España: Sánchez apura a Podemos
«Sería bastante incomprensible para los votantes de izquierda y de Podemos que Pablo Iglesias vote con el PP y con Rajoy en contra la investidura de un candidato socialista», dijo Sánchez.
El miércoles, el dirigente del Partido Socialista (PSOE) firmó un acuerdo de gobierno con los liberales de Ciudadanos, lo que provocó que Podemos suspendiera las negociaciones que mantenía con su partido con ese mismo fin.
De antemano se sabía que esa alianza de centro no le permitiría a Sánchez superar las dos votaciones de investidura de la próxima semana, ya que el Partido Socialista (PSOE) y Ciudadanos suman juntos 130 diputados (90 y 40, respectivamente), es decir, menos de la mitad de los 350 que se necesitan para la elección del presidente del gobierno.
Por ese motivo, era fundamental que Podemos se sumara al acuerdo o facilitara la investidura de Sánchez con su abstención.
La otra opción era obtener igual posición por parte del PP, algo mucho menos sencillo de lograr para el líder socialista a raíz de su propio veto a Rajoy, con quien no quiso negociar tras su triunfo en minoría en las elecciones del 20 de diciembre pasado.
De ahí que Sánchez insistió en presionar a Podemos para buscar un pacto en torno al acuerdo «progresista y reformista» alcanzado con Ciudadanos.
«Ayer (miércoles) hubo dos acuerdos, uno entre el PSOE y Ciudadanos por el cambio, y otro por el bloque entre el PP y Podemos», señaló.
«La lógica en la que tenemos que trabajar es la del cambio», añadió el líder socialista, quien «no da por perdida la posibilidad de un acuerdo» con Podemos.
No obstante, Sánchez confía en que Podemos y sus aliados- que también se levantaron de la mesa de negociaciones- se replanteen su posición.
Sánchez tiene tiempo hasta el 2 de mayo para seguir negociando con la misma estrategia o cambiando de sentido y de aliados. Si fracasa, habrá nuevas elecciones y serán los ciudadanos en las urnas los que juzguen si estaba en la dirección correcta o no
«Espero poco o nada del PP, pero si espero de los partidos a mi izquierda», sostuvo en entrevista con la radio Cadena Ser.
«Tenemos la mano tendida y creo que hay terreno común con Podemos, más allá de las tres propuestas que se le conocen: la vicepresidencia reclamada por Iglesias, la ruptura de España con el referéndum (de Cataluña) y un aumento imposible del gasto público que pondría en riesgo la recuperación», argumentó Sanchez.
El candidato socialista cree que su acuerdo en materia fiscal con Ciudadanos va en línea con lo que plantea Podemos, y también defendió que «de facto se deroga la reforma laboral de Rajoy», contrariamente a los que dice el partido de Iglesias y que ha motivado la ruptura de las negociaciones.
A diferencia de Sánchez, su nuevo aliado, el liberal Albert Rivera, ha depositado sus esperanzas en el PP.
«Este acuerdo tiene cuestiones que el señor Rajoy viene defendiendo desde hace un tiempo. Tenemos la obligación de intentar que los votantes del Partido Popular estén representados en este acuerdo», afirmó Rivera, quien pidió una nueva reunión con Rajoy.
Sin embargo, la vicepresidenta del gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, dio a entender que tienen muy poco de qué hablar.
«Nos están pidiendo que nos abstengamos para modificar nuestras políticas, las que nos han sacado de la crisis. Yo creo que en política hay que tener coherencia», aseguró.
España se prepara para asistir la próxima semana a un debate de investidura y dos votaciones abocadas por el momento al fracaso, pero que prepararán el terreno para la siguiente etapa.
