Empresario chileno de pasado nazi apoya a Macri
Quién hubiera pensado meses atrás, que uno de los más poderosos empresarios chilenos se metiera a actuar en la política interna argentina para apoyar abiertamente a Mauricio Macri. Más aún, si se trata de unos de los exponentes pinochetistas más notorios del mundo de los ricos hombres de negocios de ese país.
Escribe Alejandro C. Tarruella
Pinochet y Macri
Lo curioso es que haya decidido involucrarse en la contienda electoral en favor del oficialismo. Así lo consignó el diario “La Nación”, el expresar que el hombre, Horst Paulmann se llama, dijo abiertamente: “Hay que apoyar el programa de Macri. La Argentina necesita un mercado abierto al mundo para que nuestros vecinos vean una Argentina mejor». Dejó trascender ese mensaje por estos días, en un correo electrónico. El empresario chileno que ahora juega en Argentina en favor de Macri es el dueño de Cencosud, propietario de la cadena Jumbo. Y hace algunos años se reveló la pertenencia nazi de su padre, que ocultaba celosamente.
El susodicho Paulmann vivió 20 años en la Argentina, seguramente protegido por la red de apoyo a los refugiados nazis. El empresario analiza la situación argentina en relación con la que vivió el país trasandino, hace tres décadas. Paulmann sostiene que las ideas de los «Chicago boys», que llevó a su gobierno el dictador Augusto Pinochet, precisaron un tiempo antes de imponerse. Ese gobierno militar concentró la riqueza, hizo caer el nivel de la educación (recuérdese que se llegó a implementar la educación en ómnibus al paso), la cultura y la vivienda, pero los ricos –como el presidente Sebastián Piñera y el propio Paulmann- construyeron su fortuna sobre el derrumbe de las condiciones del pueblo.
Para ganar, despedir
Llama la atención, en todo caso, que el dueño de Jumbo dé su apoyo a Macri y compare a su gobierno con la dictadura del general Augusto Pinochet, cuando se aplicaron las medidas que Paulmann identifica con las que impone el hijo de Franco. Fiel a ese sistema, que actuó durante 17 años fuera de la ley, Jumbo está echando personal y “ofrece” a casi el conjunto de sus empleados despidos encubiertos por medio de “retiros voluntarios” y aprietes de sus ejecutivos, que no son a libre elección de sus víctimas.
Horst Paulmann dijo abiertamente: “Hay que apoyar el programa de Macri. La Argentina necesita un mercado abierto al mundo para que nuestros vecinos vean una Argentina mejor»
El Indec informó recientemente que los supermercados como Jumbo van por los ocho meses consecutivos sin verificar una suba de las ventas. En febrero, para señalar un punto en el camino, cayeron 12,1% en relación al mismo período de 2018.
Recordemos que muchos de esos empresarios, como el gobierno militar de Pinochet que les dio el poder económico que sustentan, apoyaron a Inglaterra en la guerra de las Malvinas. Seguramente, serán en la campaña presidencial aportantes económicos al nuevo intento de Mauricio Macri, cuando aparece cuestionado y en decadencia.
Ahí vienen los nazis
En 2012, se reveló en Chile que el padre del empresario tenía un estridente pasado nazi como administrador de negocios que su hijo ocultaba. Se recordó entonces que Jumbo Chile, Paulmann, vendía mercaderías a la Colonia Dignidad, que operó como centro de torturas a opositores a Pinochet por agentes provenientes del nazismo residual sostenido por el régimen.
El vínculo con la colonia, clausurada en democracia y sometidos a la justicia sus responsables, dejó en claro la continuidad de la pertenencia nazi en tierras americanas
Esa revelación se consignó en la prensa chilena el mismo año en que el socio político de Macri comprara Carrefour en Colombia por 2.200 millones de dólares. Paulmann huyó de Alemania hacia Italia al caer derrotado el nazismo. Lo hizo en 1948 con su madre y seis hermanos, con quienes cruzó los Apeninos para recibir el apoyo de las redes nazis que operaban la salida hacia Suramérica. Ese mismo año, medios chilenos estimaron su fortuna en 10.500 millones de dólares.
“El Mostrador”, medio digital de reconocido prestigio en Chile, afirmó en 2012 que los Paulmann huyeron de Alemania debido a que Karl Werner, padre de Horst, fugitivo nazi, era buscado por la policía y la justicia, porque en el régimen de Hitler fue juez de las SS en el juzgamiento fuera de la ley de miles de judíos prisioneros. A principios de ese año, Paulmann fue considerado persona non grata en su ciudad natal, Kassel, en razón de sus antecedentes ligados al genocidio nazi.
Previamente, el escándalo motivó que el Club de Leones de Kassel suspendiera la cena anual «Hermanos Grimm» de 2012 en el hotel Gude. El académico de la Universidad de Kassel Christoph Scherrer justificó el hecho: «Cencosud ha estado en el debate a través de escándalos, que representan una vulneración de las normas laborales fundamentales de la Organización Internacional del Trabajo. Han sido encerrados trabajadores en Santa Isabel durante la noche para evitar robos”, expresó en ese momento.
Los Paulmann huyeron de Alemania debido a que Karl Werner, padre de Horst, fugitivo nazi, era buscado por la policía y la justicia
El diario Süddeutsche Zeitung, medio impreso de prestigio en Alemania, se ocupó del empresario como «Der Profiteur», que se traduce como «El Aprovechador». Y marcaba la cercanía de Paulmann con Augusto Pinochet y con Colonia Dignidad, reseñando la política antisindical en sus empresas. El medio lo señaló segundo hombre más rico de Chile y sexto en Alemania según la revista Forbes.
Consultado en su momento Jan Stehle, integrante del Centro de Investigación y Documentación Chile-Latinoamérica (FDCL) de Berlín, expresó sobre el caso que “La opinión pública alemana está muy sensibilizada respecto de las violaciones de derechos humanos ocurridas durante la dictadura chilena y especialmente del oscuro capítulo chileno-alemán, Colonia Dignidad”. Es sorprendente cómo, en la continuidad de la historia, el empresario protagonice en Argentina el apoyo al régimen macrista.