
Macri y el fraude de la verdad
Escribe Alejandro C. Tarruella, exclusivo para InfoBaires24
Por momentos Mauricio Macri parece repetir lo dicho por Yabrán: “el poder es impunidad”. Lo hizo en los noventa cuando procesado por contrabando logro convencer (vaya uno a saber cómo) a los “amigos” de la justicia para salir airoso de un negocio con automóviles. Tal vez por eso, convencido de su impunidad, sobre palabras de su jefe de campaña Durán Barba, ha decidido que las elecciones son algo perverso para el alma humana y por lo tanto, si el no obtiene el poder (la impunidad) todo lo que suceda, una derrota electoral por ejemplo, está viciado de nulidad.
De puro poderoso, el hombre que no conoce impedimentos para sus deseos, se lanza ahora a imponer que cada elección que se realice sea fraudulenta porque él lo afirma. Como Ahab el navegante, personaje del Moby Dick de Melville (seguramente Macri supone que “Moby Dick”, es un libro del escritor Walt Disney), busca a esa criatura malvada llamada democracia y odia.
Odia sin recurso de salvación y cree que la única verdad es la venganza. Así como en la antigüedad se estimaba que los hombres eran perseguidos por los dioses, como Odiseo era perseguido por Poseidón, él cree ahora que puede perseguir a Manzur, a Aníbal Fernández, a Daniel Scioli y a quien sea para aplacar su sed de poder. Como Ahab entonces, podría exclamar: Yo soy el lugarteniente del destino. ¡Ejecuto órdenes!” (se lo lee en el “Moby Dick” de Melville, no el de Disney). Órdenes basadas, si de Macri se trata, en los delirios de Durán Barba, el hombre que cree que la verdad es una dificultad que hay que expulsar.
El arte sirve a la política muchas veces para exponer una situación dada en un marco de metáforas, con cierta creatividad. Y recordar entonces, que el poeta latino Horacio (no Rodríguez Larreta) advertía: “Acuérdate de conservar en los acontecimientos graves la mente serena”. Sucede en estos momentos, que la técnica del nihilismo que desacredita a la democracia, se las ha tomado con la provincia de Tucumán en un ensayo que intenta romper el resultado del comicio. Allí Juan Manzur venció al candidato del Acuerdo del Bicentenario José Cano (Macri, UCR y otros) y ahora se trata, al modo de acción que se utiliza en Venezuela, en Brasil o en Ecuador, de imponer un estado de violencia que impida la reflexión. La Junta Electoral de esa provincia, que rigió el acto, expresó que no anulará la elección porque no hubo fraude, y hará el trámite de consolidar los datos originales y nada más.
La marcha de Tucumán que comenzó el lunes a las 19,30 hs. y llevaba como consigna el fraude. Es curioso que no haya ninguna denuncia formal ante la justicia, y que todo el peso de la reacción se pone en los grupos movilizados incluso con presiones de ONG, que no son del país.
Es curioso que no haya ninguna denuncia formal ante la justicia, y que todo el peso de la reacción se pone en los grupos movilizados incluso con presiones de ONG, que no son del país
Pero la movilización por el fraude no se inició en Tucumán. Semanas antes de las elecciones, por indicaciones emanadas del PRO, se instaló el fantasma del fraude. Era una fuga hacia adelante, como sucede con los paranoicos. Y circulan tantas mentiras como granos de arena, como dice un viejo proverbio alemán. Que es lo que sucede y puede resistir incluso la prueba de la verdad.
Ayer en la Nueve de Julio, al mediodía, grupos que no vagaban el centro de la ciudad de modo muy seguido, volvieron a parar el tránsito para movilizarse con un detalle. La gente que veía detener el tránsito porque los grupos se detenían, no eran muy numerosos, no sabía que es lo que reclamaban.
Alguien entonces, comenzó a apoyar incluso económicamente a grupos de la izquierda dura, la CCC (Corriente Clasista y Combativa que apoyo a la Sociedad Rural en el conflicto del campo) a los fines de instalar un clima de desencuentro en el tiempo electoral de recambio presidencial. Por ahí viene la estrategia con base en el PRO.
Esta es la base, sobre Macri se prende Sergio Massa, o aparecen esporádicamente restos de la colisión Cívica planteando más o menos lo mismo, o lo contrario de lo que decían la otra semana. Macri, que pidió no entregar YPF, el Anses, etc., ya dice lo contrario. Massa ofrece leyes duras pero en escasas ocasiones ocupa su banca en el Congreso (hay que recordar que allí se presentan los proyectos de ley) y en general, todos hacen parodias de campaña al estilo de María Eugenia Vidal, que calzó botas nuevas para posar en un charco y luego de despojarse de ellas, se montó en los esquíes de la buena vida en Bariloche.
A la población, Daniel Scioli lo hace con particular sabiduría, hay que procurar informarla y evitar que se meta en el pico de tensión sobre el que cabalga la desesperanza. Qué es la poción negativa que ofrecen los candidatos que hoy por hoy pierden por falta de propuestas. Ellos mismos tienen riesgos como le sucedió a Del Sel, que de tanto hacer una parodia fuera del escenario (el ejercicio político no es moco e’pavo) acabó sustituyendo a Durán Barba por un psicólogo.
En la medida en que se acerque la jornada electoral definitiva, el peso mediático negativo, los efectos de los dineros que los buitres ponen en la calle para que gran parte de la oposición sirva a sus intereses (recordemos a Miguel Ángel Broda pidiendo un ajuste mediante golpes y que Laura Alonso y Patricia Bullrich reciben fondos por esa vía), las opiniones de los presuntos periodistas (voceros corporativos) irán trazando panoramas negros.
En la medida en que se acerque la jornada electoral definitiva, las opiniones de los presuntos periodistas irán trazando panoramas negros.
Y lo cierto es que Argentina tiene una situación diferente en la región. Salario, paritarias, salud, educación, vivienda, infraestructura, avance científico y liderazgo político son parte de la realidad nacional presente. Es cierto que faltan muchas cosas, que hay sectores que precisan más apoyo del Estado y no es menos cierto, que el liderazgo de Cristina y la continuidad de la fórmula Scioli-Zannini garantizan los cambios reclamados.





