Mano dura para los refugiados que delincan en Alemania
La canciller alemana Ángela Merkel anunció que pretende endurecer la legislación para los refugiados que delincan, tras los robos y agresiones sexuales ocurridos en la ciudad de colonia en la noche de año nuevo, algunos presuntamente protagonizados por refugiados.
En Colonia, el movimiento xenófobo Patriotas Europeos contra la Islamización de Occidente (Pegida) aprovechó la tensión generada en el país para convocar una manifestación en Colonia, donde reunió a cerca de 1.700 personas y enfrentó a la policía en un nuevo violento final en una manifestación.
La dirección del partido de Angela Merkel, la Unión Demócratacristiana (CDU), se reunió hoy en Maguncia, en el oeste de Alemania, y puso sobre la mesa un extenso catálogo de medidas en respuesta a un escándalo que sacudió al país.
Según los últimos datos facilitados por la policía de Colonia, se recibieron 379 denuncias por delitos presuntamente cometidos frente a la estación de tren en la última noche del año, el 40 por ciento de ellos por agresiones sexuales.
En un comunicado, la policía señaló que la mayor parte de los individuos que investiga proceden de países norafricanos y son «solicitantes de asilo y personas que se encuentran de manera ilegal en Alemania», aunque todavía se estudia si se los puede acusar de delitos concretos y en qué grado.
«Lo ocurrido en la noche de Año Nuevo son repugnantes actos criminales que exigen respuestas decididas», afirmó Merkel en conferencia de prensa, convencida de que los ciudadanos exigen «hechos» y no sólo palabras.
El Ministerio del Interior alemán ofreció cifras sobre refugiados presuntamente implicados en los sucesos a partir de la información recopilada por la policía federal, encargada de la seguridad en la estación de tren.
La policía federal identificó a 31 presuntos delincuentes, fundamentalmente por robos y lesiones, y 18 de ellos eran solicitantes de asilo.
En la denominada «Declaración de Maguncia», la CDU plantea retirar el derecho de asilo a los refugiados condenados, tanto a prisión como a libertad condicional, que suele aplicarse en penas menores de dos años, y rebajar los límites para la deportación de delincuentes extranjeros.
«Los delincuentes que, por ejemplo, de manera reiterada cometen robos o insultan a las mujeres deben también experimentar la dureza de la ley», manifestó Merkel, quien en los primeros meses del 2015 se mostró abierta a la recepción de refugiados, tras señalar que presentará estas propuestas a los socios socialdemócratas de la gran coalición de gobierno para su aprobación.
El documento de la CDU plantea también endurecer las penas para los delitos sexuales, que se considere violación cuando la víctima haya dicho claramente «no», aunque no haya coacción o violencia, y que se castiguen penalmente comportamientos como el acoso sexual.
Las filas conservadoras proponen, asimismo, obligar a los inmigrantes a suscribir «acuerdos vinculantes de integración» y abogan por dar mayores poderes a la policía para realizar controles.
Según Merkel, los sucesos de la noche de Año Nuevo pusieron de manifiesto que las actuales leyes son insuficientes y generan inseguridad en la población.
Casi diez dias después de los hechos y en medio de un clima de tensión, el movimiento xenófobo Pegida junto a la formación ultraderechista Pro Koln (Pro Colonia) reunieron en Colonia a cerca de 1.700 personas, según estimaciones de la prensa local.
La marcha fue disuelta por los agentes antidisturbios con cañones de agua, ante el lanzamiento de botellas y petardos por parte de grupos de manifestantes, identificados por varios medios como miembros de la agrupación «Hooligans contra Salafistas».
Este movimiento ultraderechista protagonizó una batalla campal en Colonia en 2014, cuando sus integrantes se enfrentaron a la policía y cincuenta agentes resultaron heridos.
Las autoridades habían desplegado un dispositivo con alrededor de 1.700 agentes para evitar enfrentamientos e incidentes, ante la convocatoria también de una contramanifestación de grupos antifascistas, a la que se sumaron unas 1.300 personas.
Poco antes de comenzar esas dos manifestaciones, un millar de mujeres se concentraron contra el racismo y el sexismo en las escaleras de la emblemática catedral de la ciudad (uno de los pocos edificios que no fue bombardeada por los aliados durante la Segunda Guerra Mundial), frente a la plaza de la estación de tren escenario de los sucesos en la primera noche del año.(Télam)