Rusia marca la cancha desde Tierra del Fuego hasta el Caribe
Mediante las maniobras “Escudo Bolivariano” Moscú advierte a Washington que no se meta con Venezuela y lo sorprende mostrando su solidaridad con Argentina contra Gran Bretaña.
Por Eduardo J. Vior
Mientras casi 40.000 efectivos de la OTAN inician en Polonia y los países bálticos la maniobra “Defender Europe”, sofisticadas armas antiaéreas provistas por Moscú acompañaron este sábado 15 y domingo 16 la movilización de dos millones de efectivos venezolanos en el ejercicio “Escudo Bolivariano”. Por las dudas Washington no haya escuchado, el viernes 14 también el embajador ruso ante Argentina se solidarizó desde Ushuaia con nuestro reclamo por la reintegración de las Islas Malvinas, abriendo un nuevo frente diplomático contra la OTAN y demostrando el nivel de la cooperación estratégica ruso-argentina.
En un acto que contó con la participación del gobernador de Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur, Gustavo Melella, representantes de los veteranos de Malvinas y un nutrido público, el embajador ruso Dmitry Feoktistov tomó la palabra inesperadamente y declaró lo siguiente: «en Rusia tenemos la conmemoración del Regimiento Inmortal el Día de la Victoria, cuando la gente sale con retratos de sus seres queridos que murieron en la Guerra. En Argentina lo honramos en la Plaza San Martín y marchamos hasta el Monumento a los Caídos en Malvinas y siempre muchos argentinos se unen a nosotros en esta fecha», expresó.
«En esta ocasión, continuó, los rusos nos unimos a ustedes para honrar la memoria de los caídos en las islas Malvinas. Quiero decirles a todos los veteranos y todos los argentinos que Rusia siempre los apoyará en todo y sobre todo en la cuestión de la soberanía de las Malvinas «, agregó. «La hora del colonialismo pasó y los ingleses deben devolver las islas a Argentina», manifestó Feoktistov.
Las palabras pronunciadas por el diplomático ruso fueron entendidas como una advertencia de Moscú a Occidente que excede su relación con Argentina. Es que el pasado 4 de febrero la Organización del Atlántico Norte (OTAN) inició en Alemania, Polonia, Lituania, Letonia y Estonia gigantescas maniobras que durarán cinco meses. Se trata de la práctica de la OTAN más grande de los últimos 25 años. Su objetivo declarado es entrenar el rápido despliegue de tropas norteamericanas en Polonia y los países bálticos ante un eventual ataque desde el Este. En el entrenamiento participan 20.000 efectivos estadounidenses y 13.000 unidades de equipamiento trasladadas a Europa por mar y aire.
Las maniobras incluyen en total a 37.000 soldados de 19 países. En tanto el mayor despliegue de tropas se realizará en Polonia, Alemania servirá de centro logístico y zona de tránsito. Por supuesto, el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, declaró que “Defender Europe no se dirige contra ningún país en particular”, pero es poco creíble. Después del golpe de estado en Ucrania en febrero de 2014, que provocó el alzamiento de la zona rusohablante del este del país y la reintegración de Crimea a Rusia, la alianza atlántica se dio cuenta de que a partir de entonces Rusia iba a responder a cada provocación occidental y comenzó a mejorar sus capacidades, para poder confrontar con el modernizado y bien entrenado ejército ruso.
Obviamente, realizar maniobras de estas dimensiones es un intento de provocación vinculado a la campaña electoral norteamericana. Por un lado, Trump necesita demostrar que es tan antirruso como el más furioso de sus opositores. Por el otro, su dependencia de los cristianos evangélicos liderados por el secretario de Estado Mike Pompeo lo obliga aún más a atizar el fuego antimoscovita.
La respuesta rusa se dio este fin de semana de este lado del Atlántico. El sábado 15 fueron activados en toda Venezuela los ejercicios “Escudo Bolivariano 2020”. En estas prácticas cívico-militares participan 2.370.430 efectivos de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB) y de la Milicia Bolivariana. Los ejercicios se ejecutaron en las ciudades de Caracas, Maracay, Valencia, Barquisimeto y Maracaibo. Estas prácticas se realizan tras la entrada en vigor de la Ley de la FANB, que enfatiza la unión cívico-militar para la defensa territorial e incorpora a la Milicia Bolivariana como componente especial de esa institución.
Nicolás Maduro ha asegurado que los ejercicios militares no solo sirven para prevenir eventuales agresiones de EE.UU. y Colombia, sino también para responder a las mafias que contrabandean combustible hacia los países vecinos. Anticipando los ejercicios las fuerzas de seguridad venezolanas interceptaron el martes pasado en el estado de Lara (noroeste) un avión ligero que transportaba 500 kilogramos de cocaína y detuvieron a dos ciudadanos brasileños, informó el Ministerio del Interior.
Ese mismo martes un espectáculo sorprendente recibió al jefe opositor Juan Guaidó, cuando volvió a su país: unos grandes vehículos lanzamisiles aparecieron estacionados en la carretera que conecta Caracas con el aeropuerto de Maiquetía, bloqueada por efectivos militares. Al día siguiente unos equipos similares fueron vistos en la base aérea de La Carlota, en el centro de Caracas. Otros más fueron vistos en Puerto Cabello, sobre la costa del Caribe.
Según expertos, los vehículos mostrados en las fotografías eran parte de un grupo BUK M2E, un sistema de defensa antiaérea ruso de mediano alcance con el que cuenta el ejército venezolano. De acuerdo a informaciones de BBC Mundo, también se vieron vehículos de un S-125 Pechora, otro grupo de intercepción de origen ruso, pero más antiguo que el M2E. El BUK M2E y el S-125 Pechora, junto a los más sofisticados y avanzados S-300, forman el grueso de la artillería antiaérea de la FANB.
Aunque Venezuela cuenta también con sistemas RBS 70, de fabricación sueca, y los franceses Mistral, estos son mucho más modestos y no comparables a los BUK, Pechora o S-300, señalan los especialistas. También son rusos los lanzamisiles portátiles individuales Igla-S. Los sistemas antiaéreos rusos fueron entregados a Venezuela entre 2011 y 2014.
El país caribeño dispone asimismo de cazas Su-30Mk2, un modelo capaz de competir con los más avanzados aviones de combate de la OTAN. En su reciente visita a Caracas, entre tanto, el canciller ruso Serguéi Lavrov reafirmó que la cooperación militar entre ambos países es prioritaria para su país, formulando así una fuerte advertencia a Estados Unidos.
En el marco de la creciente confrontación entre la alianza occidental, por un lado, y Rusia, China e Irán, por el otro, que se está agudizando al calor de la retórica antirrusa que rezuma la campaña electoral estadounidense, tanto la maniobra de la OTAN en Europa Oriental como el ejercicio de las fuerzas venezolanas y la proclama del embajador ruso en Argentina deben entenderse como fintas previas a una pelea de boxeo que es de esperar no se dé nunca, pero –hagámonos conscientes- la confrontación mundial nos ha alcanzado.