Bonadio y Sturzenegger imputados por el dólar a futuro
El presidente del Banco Central y el juez federal habilitaron el pago de los contratos a futuro tras la brutal devaluación del macrismo. Funcionarios del Gobierno se beneficiaron con la corrida.
El presidente del Banco Central, Federico Sturzenegger, y el juez Claudio Bonadío quedaron hoy imputados por habilitar el pago de los contratos dólar futuro incrementados tras la devaluación ordenada por el gobierno de Mauricio Macri. El fiscal federal Jorge Di Lello los acusa de los delitos de defraudación por administración fraudulenta, abuso de autoridad, violación a los deberes de funcionario público, prevaricato, estafa procesal y privación ilegal de la libertad, a partir de la denuncia de un grupo de diputados del Frente para la Victoria (FpV) encabezado por Héctor Recalde.
Este miércoles, Di Lello requirió al juez federal Sergio Torres abrir la investigación contra Sturzenegger y Bonadío, ya que hay sospechas y motivos suficientes para indagarlos por las operaciones de dólares a futuro “en perjuicio de los intereses estatales y en favor de particulares”.
Los diputados argumentaron que el pago de los contratos de dólares a futuro fue realizado por la actual conducción del Banco Central y autorizados por el propio Bonadio luego de la devaluación llevada adelante por el Gobierno de Cambiemos, tras la renuncia de Alejandro Vanoli.
En la indagatoria de la ex presidenta Cristina de Kirchner y del ex ministro de Economía, Axel Kicillof, se denunció que la gestión de Sturzenegger fue responsable de las pérdidas generadas por las operatorias de venta de dólar a futuro a raíz de la “megadevaluación” de Mauricio Macri.
La lista de allegados al presidente que se beneficiaron con decenas de millones de dólares gracias a estas maniobras incluye a funcionarios nacionales como Mario Quintana, dirigentes del PRO como José Torello y empresarios de extrema confianza del mandatario como Nicolás Caputo. También la familia Macri hizo operaciones con dólar futuro, a través de Socma.
Torres deberá resolver ahora si impulsa la investigación contra Sturzenegger y Bonadio, y si acepta el pedido de Cristina Fernández de ser querellante en la causa.