Independiente goleó a Lanús y le mete presión a River
Independiente goleó a Lanús por 4-1, en un partido que jugaron en Avellaneda por la 16ta. fecha del torneo de Primera División y que dejó al Rojo a tres puntos de la cima, que sigue siendo propiedad de River. Silvio Romero, a los 2 minutos, puso en ventaja al equipo de Guillermo Barros Schelotto, pero Sebastián Penco y Daniel Montenegro, a los 27 y 35, respectivamente, dieron vuelta el marcador para el conjunto local en el primer tiempo; mientras que Juan Martín Lucero y Víctor Cuesta sellaron la goleada, a los 43 y 46 de la parte final. El visitante terminó con nueve por las expulsiones de Facundo Monteseirín y Maximiliano Velázquez.
Independiente, con esta victoria, llegó a 30 puntos, la misma cantidad que Lanús, y quedó a tres de River, el líder, y a dos de Racing, el escolta.
Los dos equipos salieron a buscar el partido, más allá de los diferentes dibujos tácticos, y de ahí que dejaron muchos espacios en defensa, lo que derivó en un partido de ida y vuelta. Lanús golpeó de entrada con el gol de Romero (2) y hasta pudo haber marcado otros dos tantos, a través de Lautaro Acosta y Diego González. El equipo de Guillermo Barros Schelotto lució rápido, preciso y profundo en ese cuarto de hora inicial, aunque con el transcurrir de los minutos se desdibujó. Entonces con dos jugadas precisas revirtió el marcador con un cabezazo de Penco (27) y un derechazo de Montenegro (35).
El conjunto de Jorge Almirón capitalizó al máximo las desatenciones del fondo de Lanús, que repitió los errores que cometió el miércoles pasado ante Tigre (0-3), en Victoria, en los 45 minutos que restaban del partido que se había suspendido por lluvia.
Y además su gente, con el 2-1 a favor, dio el veredicto al cantar «El rey de Copas no va nunca para atrás» para dejar en claro que no quería que su equipo «le regalase» los tres puntos a su adversario, más allá de que un triunfo propio le pueda servir a Racing en la definición del torneo.
La diferencia entre un equipo y otro estuvo en la contundencia, ya que los dos buscaron continuamente el arco rival y cometieron groseras fallas en defensa. El segundo tiempo fue todo de Independiente, ya que entendió mejor el juego, ganó en solidez atrás y fue más profundo en ataque. Lanús fue pura confusión: muy flojo atrás, perdido en la mitad de la cancha y nulo en ataque. Las expulsiones de Monteseirín (35) y Velázquez (39) fueron el reflejo del equipo de Guillermo Barros Schelotto, que demoró muchísimo en realizar los cambios.
Y sobre el final Independiente, con los goles de Lucero (43) y Cuesta (46), redondeó un triunfo notable que le permite soñar con el título, algo que parece estar cada vez más lejos de un Lanús que no logra controlar su temperamento.