Caso Extornelli. La injerencia de los EEUU es obscena, el estado de Derecho, desaparecido (*)
El grado de podredumbre de la justicia federal asusta. Demuestra que el estado de Derecho está clínicamente muerto y que la injerencia de los Estados Unidos en el Poder Judicial es obscena.
Algo que podía esperarse desde que tan pronto la Cámara de Senadores de los Estados Unidos aprobó hace casi exactamente un año el nombramiento del ex juez tejano Edward Prado como embajador en la Argentina éste proclamó su voluntad de “asistir” de todas las maneras posibles al Poder Judicial en general y a los fiscales federales en particular.
Dijo Prado entonces: “El gobierno del presidente Macri puso el foco en la investigación de estos horribles actos terroristas (los atentados a la Embajada de Israel y la AMIA) y también en la muerte sospechosa y oscura de Alberto Nisman, que investigaba el caso AMIA. Espero llegar allí y ayudar en estas investigaciones de todas las maneras que pueda, con toda la asistencia que podamos dar a los fiscales y al Poder Judicial”.
La frase encabeza mi último libro La infAMIA (Colihue). El fin del juicio por el encubrimiento a los asesinos de 85 personas en la AMIA demostró lo que veníamos diciendo desde hacía mucho: que se trataba de un nuevo encubrimiento, el encubrimiento al cuadrado.
Y el motivo no es otro que en los atentados estuvieron involucrados agentes de inteligencia de Israel, Estados Unidos y por supuesto de Argentina, ya que los atentados fueron cometidos por mano de obra mercenaria local.
Ahora nos encontramos con que Estados Unidos asistía a su superagente D’Alessio para que cometiera una larga serie de delitos en obvia complicidad con el fiscal Extornelli y, según parece, con el juez Claudio Bonadío.
(*) Artículo publicado en Pájaro Rojo por Juan José Salinas.