Químicos: La derecha tiene cómplices dentro de los sindicatos
Las peleas por el poder deja a los trabajadores desprotegidos
DISPUTA por la FEDERACION DE QUIMICOS: tensiones en FESTIQYPRA y un acuerdo en las sombras con FATIQYP por nuevos afiliados y la caja de las obras sociales.
En paralelo a la crisis que atraviesan las dos obras sociales existentes en la actividad química, OSPIQYP y DAR Salud, una atraviesa un concurso preventivo y está al borde de la quiebra mientras la otra enfrenta cada día más denuncias y cortes de servicio, la situación gremial se enrarece aún más.
Uno de los sindicatos afiliados a FATIQyP, el recientemente creado Sindicato Químico de La Plata, que no cuenta con personería gremial y todavía no logró hacer pie en ninguna fábrica de la actividad, anuncio con bombos y platillos su incorporación a la FESTIQYPRA de la mano de Mónica Rodríguez, secretaria de actas de FATIQYP. Lo mismo ocurre con el Sindicato Químico de San Martín, que tampoco posee personería, ya que esta en ambos territorios pertenece al histórico Sindicato de Buenos Aires, más conocido como “Sindicato Químico de Avellaneda”.
Este movimiento genera tensiones internas en FESTIQYPRA, ya que Rodríguez, junto con dirigentes como Sergio Arévalo (Sindicato San Martín) y Daniel Segovia (Sindicato La Plata), tienen antecedentes que incomodan a varios sectores de la federación y de la CGT. Entre ellos, destaca su relación pública con figuras como Florencia Arietto, conocida por su trabajo contra los “bloqueos” sindicales y por incriminar a trabajadores que participaron en huelgas y paros. Tanto Rodríguez como Arévalo han posado junto a Arietto en redes sociales, destacando su trabajo conjunto para combatir estas prácticas sindicales.
Químicos: La derecha tiene cómplices dentro de los sindicatos
Además, el Sindicato Químico de La Plata fue parte activa de la creación de la Mesa Patricia Presidente, un espacio que apoyó abiertamente la candidatura de Patricia Bullrich hace un año y medio.
Esta postura entra en conflicto con la línea más alineada a la izquierda de Omar Barbero, titular de FESTIQYPRA, quien nunca ocultó su ideología pero, según fuentes internas, parece haber encontrado en estos nuevos aliados una forma cómoda de fortalecer su debilitada conducción.
Rodríguez y Urban: el vínculo que sacude a FESTIQYPRA
Mónica Rodríguez ingresó a FESTIQYPRA de la mano del abogado Marcelo Urban, un operador gremial en la mira de la justicia por varias causas. La más grave está vinculada a la obra social de UATRE, donde se lo acusa de una presunta malversación de fondos superior a los 40.000 millones de pesos. Urban, conocido por sus movimientos en otras entidades gremiales, había consolidado un acuerdo con Héctor Recalde que le permitió operar dentro de la FESTIQYPRA sin demasiados obstáculos. Más puntualmente dentro de la Obra Social.
El fallecimiento reciente de Recalde, histórico apoderado y protector de la conducción actual de FESTIQYPRA, ha dejado desprotegidos a dirigentes como Barbero, Sabala (presidente de la obra social Dar Salud), y los Gómez (padre e hijo), quienes dependían del respaldo de Recalde para mantener bajo control a Urban y su equipo. Fuentes internas aseguran que “Recalde era el único capaz de ponerles un límite, ahora vendrán por todo”.
La crisis de las obras sociales: OSPIQyP y Dar Salud.
Rodríguez y Urban son señalados como los responsables de haber administrado la obra social OSPIQyP, dejándola al borde de la quiebra y con un concurso preventivo en curso. Mientras tanto, el presidente de FATIQyP y de OSPIQyP durante años, Fabián Hermoso, se dedicaba a las carreras de ProCar 4000 y a realizar más de 150 viajes internacionales, según medios nacionales.
La obra social Dar Salud, vinculada a FESTIQYPRA, enfrenta una crisis similar: recortes en prestaciones, cobros de coseguros y denuncias por irregularidades administrativas, como así también denuncias por afiliados que perdieron la vida ante la falta de respuestas. Según fuentes, esta situación se agravó tras la vinculación de Marcelo Urban y Mónica Rodríguez con su administración. Más puntualmente con Sabala y los Gomez, (estos últimos manejan la tesorería)
Otra de Barras
La última elección de autoridades de FESTIQYPRA fue denunciada por falta de democracia interna, lo que suma un nuevo frente de conflicto.
Son conocidos los vínculos de todos los mencionados anteriormente con “barras” de varios clubes. Algo que fue denunciado incluso por los propios miembros del sindicato de río tercero al cual barbero pertenece, más puntualmente denunciados por Lucas Felici secretario de organización quien denunció que FESTIQYPRA llenó el edificio de barras bravas para no permitirlos entrar a votar en un congreso de memoria y balance.
Un pacto en las sombras y la disputa por el poder
El pacto entre Recalde y Urban, quienes eran considerados los verdaderos operadores detrás de Barbero y Rodríguez, generó suspicacias dentro de FESTIQYPRA, especialmente tras el ingreso de Urban. Con el fallecimiento de Recalde, la federación queda en un terreno incierto, y los sindicatos restantes, debilitados desde la salida del poderoso Sindicato de Avellaneda en 2018, carecen del peso político necesario para resistir el avance de Urban, Rodríguez y sus aliados.
Por otro lado, dirigentes como Sergio Arévalo, que en 2018 buscó quedarse con la Secretaría General de FATIQyP luego de que la justicia metiera preso a Hermoso, ven en FESTIQYPRA una oportunidad de consolidar poder, especialmente si logran el apoyo del Sindicato Químico de La Plata y la administración de Dar Salud. Fuentes cercanas aseguran que el verdadero objetivo es el control total de la obra social, en detrimento de los gremios tradicionales.
¿Renovación o continuidad del conflicto?
Lo que podría parecer una oportunidad de fortalecimiento para FESTIQYPRA, en realidad, amenaza con convertirse en el germen de nuevas disputas internas. Con el avance de figuras como Rodríguez, Arévalo y Urban, la federación enfrenta divisiones que ponen en jaque su cohesión y proyectan un escenario de mayor fragmentación.
En contraste, el Sindicato de Buenos Aires, que tras una intervención en 2022 ha mostrado un notable crecimiento, se posiciona como una alternativa con la capacidad de representar a los demás sindicatos de los trabajadores de la actividad, incluso proyectando su propia obra social. El sindicato de Avellaneda representa hoy más del 80 por ciento de la actividad nacional, por ende es el único capaz de brindar amparo a las organizaciones del interior las cuales debido a su ubicación territorial poseen menos fábricas en sus zonas de actuación.