«A propósito de Wanda Nara y Mauro Icardi, una mirada feminista sobre las figuras del patriarcado representadas en la espectacularización de la vida privada» analiza la dirigenta política Mónica Macha.
Macha, desgrana el suceso que fue altamente comentado y dice: «Primera figura: Pareja como propiedad privada. Contiene la idea de que una persona cuando está en pareja es propiedad del otro. Una pertenencia. Tiene dueño o dueña. Lo cual demuestra relaciones opresivas y una relación de mercancía con la persona en el mercado afectivo. Las personas no son propiedades»
Continúa en su opinión al respecto y expresa: «Segunda figura: Roba Maridos Si una mujer se siente atraída o le interesa un tipo en pareja enseguida se convierte en “buscona”, “roba maridos”, “zorra”. Todas etiquetas machistas que muchas veces reproducimos entre las mismas mujeres en un enfrentamiento interno. Deja al varón, en este caso, en un modo pasivo, que fue “tentado” y no se pudo “contener” o controlar. Nadie roba a nadie»
Mónica Macha, agrega: «Tercera figura: Intimidad como espectáculo. ¿Por qué hablamos de esto? Porque se hizo público, porque se volvió tema principal de la agenda pública. Desde sus propios protagonistas la intimidad se volvió espectáculo. El escrache, la violación de la privacidad, el derecho a la intimidad, la confianza de la conversación afectiva quedaron destrozados. Revisar celulares, intervenir en el mundo del otro, exponer, señalar, acusar, generar linchamiento simbólico. Lo personal es político, pero también hay cuidados políticos e intimidades políticas».
Concluye su análisis al aseverar: «El patriarcado se encuentra tan entramado en nuestra vida cotidiana que ni siquiera lo vemos. En toda la conversación pública y mediática sobre una pareja hay una naturalización casi total de prácticas violentas, machistas, agresivas, abusivas y dominantes.
Y muchas veces no hace más que demostrar en una escala mayor las escenas de violencia, de relaciones violentas, que viven las parejas en cualquier clase social. Es importante hablar de eso porque esto está mal, nos vuelve crueles y posesivos. El encuentro con el otro es la posibilidad de multiplicar el deseo y la libertad»
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