Para la libertad
Al día de hoy, Milagro Sala lleva 1849 días privada de su libertad. Su detención constituye uno de los hechos más injustos que nos dejó el nefasto gobierno de los cuatro años de macrismo.
Por Alma Rodríguez
Innumerables son las acciones que se llevaron a cabo desde el primer día en que Milagro fue encarcelada: se conformó un Comité por su libertad, se hicieron marchas, reclamos, apelaciones, cartas abiertas, se hizo campaña en las redes, se filmó una película, y hasta hay quienes compusieron una canción reclamando por su libertad. Toda acción, por más pequeña que sea, ha servido y sirve para contribuir con el pedido desesperado de justicia y libertad. Mucho fue dicho por medio de diferentes vías y formas de manifestación; el reclamo y los gritos a viva voz tomaron diferentes formas: jurídicas, callejeras y artísticas.
La literatura y la ilustración son dos de las tantas formas que existen desde siempre para expresarnos y para contar muchas de las cosas que imaginamos o que nos pasan. Graciela Rendón, escritora, y Stella Acosta, ilustradora, son dos artistas neuquinas quienes a partir de su compromiso incesante decidieron escribir un libro que hable sobre Milagro y contribuya a su pedido de libertad. Se trata de un libro-álbum titulado Las presas de los siete colores.
Es un libro artesanal, encuadernado por Mariel Salvá, que relata la historia y la persecución a las trabajadoras de las cooperativas que formó la Agrupación Tupac Amaru, a través de su representante, Milagro Sala. Hace pocos días fue presentado en la Biblioteca Popular Ruca Trabún de San Martín de los Andes junto al Comité por la liberación de Milagro Sala y en presencia de Las Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora y La Comisión por la memoria de San Martin de los Andes, con la esperanza de que la obra sea un pájaro en vuelo, que lleve la noticia, que la haga viento para que sea siembra. Además de las autoras, participaron de la presentación Taty Almeida y Martín Adorno (director de Milagro. La película).
Ante la pregunta acerca de cómo fue el proceso de creación del libro, escritura, diseño, edición, Graciela Rendón nos dice:
«Comencé en los años de Macri cuando la ponen presa a Milagro a pocos días o un poco antes de ser parlamentaria del Parlasur. Ahí me di cuenta que la democracia con Macri era un papelito, un papelito que se deshace de nada. Empecé a escribir, pensando en un libro que fuera a miles, mostrar a esas mujeres que tanto trabajaron en la cooperativas que están ahora presas y ver las caras de sus hijes. Pensé en sus vidas cotidianas, sus abuelas, las plazas donde iban a mostrar los tejidos, el día a día. El hambre, la comida sujeta a lo que se vendió en el día, sus hombres, más explotados o igual que ellas, trabajos migrantes, etc. Empecé a escribir en poesía, y también pensaba en el ingenio Ledesma, porque pensaba en la historia de Jujuy, una historia de colonización brutal. Porque hoy está disfrazada de clases sociales, pero la colonización es tremenda».
Graciela Rendón
«Le mostré mi poesía a Stella Acosta, mi compañera ilustradora. Juntas hacemos talleres en los barrios. Bueno, hacíamos porque el año 2020 de la pandemia en este municipio de San Martín de los Andes, dejaron talleristas sin trabajo, entre ellos, nosotras. Esta situación nos hizo repensar algunas actividades y empezamos a trabajar con el libro pensando en algo artesanal. Pensé mucho en las palabras de nuestras participantes del taller, que hablaban desde su lugar de indias (mapuche), de pobres y no escolarizadas. Fue surgiendo el trazo de la palabra a través de la poesía. Con Stella fuimos viendo qué ilustraciones podíamos poner. Nosotras queríamos poner en valor esos conocimientos del campo, de la mujer que patea puertas para que la escuchen, ese camino de más de 500 años. Y pensamos que lo mejor era en los dibujos, la ilustración. Y así fue como Stella fue plasmando ese universo. También entonces le dimos un giro al libro y decidimos más bien que sea un libro álbum. Donde la protagonista sea la ilustración».
Por su parte, Stella Acosta nos comenta: «Fue muy importante haber ilustrado este libro porque cuenta la historia de mucha gente sometida que se animó a cambiar la realidad y fue castigada por eso, porque demostró que es posible, hicieron en un año lo que nadie jamás hizo antes, y eso al poder le dolió, y por eso el castigo, inventando causas, una justicia totalmente manipulada, y esta historia que se repite en la Tupac, y también en otros lugares, presos políticos en democracia, esa realidad tan triste, tan horrible, tan dolorosa, entonces cómo contar esto en un lenguaje poético, y que pueda llegar a los niñes, a los jóvenes, a los adultes, con un lenguaje cuidado, amoroso, que sea la verdad pero asimilable, me pareció un desafío, y poner todo ese dolor en Ilustración me parecía un buen camino para suavizar esas frustraciones, ese mundo tan fuerte».
Stella Acosta
«Fue necesario hacerlo en blanco y negro por la falta de aceptación de la diversidad en ver al diferente vemos los colores y si hay presas por ser diferentes no hay colores. Definí hacer esas ilustraciones más sencillas, más despojadas, mirando las obras del norte, las cerámicas, los telares, y con el blanco y negro se podía alivianar lo fuerte del tema. Me fijé en las simbologías de la cultura del norte, investigué sobre eso, mostrado imágenes que aparezcan texturas, los decires de la población india del norte. Juntas fuimos haciendo. A ver qué ideas salían más fuertes. Quisimos hacer intervenciones para que toquen esas texturas. Por ejemplo las trenzas de las coyas, los flecos de los ponchos para que uno lo palpe y palpe su realidad, los barrotes de la cárcel son gruesos papeles de cartón para que sienta la prisión».
Un libro es un pedacito de voz que se expande, es el grito plasmado en la hoja
¿Qué significa para ustedes en este contexto la publicación de esta obra?
«Para nosotras la publicación de esta obra es un eco, es una obra más dentro de todo lo que se va haciendo para que el gobierno de Jujuy deje en libertad a las presas políticas. Es un grano más de arena a esa gran montaña que ya no da más de aceptar las injusticias judiciales que empezaron con Macri y parecen no acabar. Nosotros a través de un libro queremos estar marchando en las movilizaciones por la libertad de las presas políticas de la Tupac. Donde haya gente marchando estará nuestro libro, cuando se hable de Milagro Sala estará nuestro libro, cuando se hable de la colonización jujeña estará nuestro libro, cuando se hable del Ingenio Ledesma estará nuestro libro. Es algo más, desde le arte que grita a viva voz».
¿Qué expectativas tienen con respecto al aporte y circulación de esta obra?
«Nosotras creemos que un libro es un pedacito de voz que se expande, se expande porque hay más libros, se interesarán por él y lo pedirán, un libro camina, se mete en los intersticios de la vida y porque quien lo lee lo narra y lo narra y lo relata y lo cuenta una y otra vez. Lo cita, lo recuerda, y en el tiempo es la historia que conoceremos para no repetir. Creemos en el libro, desde lo estético en que gustara, intentamos hacer una obra cuidada con lenguaje y plástica seria y valorable, y al mismo tiempo que relate nuestros días, nuestra era. Que no nos agobie el silencio. Eso es un libro, es el grito plasmado en la hoja. Por eso creemos en él. Y yo sé que será pájaro que vuele y siembre. Ya está sucediendo. Será siembra».
La voz de las autoras es un pedido de justicia que se suma desde el sur patagónico al pedido de libertad por Milagro Sala, presa política, en este país en el que mientras haya presos políticos no será un país justo.