Dilma Rousseff recibirá el premio Rodolfo Walsh
La Facultad de Periodismo y Comunicación Social de la Universidad de la UNLP entregará el premio Rodolfo Walsh a la Presidenta electa democráticamente de la República Federativa de Brasil, Dilma Rousseff, en un acto que se realizará el próximo jueves a las 18, en el marco del Encuentro Internacional por la Emancipación de las Mujeres.
La decisión de otorgarle este reconocimiento fue aprobada de forma unánime por todos los claustros del Consejo Directivo por constituir “un ejemplo de trayectoria político-académica, compromiso militante y coherencia en los principios y la acción”.
En el marco de la entrega del máximo galardón que otorga la FPyCS, Dilma Rousseff brindará una conferencia en el Polideportivo de la Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación, al que se accederá por calle 122 y 52 de nuestra ciudad. De esta manera, Rousseff se sumará a la lista de Presidentes Latinoamericanos que recibieron el Premio Rodolfo Walsh junto con Cristina Fernández de Kirchner; Hugo Rafael Chávez Frías; Rafael Correa; Evo Morales Ayma; y el vicepresidente de Bolivia, Álvaro García Linera.
La decisión de otorgarle este reconocimiento fue aprobada de forma unánime por todos los claustros del Consejo Directivo por constituir un ejemplo de trayectoria político-académica, compromiso militante y coherencia en los principios y la acción
En octubre de 2010, Rousseff fue electa por el 56% como la primera presidenta mujer del Brasil por el Partido Trabhalista (PT), en un contexto de una profunda crisis económica internacional que no impidió llevar adelante una de sus políticas fundamentales: sostener el bajo desempleo (la Tasa de desempleo descendió al mínimo en la historia de este país, llegando al 5,5 % en 2012) y mantener el salario junto al mercado interno. En 2014 fue reelecta para este cargo con 54.500.000 votos sobre 110 millones. Sin embargo, un año después 61 Senadores votaron destituirla. Como se expresa en los fundamentos del premio, Dilma «ha sido y es ferozmente atacada por parte del establishment, en esa conjunción caracterìstica de la actualidad latinoamericana en donde confluyen los intereses de los medios hegemónicos de comunicación, el sistema judicial y los propios partidos neoconservadores” que reaccionan ante las conquistas de derechos lograndas durante los 13 años de gobierno popular en Brasil.
El acto se realizará el próximo jueves, 11 de mayo, a las 18 en el Polideportivo de la Facultad de Humanidades (Acceso por calle 122 y 52 de La Plata)
También se destaca la militancia política y académica de Rousseff en los inicios de la dictadura cívico militar de Brasil (1964-1985), período durante el cual fue secuestrada y torturada por 22 días y luego condenada por un tribunal militar a la pena de 6 años de prisión y 18 de inhabilitación política. Con el triunfo de Luiz Inacio Lula Da Silva en 2002 fue nombrada Ministra Nacional de Energía en medio de una severa crisis económica, financiera y energética, desde donde asumió una postura muy crítica a las privatizaciones que se produjeron antes del gobierno del PT y propuso universalizar la energía y refundar y expandir Petrobras. Finalmente, previo a su triunfo como primer mandataria brasileña, en 2005 se convirtió en la primera mujer de la historia de Brasil en ocupar un cargo más elevado que el de ministro, al ser nombrada por Lula como Jefa de Gabinete.
Durante los 13 años de gobierno de ambos presidentes (entre 2003 y 2015) se crearon 20.8 millones de puestos de trabajo, la pobreza extrema disminuyó un 75% y, entre otros puntos, se redujo la tasa de analfabetismo al 8,3%. «Este enorme proceso de lucha contra la pobreza se llevó a cabo con la concatenación de varios programas sociales, educativos y productivos que además tenían perspectiva de género y de otras situaciones de vulnerabilidad como la situación de los afrodescendientes», sostiene la iniciativa aprobada en el Consejo Directivo de la Facultad de Periodismo y Comunicación Social. Además, en términos de política exterior se enfatiza la búsqueda de la unidad latinoamericana a través del fortalecimiento de la UNASUR y del MERCOSUR, y el apoyo a la idea de la multipolaridad a través del BRICS.
Uno de los puntos destacados en los fundamentos del premio es el referido a la lucha contra la elevada concentración mediática en Brasil. Acorde a una investigación de Mídia Dados, en el área de la radiodifusión, cinco conglomerados nacionales de medios de comunicación privados y cinco grupos regionales llegan a casi el 100% del territorio brasileño: Rede Globo, 98,6%, (5.490 ciudades de Brasil, alcanzando el 96,7% de los hogares con televisión); el Sistema Brasileño de Televisión -SBT-, 85.7% (llegando a 4.772 municipios y el 92,2% de los hogares con televisión);Rede Record,79,3% (4.417 municipios, alcanzando 90,2% de los hogares con televisión); Rede Bandeirantes, 64,1% (3.569 municipios y el 87,6% de los hogares con televisión) y Rede TV, 56,7% (llegando a 3.157 municipios y el 76,5% de los hogares con televisión).
Los medios oligopólicos concentrados han sido y son, actores centrales del golpe institucional contra la presidenta Dilma. La red O Globo, los diarios Folha de San Pablo, la revista Veja, fueron fundamentales en el ataque a su gestión a través de operaciones de prensa y modos de tergiversación que han llevado, incluso, a alterar fotografías de tapa, sin contar con noticias absolutamente inventadas o declaraciones inexistentes.
Frente a este inmenso poder mediático-oligopólico, ha sido muy dificultoso avanzar en materia de democratización de la comunicación: en 2008 se aprobó la Ley que creó la Empresa Brasileña de Comunicación (EBC) que permitió constituir dos canales de TV nacionales de carácter estatal, ocho emisoras de radio, un sitio web estatal, y una agencia de noticias pública en red y en radio. La norma creó también un Consejo Curador, conformado por 22 miembros independientes de los partidos políticos y las empresas mediáticas para garantizar pluralidad en las emisiones estatales.
Durante décadas, debido a la lógica de concentración de los medios de comunicación, las organizaciones sociales comunitarias, sociales y culturales, las cooperativas de trabajo, las experiencias de participación social formales y no formales no tenían posibilidad de que su voz circulara y fuera escuchada ni entre los miembros de su comunidad inmediata, ni ante quienes deberían escuchar en las instancias estatales sus problemáticas. “El proyecto político brasileño encabezado por Rousseff propuso precisamente lo contrario: brindar herramientas para la toma de la palabra y la construcción del propio relato de los sectores pobres y marginados de la sociedad”, expresa la resolución.