La diputada libertaria que visitó a Astiz: “Menem y La Rosada dieron el OK”
Bien habla de un país que la visita de legisladores de La Libertad Avanza a genocidas de la talla de Alfredo Astiz continúe despertando críticas y alarmas. Al respecto, una de las implicadas en el tour represor afirmó que contaban con la autorización de la Casa Rosada y del presidente de la Cámara de Diputados, Martín Menem.
“La convocatoria a esta visita por (el diputado de LLA) Beltrán Benedit fue con motivo humanitario. El objetivo era recorrer la cárcel y estar en contacto con presos. Calculé que presos comunes y conocer las instalaciones”, explicó la legisladora Rocío Bonacci.
A raíz de lo que vi en el programa QR conducido @carusopablo en vivo anoche por @A24COM y las palabras de @Juli_Strada Si, quiero dejar en claro que no coincido con la posición política expresada por Beltrán Benedit respecto a los presos de lesa humanidad realizada en forma… pic.twitter.com/b6uI0FBAXp
— Rocío Belén Bonacci (@RocioBonacci) July 20, 2024
“Fui engañada”
“Sentí un engaño desde que no se me proporcionó la información completa del objetivo de la visita. Hablé tres veces con mi compañero de bloque (Benedit) pero la información se me proporcionó llegando al penal”, adujo en diálogo con un canal de televisión rosarino.
Al respecto, continuó remarcando distancias ideológicas con su compañero de bloque. A pesar de ello, decidió continuar participando de la visita a represores.
“No comulgo con las ideas que propone Beltrán (Benedit). No reivindico a estos genocidas de la época de la dictadura”, expresó, y reveló que el motivo principal de la charla fue que “existen presos de lesa humanidad con más de 70 años”.
“Menem y Casa Rosada lo sabían”
Luego, Bonacci reveló que la visita a Ezeiza y la reunión con los represores tenía la autorización del presidente de la Cámara de Diputados, Martín Menem. “Compartimos una llamada telefónica de 10 minutos (con Menem) para plantearle mi postura (de rechazo a la visita)”, aseguró, y explicó que “la visita se convocó desde una combi oficial que se pide a la cámara teniendo el okay dado desde Presidencia (de Diputados)”.
En esa línea, Bonacci también dio a conocer que la visita a los represores tenía autorización del propio poder ejecutivo. “Tenía aparentemente el okay de Martín Menem y de Casa Rosada”.