Europa pone trabas al ingreso de biodiésel argentino
La Unión Europea (UE) volverá a la carga para imponer restricciones a sus compras de biodiésel nacional. La noticia se conoce después de que la Organización Mundial del Comercio (OMC) diera la razón a la Argentina en su disputa con los europeos por el mismo tema y que Estados Unidos confirmara la fuerte suba de aranceles para ese producto.
Si Europa avanza en el freno, el escenario comercial se complicaría aún más en un momento en donde es record el déficit que surge entre las importaciones y las exportaciones. Ajeno a estos movimientos, el Gobierno se muestra firme en su intención de continuar con la apertura e incluso con voluntad de cerrar el acuerdo de libre comercio entre el Mercosur y la UE, bajo el discurso de que “el mundo nos espera con los brazos abiertos”.
La Comisión Europea dará a conocer si abre o no una nueva investigación sobre el grado de subsidios que reciben los exportadores argentinos de biodiésel. Así, la comisión envía una señal a la industria de biodiésel europea, que intentará proteger su cuota de mercado.
Denuncian al Estado argentino por una serie de medidas como los créditos del Banco Nación para compras de plantas y equipamiento, subsidios de las provincias de Santa Fe, Buenos Aires y Santiago del Estero y derechos diferenciales de exportación. Desde Carbio, la cámara que agrupa a los fabricantes de biodiesel, advierten que la investigación demoraría unos nueve meses. “Desde ya, es una pésima noticia para la industria argentina”, dicen.
El biodiésel es uno de los ejes de la disputa comercial entre la Argentina y la Unión Europea. En 2012, Argentina vendió al mercado europeo aproximadamente 1.385.000 toneladas, el 90 por ciento del total nacional de despachos al exterior. Sin embargo, desde 2013 la relación se complicó a partir de la aplicación de aranceles antidumping por parte de la UE. La medida implicó un virtual cierre del mercado europeo para la Argentina, que entonces redirigió esas ventas a los Estados Unidos.
