El 17
Será la primera movilización masiva del Frente de Todos tras la pandemia. La esperanza por la reconstrucción de la vida en contra de la normalización de la muerte. Todas y todos vacunados por el Estado Nacional con dos dosis contra el Covid en un mundo que recrea un nuevo modelo de capitalismo en su fase de descomposición social.
El auge de las ultraderechas en Brasil, Chile, Perú, Bolivia y la Argentina es más que un síntoma de manipulación de las emociones por la hegemonía mediática y las redes sociales. Las plataformas de Internet modelan un sujeto sin lazos solidarios y pertenencia colectiva. Seres alienados en busca del tiempo perdido.
El 17 de octubre puede ser un nuevo comienzo. El logro de la supervivencia a la pandemia (macrista, primero, y después el virus) que nos dejó sin la mayor herramienta de defensa y resistencia del movimiento popular que es la movilización en las calles.
Cualquiera sea el resultado de las elecciones legislativas de noviembre lo mejor que puede pasarle al peronismo y al kirchnerismo -que son lo mismo- sería accionar desde su propia identidad sin claudicaciones de forma.
Hay demasiados desafíos por delante: la distribución de la riqueza, el precio de los alimentos en un país que puede nutrir a 400 millones de personas, la ampliación a 9 miembros de la Corte Suprema de Justicia, la asunción de un procurador para terminar con el reinado de Eduardo Casal, la lucha contra los poderes fácticos que reglamentan la negociación por los 100 mil millones de dólares de deuda que tomó Mauricio Macri con el FMI, la constante negociación con la Agroindustria, acostumbrada a imponer sus contratos de renta dolarizada en territorio argentino con fuga y evasión incluidas. Ni hablar del control de los puertos en manos de multinacionales y la depredación pesquera en el Atlántico Sur, bajo amenaza por las pretensiones expansivas de la derecha chilena en sociedad con el Reino Unido y su enclave colonial en nuestras Islas Malvinas. La libertad de Milagro Sala, injustamente presa en Jujuy.
Son tiempos en que la derecha de unifica para regresar a una lógica antipolitítica como en la década infame. La derecha viene por los derechos laborales y los trabajadores. Buscan una esclavitud moderna en nombre de la palabra libertad que han ultrajado de una forma vergonzosa. En eso Juntos con Horacio Rodríguez Larreta y María Eugenia Vidal coinciden con Milei: el vaciamiento del Estado como regulador para empoderar al dios del mercado.
El mismo mercado que gobernó hasta 2019 y nos dejó una Argentina fundida y endeudada por sus dueños con la mitad de la población en la pobreza. Es verdad aunque usted no lo crea.
Ojalá después del 17, el Gobierno logre comunicar más y mejor sus acciones ante una prensa comercial decidida a desgastar y destruir la única alternativa ante el neoliberalismo y sus versiones disonantes, que ni siquiera conjugan los verbos en pantalla durante los debates de TN.
Los desafíos son tan profundos y complejos que podrían resumirse en la importancia de un instante. El futuro es ahora.
