«Los que más tienen son los que más deben colaborar» Senador Sergio Leavy FdT

El Impuesto a las riquezas en Argentina es una herramienta por la recesión económica agravada por la pandemia del COVID19. Un sector social del país tiene las condiciones de devolver parte de su bienestar a la sociedad que le permitió el crecimiento exponencial de su patrimonio.

Llegó primero la discusión, antes que las precisiones sobre el fin de este tributo, la razón real del sistema impositivo en el país y quizás lo más importante, la conducta moral y ética de las personas con mayor poder adquisitivo, frente al hambre y la miseria de los millones de argentinos y argentinas que soportaron sobre sí tarifazos y costos desmesurados de servicios públicos, pese a las exenciones, subsidios y demás privilegios otorgados a los grandes capitales para incremento de sus riquezas.

Donde antes el pobre o la clase trabajadora ponía el lomo, para que la oligarquía conservara sus comodidades, ahora, tendrán los ricos que colocar la billetera, para sostener la estructura del país en el cual se enriquecen a costa de sus recursos naturales, financieros y humanos.

¿Cuál es la mirada popular sobre la finalidad del Impuesto a la Riqueza?

IB24 le consultó al Senador de la Nación, Sergio Leavy, del Frente de Todos –Salta- quien desde ya confirmó su apoyo al proyecto legislativo.

Al respecto, el legislador dijo: “creo que los que más tienen son los que más deben colaborar y ser solidarios con los que menos tienen. Seguramente, este país ha sido muy generoso y ha logrado que haya grandes fortunas.

Este es el momento para que haya un impuesto solidario, un impuesto Patrio…en otro momento de la Argentina, el General Güemes logró conseguir fondos, como también el General San Martín, para la lucha emancipadora. Bueno, creo que esto no es nuevo.

Todos los argentinos y argentinas, tenemos que poner el hombro porque es un momento muy crítico en el mundo y esto va a servir para que haya una redistribución de la riqueza.

Sólo el uno por ciento de las grandes fortunas, creo que no es algo que vaya a poner en aprietos a estas doce mil, o quince mil personas que son las únicas alcanzadas por esta ley si se llega a aprobar” aseguró Sergio Leavy.

¿Qué se proponen los sistemas impositivos?

Un repaso en la bibliografía existente, nos lleva a las consideraciones conceptuales desarrolladas en la publicación “REVISTA ECONOMÍA Y DESAFÍOS DEL DESARROLLO Año 2 | Volumen I | Número 4 Julio – Noviembre 2019 ISSN: 2591-5495” en la que destaca: “Los sistemas tributarios tienen por objetivo principal proveer a los Estados de los recursos necesarios para poder financiar las distintas funciones que, acorde al pacto social que sustenta cada experiencia histórica, se han determinado políticamente como campo de la acción pública en materia de provisión de bienes y servicios a la población.

Sin perjuicio de ello y sumado a ese importante objetivo, la recaudación de impuestos cumple la función de afectar la distribución del ingreso, a través de la denominada redistribución o distribución secundaria” http://www.unsam.edu.ar/escuelas/economia/revistaedd/3n2/

¿Cuáles son las fortunas más importantes radicadas en Argentina?

1- Paolo Rocca: USD 3.300 millones: el Grupo Techint existe en Argentina desde 1945. Sus empresas operan en la producción de acero, proyectos de ingeniería y construcción, minería, petróleo y gas y el sector hospitalario y sanitario italiano”. También destaca que el Grupo tiene ingresos anuales que rondan los USD 23.000 millones y emplea a más de 57.000 personas en todo el mundo.

Tenaris (tubos sin costura, de la cual Paolo Rocca es CEO) y Ternium (aceros planos) son las dos empresas centrales del holding. El holding, controlado por la familia a través de la sociedad San Faustín, tiene su sede en Luxemburgo y opera en 45 países. En la Argentina, además, operan Tecpetrol (que revolucionó la producción de gas en Vaca Muerta) y Techint Ingeniería & Construcción.

2 – Alejandro Bulgheroni: USD 2.700 millones

Es el dueño de Pan American Energy Group (PAEG), la petrolera integrada privada más grande del país. Ocupa el puesto 842 de la lista general

La firma surge de la fusión de PAE (exploración y producción, la ex Bridas tras el ingreso de la china CNOOC) con Axion Energy (refinación y comercialización) en asociación con BP. Tras la muerte, en 2016, de su hermano, Carlos Bulgheroni, la familia quedó encabezada por Alejandro, Chairman del grupo, y, por otro lado, Marcos, hijo de Carlos, hoy CEO de PAEG. Sus operaciones se centran en el Golfo San Jorge (Cerro Dragón), un fuerte despliegue en Vaca Muerta, México y Bolivia.

Por fuera de los hidrocarburos, Bulgheroni es un agroproductor de: viñedos y bodegas en Mendoza, exportación de cerezas, y su proyecto Agroland de cultivos industriales en Uruguay, según detallan las publicaciones sobre economía y negocios.

3 – Marcos Galperin: USD 2.400 millones

Es cofundador, presidente y CEO de Mercado Libre, la mayor empresa de comercio electrónico de América Latina y la empresa más valiosa de la Argentina, con un market cap de USD 27.000 millones. A pesar de la caída de los mercados, en lo que va de 2020, la empresa registra una baja de “apenas” 6% en Wall Street, casi nada comparado con el desplome de otras empresas argentinas. En 2019 el precio de sus acciones registraron una suba de casi 100 por ciento.  “Mercado Libre, que opera en 18 países de la región, cotiza en la bolsa desde 2007. Galperin se especializó en economía y finanzas en la Universidad de Pennsylvania y obtuvo un MBA de la Universidad de Stanford. Trabajó en la compañía petrolera argentina YPF durante tres años y como pasante de verano en JPMorgan antes de comenzar Mercado Libre en 1999”. Este año dejó de ser presidente de la filial argentina de su empresa y se mudó a Uruguay.

4 – Alberto Roemmers: USD 2.300 millones

Surgió en 2002, fruto de un acuerdo entre la familia alemana Struengmann y los Roemmers, también de origen germánico. Esa alianza le permitió estar presente en 20 países de Latinoamérica y ocupar posiciones de liderazgo en la mayoría de los mercados. Pero tras más de 15 años de relación, Roemmers habría obtenido USD 1.100 millones tras dejar la compañía. Hoy, sigue operando en el rubro a través de otra sociedad, denominada Siegfried, con presencia en México, Colombia, Perú y Ecuador.

En el mercado local, la familia aún ostenta el control sobre cinco de los diez medicamentos más vendidos y conserva el 44% de las acciones de otra compañía familiar, Gador, cuarto laboratorio del país. Laboratorios Roemmers, la compañía farmacéutica más grande de Argentina, con operaciones en Brasil, Uruguay y México.

5 – Gregorio Pérez Companc: USD 1.700 millones

Fundador de Molinos Río de la Plata, entre otras empresas:  «Gregorio Pérez Companc construyó el conglomerado energético Pérez Companc y lo vendió al gigante energético brasileño Petrobas por USD 1.000 millones en 2002. En diciembre de 2009, dejó su participación activa en los negocios y entregó a sus hijos su participación del 75% en el gigante de alimentos Molinos Río de la Plata.  Tuvo ocho hijos con su esposa María del Carmen Sundblad Beccar Varela. Fundó la fundación Pérez Companc después de que Margarita, su hija mayor, muriera en un accidente automovilístico en la década de 1980″.

Las denominadas grandes riquezas, defendidas por las bancas opositoras en el Senado de la Nación, han puesto a sus lobbystas al servicio de los medios de información y de la prensa hegemónica. No es un dato menor que el «otro» salteño que defienda una postura en las antípodas de la manifestada por Leavy, hombre leal del Frente de Todos; sea el empresario mediático, agroexportador y político, Juan Carlos Romero quien aplicó las medidas económicas neoliberales más duras en una gestión de doce años a cargo de la gobernación norteña. Romero ha pedido proteger a los ricos, en este contexto pandémico que empobrece aún más a quienes todavía no tienen cómo reconstruirse para poder acceder a una vivienda, a las cuatro comidas básicas diarias, a la salud gratuita y de calidad, a una fuente laboral genuina o a ningún medio de producción autosustentable. El IMPUESTO A LA RIQUEZA, lejos de profundizar una pretendida grieta ideológica, lo que expone es el grado supremo de la avaricia oligarca, la que Romero conoce, milita y defiende a costa del hambre de su propio pueblo.