NAVEGACIÓN, SOBERANÍA, RÍOS Y MARES. ¿ARGENTINOS? UN SISTEMA TODO LO QUE HAY QUE SABER
PRONUNCIAMIENTO DEL GRUPO BOLÍVAR POR EL CANAL MAGDALENA
El espacio político que conforman Fernando Vaca Narvaja, Miguel Belardi, César Crocitta, Bruno Capra, José Cudina, Rodolfo Games, Andrés Repar, Alejandra Portatadino, Hugo Oroná, Raquel Pina, Juan Zion, Eduardo Adrián Bogado, Marta Toresín, Fernando del Giúdice y entidades como: Causa Nacional. Fernando Vaca Narvaja; Instituto de la Producción Popular. Enrique Martínez, entre otros, apoya el planteo realizado por el dirigente peronista, Jorge Taiana.
Así lo hacen saber en un pormenorizado informe respecto a los intereses argentinos sobre los cursos navegables. En el mismo, textualmente, expresan: «El grupo Bolívar comparte y apoya el pedido de informe presentado por el Senador Dr. Jorge Taiana al Ministro de Transportes del Gobierno Nacional, Sr. Mario A. Meoni, acerca del efectivo ejercicio de la Soberanía Nacional en materia de transporte fluvial y comercio exterior, lo que naturalmente está vinculado a la Soberanía Marítima de todo el Mar Argentino.
En el acuerdo celebrado en 2015 en el marco de la Comisión Administradora del Río de la Plata, durante la segunda presidencia de la Compañera Cristina Fernández, se decidió que todas las exportaciones que vinieran por el Paraná desembocaran en el canal Magdalena, bajo control nacional.
El Canal Magdalena es el canal de vinculación natural entre el litoral marítimo y el fluvial argentino y es el vínculo necesario para que los barcos que proceden de los puertos marítimos nacionales o de ultramar, puedan acceder a los puertos fluviales, sin pasar por aguas uruguayas, se someten a esperas en cola para ingresar y, en definitiva, quedan fuera de la jurisdicción Argentina, sin beneficio alguno para nuestro país, y con desventajas notables.
Los buques que provienen del exterior del Río de la Plata, antes de su ingreso a la red troncal, deben fondear a la espera de que se autorice la navegación a su puerto de destino, dado que su inicio no se autoriza, hasta que el buque tenga otorgado el sitio de amarre.
Este requisito es necesario para evitar que el buque quede fondeado en zonas adyacentes a la vía de navegación, para así evitar inconvenientes en la gestión de tráfico por la presencia de buques en aguas restringidas.
Esto implica que, en temporada de embarques, se encuentren fondeados hasta más de 100 buques a la espera de la autorización para iniciar su navegación a destino. Las demoras existentes a causa de la densidad de tráfico para ingresar a la red troncal oscilan, en promedio, según la época del año, entre los 3 y los 16 días; y algunos casos aislados, han alcanzado hasta los 30 días.
Durante estas esperas, los buques demandan diferentes servicios, como combustible, agua potable, cambios de tripulación, asistencia sanitaria, autoridades, inspectores de cargamento, víveres, provisiones, aduana, alijos de carga, repuestos y reparaciones.
Por su cercanía con el puerto de Montevideo, los bienes y los servicios necesarios para esto se contratan directamente allí. En la actualidad, todos los costos derivados del fondeo de buques en las zonas y el área citadas generan ingresos a la economía del país vecino. Se calcula que la demanda por tales servicios, arroja un valor agregado que ronda entre los 100 y los 150 millones de dólares anuales.
Si se habilitara el Canal Magdalena, todos esos servicios serían provistos por la Costa de la Provincia de Buenos Aires, o cualquier puerto marítimo argentino, con el consiguiente impulso económico para esas zonas y la creación de puestos de trabajo. Un barco procedente de Mar del Plata o cualquier puerto marítimo Argentino, para ir al Puerto de Buenos Aires o cualquier puerto fluvial sobre el Paraná hoy debe pasar por Uruguay, con el consiguiente agregado de distancia/tiempo y riesgos imprevistos.
El proyecto del Canal Magdalena, tal como se ilustra en la figura (línea roja), es la prolongación en línea recta del tramo del Canal Punta Indio a partir de la inflexión llamada “El Codillo”, en el Km 143,9 hasta la zona de profundidades naturales en el Río de la Plata con una longitud de 61,5 kms.
El canal Magdalena estaría alineado con las corrientes principales del Río por lo que además de ser una ventaja desde el punto de vista náutico, su mantenimiento es un 57% más barato, por la menor sedimentación. En comparación, el canal Punta indio recibe casi el doble de sedimentos que el Magdalena, por la simple razón de que es transversal a las corrientes El Canal Magdalena reduce en unos 240 Km la salida a nuestro litoral marítimo. Por ejemplo, los barcos que cargan cereales en los puertos sobre el Paraná, completan carga en los puertos de aguas profundas de Quequén y Bahia Blanca y la vuelta por Montevideo sólo les alarga el tiempo de tránsito y eventual espera en la entrada.
Hoy día, la ampliación del Canal de Panamá permite el paso de buques de 330 metros de eslora y 50 de manga, esta dimensión hace necesario que la canalización prevea la doble circulación de buques más grandes, con un calado de hasta 47 pies. Esto nos permitirá a los argentinos tener un puerto ultramoderno adecuado a lo que vendrá los próximos cien años y a la vez, reducirá considerablemente el costo de flete de las exportaciones argentinas, dato no menor.
Por otro lado, el puerto de La Plata debe llevarse a 47 pies de calado. La Cuenca del Plata necesita imperiosamente independizarse de los completamientos de alto costo o trasbordo de contenedores en terminales de Brasil; y esto se lograría construyendo en el Sistema del Plata un puerto de profundidad suficiente para que las naves, que se agrandan cada vez más, puedan entrar o salir aprovechando así sus bodegas. Por ejemplo, si un buque carga 50 mil toneladas en los puertos del Paraná con 34 pies de profundidad y completa en Bahía Blanca, este sistema logístico del canal Magdalena tiene ventajas con respecto al completamiento en Paranaguá (Curitiba) por varias razones: > mientras en Paranaguá la demora promedio para entrar y cargar es de 13 días, > desde la Zona Común (Rada La Plata) hasta Bahía Blanca y retorno hacia el norte podría significar 5 días de viaje, suponiendo que el destino de los buques fuera Europa.
> esto hace que la diferencia entre completar la carga en Paranaguá y en Bahía donde los 8 días a favor de los muelles Argentinos.
FONDOS DISPONIBLES PARA LA OBRA
El Canal Magdalena cuenta con todos los estudios técnicos aprobados así como también, la partida presupuestaria necesaria, en el actual presupuesto nacional. Estamos en condiciones de poder empezar las obras en tan sólo 90 días. La importancia del tema se desprende fácilmente del hecho que anualmente navegan en la parte Argentina de la Hidrovía 4.600 barcos transportando el 75% de las exportaciones argentinas.
A fines de abril 2021, vence la concesión varias veces renovada, de la canalización del Río Paraná. El contrato que vence es de hace 20 años, con otras necesidades. Se deben volver a realizar estudios ambientales, sobre esta licitación dado el tiempo transcurrido.
El accionar de Argentina debe prever que la Nación Argentina recupere el control del tráfico del Paraná, para así evitar definitivamente el contrabando ya que esta canalización facilita el control de la vía fluvial. Lo primero que se necesita es concretar el dragado urgente del Canal Magdalena, alineando los lugares que tengan talleres y equipos que lo puedan afrontar: Obras Públicas, Fuerzas Armadas, los astilleros disponibles. Tenemos muchas Universidades Nacionales que pueden disponer de mucha gente preparada para este trabajo, como lo que es: UN DESAFÍO NACIONAL.
La totalidad y conclusiones del informe elaborado por el GRUPO BOLIVAR puede ser leído en el siguiente enlace
Declaracion Canal Magdalena by alejandra_paredes_63 on Scribd