Colombia asegura que «se dificulta» el diálogo luego de que Maduro cerrara otro paso fronterizo

El gobierno de Colombia advirtió que «se dificulta» la posibilidad de que el presidente Juan Manuel Santos dialogue con su colega de Venezuela, Nicolás Maduro, luego de que éste ordenara anoche el cierre de otro paso fronterizo entre los dos países y pusiera nuevas condiciones a ese eventual encuentro.

Mientras tanto, la suma de colombianos deportados y regresados voluntariamente a su país desde Venezuela desde el 21 de agosto pasado ya superó los 20.000, según datos de la Organización de Naciones Unidas (ONU).

«Con declaraciones y decisiones como las que anoche tomó el presidente Maduro, que ofenden la dignidad del pueblo colombiano, se dificulta ese diálogo y pareciera no existir un real interés del gobierno venezolano en solucionar la crisis», afirmó el ministro del Interior, Juan Fernando Cristo.

Maduro anunció anoche que ordenó el cierre del paso Paraguachón y declaró el estado de excepción -que suspende las garantías constitucionales- en tres municipios, todo ello en el estado Zulia, adonde desplazó 3.000 efectivos militares.

Asimismo, dijo que se reuniría con Santos con la mediación de los gobiernos de la Argentina y Brasil, horas después de que el mandatario colombiano afirmara que había aceptado los «buenos oficios» del presidente de Uruguay, Tabaré Vázquez, para procurar un encuentro con Maduro eventualmente en territorio uruguayo.

«He aceptado la mediación del gobierno de Brasil y de Argentina, que me propusieron a nombre de la presidenta Dilma Rousseff y la presidenta Cristina Fernández una reunión en Manaos o en Buenos Aires entre usted, Santos, y yo», dijo Maduro en el palacio presidencial de Miraflores, en declaraciones transmitidas por la televisora estatal VTV.

«Yo le tiendo mi mano para restituir un diálogo respetuoso, de altura, entre dos jefes de Estado; le he dicho a usted, sin condiciones; aquí el único que puede poner condiciones soy yo porque son ustedes los agresores, así que elimine usted el ataque a la moneda, acabe con el contrabando de extracción de Venezuela hacia Colombia y con los paramilitares», agregó.

Maduro volvió a acusar a Santos de formar parte de una supuesta conspiración llevada adelante en Colombia para derrocarlo.

«Desde Bogotá se conspira para destruirme y destruir la revolución bolivariana; no podrán ni lo uno ni lo otro; está a tiempo todavía, presidente Santos, de rectificar todas las campañas de odio y de mentiras que ha permitido que circulen y que en sus declaraciones repite; ¿usted cree que puede destruirme a mí y a la revolución bolivariana?», sostuvo.

El ministro Cristo indicó que la declaración de anoche de Maduro es «lamentable» y sigue «ofendiendo al presidente Santos», y remarcó que «francamente hay que rechazar ese lenguaje y esos términos» con los que «se insiste» en «la decisión equivocada de cerrar fronteras, supuestamente para combatir el contrabando y las bandas criminales».

«No es cerrando puentes y fronteras, sino ampliando, mejorando y fortaleciendo la cooperación binacional como podemos tener éxito en la lucha contra el contrabando y la presencia de bandas criminales en la frontera», agregó el ministro.

Santos había respondido elípticamente a Maduro un poco más temprano, durante la inauguración de una planta de ensamblaje de motocicletas en Villa Rica, en el departamento Cauca.

Allí dijo que el de Colombia es «un gobierno decente, un gobierno que respeta las leyes nacionales e internacionales, un gobierno que respeta las diferencias, un gobierno que cuando llegan insultos no va a responder esos insultos».

«Hay una frase que usábamos mucho en el gobierno: a palabras insensatas, oídos sordos; no nos dejamos provocar; todo lo contrario, cuando nos atacan, lo que hacemos es reafirmar nuestros principios y nuestros valores», añadió Santos.

Colombia y Venezuela atraviesan un serio conflicto diplomático desde que el 19 de agosto pasado, tras un incidente armado que dejó cuatro heridos en la ciudad limítrofe San Antonio de Táchira, Caracas cerró la frontera.

Dos días después, Maduro decretó el estado de excepción en la región limítrofe del estado Táchira y la deportación de cientos de colombianos. Colombia denunció que en ese proceso Venezuela violó derechos humanos.

Paralelamente, miles de colombianos regresaron voluntariamente a su país por temor a represalias, lo que generó problemas humanitarios para atenderlos, según el gobierno de Colombia y organismos internacionales.

Hasta hoy eran 1.467 los colombianos expulsados por Venezuela y 18.619 los que abandonaron voluntariamente ese país en medio de la crisis de la frontera, lo que suma 20.086 personas, según reportó la Oficina de Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (Ocha).(Fuente: Telam)