha desentendido completamente de lo que sucede en Santa Victoria Este con todos los migrantes en el hospital, que no está en sus mejores condiciones y se niega a afrontar con recursos y políticas sanitarias esta realidad que crece y se agrava con el contagio del virus.
En este contexto, las autoridades sanitarias de la Provincia, no revelaron, confirmaron, ni negaron lo sucedido en El Boquerón, tampoco en las otras poblaciones, ahora además de afectadas por el hambre, la deshidratación, las enfermedades de la región, en lucha contra el coronavirus.
“La pandemia nos pone a pelear con una de muchas enfermedades que nos cuesta la vida de niños y ancianos, aquí donde el Estado provincial no llega con infraestructura, ni insumos hospitalarios, ni siquiera artículos de limpieza, higiene o alimentos. Ahora, estamos cerrando las fronteras al paso de quienes en su desesperación huyen a nuestro país porque está menos mal que el de ellos. Caso Paraguay, pero también Bolivia. La gente se viene caminando, escondiéndose en el monte hasta llegar al hospital de Victoria. Nadie los controla, si vienen enfermos. Ni nada.
Nos enteramos que en Salvador Mazza está pasando igual y la gente se mete por el fondo de las casas que tienen en el límite con Bolivia y la Gendarmería no controla nada y la Policía, mira para otro lado” nos cuenta uno de los vecinos wichí que con toda determinación está allí vigilando que nadie entre, ni nadie salga» comenta a IB24 un vecino de la zona que por temor a ser detenido nos pidió reserva de su identidad.
El Gobierno de Gustavo Sáenz guarda silencio todavía y más allá del altisonante discurso en el vacío recinto legislativo, el mandatario no tiene más que un lema para la problemática wichí “son como cualquiera de los otros salteños” con lo que equivale a un sello de indiferencia por parte del gobernante que permanece inmutable hasta que mira una cámara delante de él.
Es de esperarse que para esta realidad, habremos de citar más adelante, otra información, pues lo que genera la pandemia en los países vecinos es mucho peor que lo que ya se vive en la Argentina destruida en los últimos cuatro años. Estos meses nos darán novedades poco esperanzadoras en un territorio ignorado por Gustavo Sáenz y su equipo.
El Consejo Nacional de Política Indígena confirma la situación fronteriza
Consultado por IB24, el dirigente DANIEL SEGOVIA, al respecto de la información compartida con ciudadanos de las comunidades norteñas, nos confirmó que el problema de la frontera con Paraguay y con Bolivia es grave en pleno territorio salteño y que lo sucedido fue inmediatamente trasladado al Gobierno nacional, habida cuenta de la inexplicable indiferencia cometida por el gobernante Gustavo Sáenz.
