Derechos HumanosFederalesPolíticaSociedad

Jujuy: El 2021 repite la represión de Morales en Alto Comedero

Jóvenes fueron golpeados, apresados y detenidos por la Policía

Festejar en el barrio periférico de la capital jujeña, no es algo que estuviere permitido por la Policía provincial, aunque mantengan el distanciamiento social, o porten el barbijo, el goce de los pobres vuelve locos a la fuerza bruta del gobierno cambiemita norteño.

El testimonio de un estudiante de abogacía que se encontraba en la madrugada del 1º de enero con sus amigos en un auto, mientras escuchaban música y rapeaban, da cuenta de un fuerte operativo policial para sacarlos del vehículo que estaba detenido en la calle, romper el coche, golpear en la cara a los jóvenes, quitarles sus pertenencias, seguir amedrentándolos, torturarlos hasta provocar convulsiones en uno de ellos y luego detenerlos hasta realizarles actas por supuestas contravenciones.

Además del hecho y la violencia inusitada, volvemos sobre el fondo del problema que es el manejo institucional de la Provincia de Jujuy con un Gobernador que no da cuenta de la inmensa deuda generada al Estado, con una Justicia que está atravesada por las denuncias de corrupción de los más altos cargos y todo tipo de maniobras en contra de los derechos y garantías civiles.

Publicado por la periodista Nadia Ruge, la entrevista mantenida con Marcos, víctima de la golpiza policial, en la misma se describe la situación inhumana padecida por un grupo de personas en ALTO COMEDERO, el barrio popular norteño que para la derecha de Jujuy representa todo lo que ellos quieren reprimir: “Llegué y estaban en la esquina, los fui a saludar un rato, estábamos escuchando algo de música, rapeando, tirando free style un rato. Estábamos bromeando con el auto porque mi amigo recién se lo había comprado. En ese momento llegaron los de infantería de la esquina, Querían abrir sin decir nada la puerta del auto metiendo la mano por la ventanilla. A uno ya lo tenían agarrado de las piernas, pero no podían sacarlo porque se agarraba, entonces lo agarraron del pelo y lo tironearon hasta afuera.

El estudiante, además dijo: “vinieron de manera prepotente, no nos dijeron el por qué, no nos pidieron los papeles de auto, los documentos, nada. Eran cuatro policías y después vinieron más. Cuando nos dimos cuenta los teníamos encima, directamente nos quisieron bajar a la fuerza, no teníamos el auto prendido ni nada. A mi amigo le manotearon la llave, le rompieron la remera, como teníamos la ventanilla media baja nos manotearon de ahí, a mí uno de ellos me rasguñó toda la cara y me arrancó el barbijo. No nos dijeron que bajemos ni nada, y si no bajamos en el acto, fue por miedo. Cuando mi amigo llamaba a su papá, un policía lo basureaba y reparaba, “ay, papá, papá… vos allá (en la comisaría) no vas a durar nada”.

Sucedió que los chicos fueron bajados del automóvil a los golpes, mientras los policías rompían los vidrios, la ropa de las víctimas y la cara de cada uno de ellos porque sí, al parecer con absoluto resentimiento por el hecho de estar cantando en año nuevo; siendo ese acto de goce, felicidad y expresión de libertad, tomado como una afrenta para los policías en ejercicio de una brutalidad absoluta y de una impunidad evidente.

Conforme lo vivido por Marcos, detalló a la periodista que los apilaron en la caja de la camioneta hasta la seccional 33.  Al referirse a ese episodio, Marcos comentó:  “Se burlaron siempre, yo les dije ¡No pueden hacer esto! Estudio abogacía, no pueden hacer esto; Y cuando estábamos arriba de la camioneta, nos empezaron a golpear a todos y a mí me decían -ah, así que vos sos el que estudia? – me dobló el meñique donde tenía las esposas y empezó a pegarme con la macana en la cabeza.”

“Cuando llegamos a la comisaría, me dicen que baje pero yo no podía porque me dolía mucho la pierna, entonces uno me agarró de los pies, abrió la contrapuerta y me tiró al piso de cara. Yo estaba golpeado y esposado. Después nos pusieron contra la pared y nos empezaron a golpear en la espalda. Ahí le decían a mi amigo que aprenda a respetar a la fuerza mientras lo pateaban, yo no podía mirar al costado porque nos pegaban cachetadas para que miremos a la pared, pero sí escuchaba los golpes y vi el charco de sangre. A él le pegaron hasta que empezó a convulsionar. Recién ahí dejaron de pegar.”

Los tuvieron encerrados en un calabozo hasta las once y media de la noche, sin darles al menos el analgésico que pedía por el dolor. Luego los liberaron a cada uno con un acta contravencional.

El estudiante contó:“En el acta que nos entregaron dice que lo que hicieron ellos fue “disipar” el supuesto escándalo que estábamos haciendo. ¡Mentira! porque si hubiera sido así, nos decían que bajemos, que cada uno entre a su casa y listo”.

Esta perpetración institucional en contra de los derechos humanos parte del brazo ejecutor del macrismo aconchabado en Jujuy, con esa policía autora del homicidio de Ariel Valerían -38 años- mecánico, oriundo de la jujeña Monterrico, quien fue golpeado hasta morir por haber salido atrabajar.

Gerardo Morales sabe lo que sucede, tal como también lo conoce el ahora magistrado Ekel Meyer y el Ministro de Seguridad comisario Corro, personaje con antecedentes de violencia y hechos recientes que prueban su inclinación por el accionar represivo, tal como lo hizo hace poco cuando detuvo a los dirigentes del SEOM, Santiago Seillant y Ariel Wayar. https://infobaires24.com.ar/jujuy-en-la-ciudad-de-perico-morales-hizo-detener-a-sindicalista-municipal/

Colabora con Infobaires24
Suscribite a nuestro canal de youtube TIERRA DEL FUEGO

Deja un comentario

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Publicaciones relacionadas

Botón volver arriba

Tiene un bloqueador de publicidad Activo

Por favor desactive su bloqueador de anuncios, Infobaires24 se financia casi en su totalidad con los ingresos de lass publicidades