Dos años en la convicción de recuperar el camino que merecemos
El director Ignacio Campos y el subdirector Alejandro Tarruela plasman su pensamiento de dos años que no han sido fáciles.
Infobaires24 es un sentimiento profundo que cumple dos años. Un viento ronco, que se hace oír raspando el pecho como si fuese una extraña guitarra que recorre el país y canta. Y canta las cosas que nos pasan, aquello que es nuestra alegría pero también nuestro padecer en tiempos de adversidad. Es cierto que nacimos imaginando la continuidad de un tiempo histórico de reivindicaciones que nos llevaban a consolidar un proyecto político común, sensible a las necesidades del pueblo. Qué se proyectaba en obras, en realizaciones que encontrábamos a cada paso en todo el país.
Recorríamos comunas, pueblos, ciudades, la casa de un compañero en la suma de las voluntades que iban a hacer posible el proyecto. Teníamos delante nuestro una elección difícil, peleada donde intereses de adentro y de afuera nos exigían un esfuerzo mayor. Entonces pensamos en la herramienta de un sitio digital de noticias que representara a ese proyecto, a ese momento histórico, que respirara el mismo oxígeno de las mayorías nacionales. Mirábamos el continente y encontrábamos que Brasil, Uruguay, Venezuela y Bolivia, tenían objetivos comunes, buscaban alcanzar un horizonte de transformación continental que hurgaba en los objetivos que había trazado Néstor y sostenía Cristina. Allí navegábamos con la fe intacta y el esfuerzo del día a día.
Había que crear títulos, analizar información, buscar la diferencia de contenidos políticos en los municipios, alentar una mirada sobre la cultura que fuese diferente de la que lanzaban los mercados. Cultura nacional con proyección continental y una escritura corajuda que abundara en su registro testimonial fueron diferenciándonos. El camino era arduo, pesaroso, inevitable.
Cuando Infobaires24 ganó la calle a través de las pantallas la respuesta fue cálida y contundente. De inmediato se nos vio como una voz diferente que a su vez se integraba a una corriente que desandaba las redes corporativas de uso social e iba ganando el corazón de los lectores. Más de una vez, se cayeron los “caños” de salida de la información porque preveíamos un número de seguidores compañeros y otros, pero no nos alcanzaba para compartir con todos nuestra información. Y había que perder horas de contacto para reponer un “caño” mejor dotado. Al volver, se integraban muchos más compañeros buscando es voz común que nos hizo no ya expresión de una redacción o un grupo, sino de una comunidad de intereses sensibles que se expresaba a través nuestro.
No fue fácil. Había que obtener medios una vez caída la elección en medios donde no había medios, perdonando las reiteraciones. Pero dábamos fe de un quehacer informativo que iba, paso a paso, confirmando aquella convicción del principio cuando nos juntamos a comer algo y tomar unos vinos con el grupo inicial para confirmar que salíamos al ruedo. Y tan fuerte sonamos, como un cantor popular de esos que lo hacen al pie de un cerro, que hasta sufrimos intervenciones ilegales, tal vez apañadas desde alguna oficina oficial, molesta quizá con un hacer cuyos relatos no les caían bien. Nunca hizo mella en nosotros un episodio adverso, y que los hubo, los hubo, ni una acción que nos tirara del aire por un día o dos. Jamás se nos ocurrió por una razón u otra, dejar el camino recorrido.
Por eso estamos aquí. Convencidos que la democracia, el proyecto nacional de registro continental y regional, se logra en un colectivo que escribe, se expresa, y revela que estamos en la brecha. Nos referenciamos en Dorrego, en Jauretche, en Evita, en Scalabrini Ortíz, en Yrigoyen y Perón, en José Hernández y Carlos Guido y Spano, y contamos con ideas como las de Iciar y Aritz Recalde que están en ese rumbo, y no desechamos a Yupanqui, Castilla, Ica Novo, Spinetta, el Indio Solari y Peteco Carabajal. Sin olvidar a Capussotto. Quienes nos siguen e interactúan con nosotros sabemos que propiciamos una transformación en serio, no un repintado de la pared de la que fluye la humedad, y no transamos ante el hambre, los despidos, el cierre de las fuentes de trabajo. Somos laburantes y nunca especuladores. Eso explica a Infobaires24.
A dos años de comenzar este derrotero, reafirmamos así nuestro cometido junto a los más necesitados, los desvalidos de hoy que casi no tienen voz. Nuestra palabra es la voz de los muchos quieren callar. Estamos aquí para reafirmar estos valores que son los que llevan a la “juntada” del más abajo mientras procuramos, con la palabra como hecho, como lugar de acción, dar un paso más a la recuperación de un tiempo político, social y cultural que nos ponga nuevamente en el camino del 17 de Octubre. Por eso celebramos sin estridencias pero con convicción estos primeros dos años. Junto a Ustedes.