Guillermo Cara propone crear una comisión para el cuidado de los arroyos platenses
El Concejal Guillermo Cara presentará un proyecto para crear una comisión sobre los arroyos y cursos de agua que transitan por el distrito de La Plata, en lo concerniente a su calidad de agua y nivel de contaminación. El edil tiene un fuerte trabajo en temas ambientales, y ya había escrito un pedido para que el intendente garantice acciones para frenar la contaminación de los arroyos y actúe por su mantenimiento.
Según detalló el concejal peronista, «estos pedidos se originan en las quejas de los vecinos y vecinas que habitan en las inmediaciones de distintos arroyos de nuestra Ciudad, quienes han manifestado su preocupación por el estado de contaminación que presentan tales cursos de agua ocasionada por desechos vertidos a los arroyos por distintas industrias y por dos barrios privados de la zona». Cabe destacar que las consecuencias más palpables son la presencia de olor nauseabundo por donde el arroyo transita y la presencia de desechos en los cursos de agua en cuestión. A largo plazo esta contaminación tiene fuertes y negativas implicancias para la salud de quienes a ella se exponen».
El Instituto IPEJUS (Instituto de Pensamiento para la Justicia Social) -que preside el dirigente- cuenta con estudios técnicos sobre el tema. Se destaca que la vertiente del Río de la Plata está integrada parcialmente por la cuenca del arroyo Pereyra, y totalmente por las cuencas de los arroyos Carnaval, Martín, Rodríguez, Don Carlos, del Gato, Pérez, Regimiento, Jardín Zoológico, Circunvalación, Maldonado, Garibaldi y El Pescado. También, el centro de investigaciones afirma que «el impacto antrópico sobre las aguas de los arroyos es importante, existiendo en algunos tramos un fuerte desarrollo de la agricultura intensiva, mientras que otros segmentos atraviesan zonas moderadamente pobladas. Actualmente, existen arroyos que transitan dentro de los límites de un barrio privado, sufriendo importantes modificaciones. Incluso se detectan casos en los que ha sido alterada artificialmente su profundidad y en los que se ha modificado el recorrido natural, mediante la construcción de un dique de contención con el propósito de embalsar sus aguas para crear un lago artificial».
En la ciudad de La Plata, históricamente los cursos arroyos se adaptaron al medio urbano, con una lógica inversa a la sustentabilidad ambiental. Actualmente, con el incremento notable del espacio construido se realizan inversiones de relieve por construcción de viviendas de distinto tipo, obras viales y emplazamiento de complejos barriales en la planicie de inundación de los arroyos que modifican el paisaje original y dificultan el drenaje de las aguas pluviales. La ciudad de La Plata se abastece en un 60% de agua subterránea, (Acuífero Puelche) , y el 40% de agua potable restante lo aporta la planta potabilizadora, que toma el agua del Río de la Plata. «Es evidente que la potencial filtración de contaminantes a la zona de recarga de los acuíferos o el aporte de ellos a la zona de toma del Río de La Plata constituyen factores de riesgo que es necesario controlar y monitorear», declaró Cara.
Arroyos como el Rodríguez, reciben desechos de numerosas industrias (plástica, embotelladora, química, matadero y frigorífico), que originan productos que aportan metales y materia orgánica al sistema, por ello no se descartan las descargas clandestinas. Mientras tanto, el arroyo El Pescado recibe desechos orgánicos descompuestos por bacterias que usan oxígeno para biodegradarlos. Estas bacterias, pueden agotar el oxígeno del agua, matando así las formas de vida acuáticas. Los nutrientes vegetales pueden ocasionar el crecimiento excesivo de plantas acuáticas que después mueren y se descomponen, agotando el oxígeno del agua y de este modo causan la muerte de las especies marinas (zona muerta). Se suman a estos compuestos desechos vertidos a los arroyos por distintas industrias, petróleo, plásticos, plaguicidas, y detergentes.
Las causas de la contaminación del agua son, la carencia de servicios de saneamiento, el vertido de aguas residuales sin tratamiento previo o bien con tratamiento inadecuado generando principalmente contaminación fecal de los cuerpos de agua. El concejal Guillermo Cara, quien se encuentra trabajando fuertemente en la cuestión ambiental, entiende que la problemática es estructural, y recomienda «investigar para determinar cuáles son las causantes de la contaminación de manera detallada. Debemos exigir al municipio que realice las tareas de control a las que está obligado, y que se involucre en los proyectos de saneamiento e higiene ambiental ya existentes. Es imprescindible trabajar de manera conjunta con instituciones públicas, provinciales y nacionales que nos permitan armar un plan de contingencia».