Hebe no se murió, Hebe vive en el pueblo…..
Al igual que tantos protagonistas de la historia argentina, Hebe (nuestra madre), más allá de su propia existencia, es y será por siempre un estandarte de la resistencia y la lucha conta la injusticia.
La rebeldía, muy propia y lógica de los jóvenes, será lo que recordemos de inmediato cuando pretendamos referirnos a ella, es por siempre un símbolo vivo de lucha, aquella por la que esos hijos de esas madres entregaron sus vidas, igual que ellos, Hebe tomó las mismas banderas, los mismos ideales y consagró su vida a ellos; dejó su vida por esos ideales.
No somos ya un organismo de derechos humanos, sino que conformamos una organización política que abraza la causa Nacional y Popular”
Esta valiente definición la puso en un lugar de exposición política a la que nunca le quitó el cuerpo, convirtiéndola en el blanco favorito de la derecha del sistema y de los medios hegemónicos.
Tan amada como demonizada, Hebe no tiene empacho en mandar a “la puta que lo parió” a cuanto personaje fuera en contra de la causa nacional y popular y de los pobre o de los laburantes.
Por ello es que la amamos, nos hace reflexionar y nos conmueve, no es “modosita ni complaciente” y se le planta de frente a los que ella considera, los enemigos del pueblo.
Con la asunción de Néstor Kirchner a la presidencia de la Argentina fue que Hebe y el resto de las Madres, tomaron posición por un lado de la política, al lado del pueblo, como define ella misma, al lado de Néstor y Cristina.
Lleva cuarenta años como protagonista de nuestra vida política, sin correrse un ápice de sus convicciones, se equivoca, lo reconoce y sigue batallando, y se pone a construir universidades; La estafan, pero construye viviendas, diluvia, pero ella se para en la Plaza a seguir despertando conciencias, la demonizan, pero ella sigue puteando contra el sistema opresor, o simplemente critica su propio espacio cuando nota que se corre de la línea que debieran transitar. Ella siempre está atenta, vigilante, cuidándonos de los “vivos de la política”.
Atrevida, confrontativa, valiente, memoriosa, despojada, amorosa o perro feroz, (según quien estuviera enfrente); Cuando la ves o escuchás resulta imposible no recordar al Diego, o tal vez al mismísimo Néstor, cuando la escuchas es como si te inyectaran claridad para saber bien en que lugar, en qué vereda de la vida debes pararte.
De ahora en más los libros de historia dirán que un 20 de noviembre, a los 93 años murió Hebe de Bonafini y que también conmemoramos el Día de la Soberanía Nacional, (no me vengan con que las casualidades no existen), pero el pueblo argentino, el pueblo peronista, los sectores de Campo Nacional y Popular gritaremos, Hebe no se murió, Hebe vive en el Pueblo la puta madre que lo parió.
