Rusia anuncia un embargo alimentario a Ucrania
A partir del 1° de enero impondrá a Ucrania aranceles y un embargo alimentario, como represalia por sumarse a las sanciones económicas occidentales, en un nuevo capítulo de la guerra comercial desatada la semana pasada entre Moscú y Kiev.
«Ucrania ha dicho que desde los primeros días de 2016 comenzará a aplicar la parte económica del Acuerdo de Asociación con la Unión Europea (UE). En esas condiciones debemos proteger nuestro mercado y a nuestros productores», dijo el primer ministro ruso, Dmitri Medvedev, a medios locales citados por la agencia de noticias EFE.
El premier aludió así a la decisión del bloque europeo que el viernes pasado amplió por otros seis meses las sanciones económicas a Rusia que vencían el 31 de enero por su implicación en la crisis en el este de Ucrania, según indicaron fuentes comunitarias.
En concreto, y en respuesta a la decisión ucraniana, Rusia anulará las preferencias comerciales de las que disfrutaba Ucrania, que se beneficiaba hasta ahora de la tarifa aduanera única existente en el marco de la postsoviética Comunidad de Estados Independientes (CEI).
Medvedev, quien dijo que el objetivo es impedir la entrada en Rusia de productos baratos de otros países con etiquetado ucraniano, aseguró que las últimas rondas de consultas con Ucrania y la UE no habían logrado limar las diferencias.
La medida extiende la ríspida semana pasada en la que ambas capitales se trenzaron en una guerra comercial.
El miércoles pasado, el presidente de Rusia, Vladimir Putin, promulgó el decreto de la suspensión del acuerdo de libre comercio, sólo horas después que este país adelantara que impondrá un bloqueo comercial a la península de Crimea, anexionada por Rusia en marzo de 2014 tras un referendo en el marco de fuertes críticas de varias potencias occidentales.
Nuestros colegas ucranianos no tienen ninguna oportunidad de ganar un hipotético proceso judicial
Dos días después, Rusia anunció que demandará a Ucrania ante los tribunales internacionales dentro de diez días, si antes no paga la deuda de 3.000 millones de dólares por un crédito concedido en 2013.
El anunció ruso tiene lugar pocas horas después de que Ucrania impusiera una moratoria al pago de esta deuda con Rusia que vence el fin de semana y suspendió cualquier pago hasta que Moscú «estudie las propuestas» de reestructuración de Kiev o hasta que «haya una decisión judicial».
«Nuestros colegas ucranianos no tienen ninguna oportunidad de ganar un hipotético proceso judicial», declaró Serguei Storchak, viceministro de Finanzas ruso, a la televisión pública.
El origen de la deuda es un crédito de 15 mil millones concedido a Ucrania en diciembre de 2013, y del que Kiev sólo recibió el primer tramo de 3 mil millones.
En noviembre de 2015, Kiev había renunciado a firmar el Acuerdo de Asociación con la Unión Europea, lo que provocó una ola de protestas que desembocaron en el derrocamiento del entonces presidente ucraniano, Viktor Yanukovich, aliado de Moscú, el brusco giro pro-europeo de las nuevas autoridades políticas ucranianas y su distanciamiento de Rusia.
