El Movimiento Nacional de Fábricas Recuperadas, un total de 66 mujeres y 22 varones, asumieron el control de la empresa Suschen y continuarán con la fabricación de alimentos. Volvió la porducción de Naranjú y Girasol. Ahora requieren más insumos para ampliar la producción.
La fábrica Suschen, abandonada por sus dueños, fue recuperada por las 66 mujeres y los 22 varones que pelean desde hace meses por la continuidad de la firma y por recuperar lentamente su proceso productivo.
Representa un verdadero logro, una conquista que celebran internamente con la gratitud hacia la comunidad de la zona, organizaciones sociales y políticas y el Movimiento Nacional de Fábricas Recuperadas, clave en el rediseño de la organización de los empleados y las empleadas, quienes nunca bajaron los brazos.
“Estamos en plena etapa de trámites, con la entrega de los últimos papeles para la conformación de la cooperativa”, dijo en sus declaraciones a los medios, Silvia Ayala, trabajadora de la compañía y flamante presidenta de la nueva organización, elegida por sus pares, para seguir adelante.
Los clásicos Naranjú y las bolsas de girasol comestible ya están nuevamente en etapa productiva, mientras esperan por la materia prima para volver a fabricar las ponderadas mielcitas. El dinero que pudieron destinar a la compra de insumos surgió de festivales y de donaciones, que fue a parar todo a la compra de elementos para producir. Ya vendrá el momento de poder empezar a repartir dividendos en forma equitativa, tal cual el espíritu cooperativista indica.
Por lo pronto, el próximo lunes tendrán una reunión en el Municipio de La Matanza para ver cómo se puede hacer con el alquiler del lugar, que es una deuda que se acumula. El tema es que los propietarios anteriores se fueron sin pagar absolutamente nada, y ahora para seguir allí, además de los servicios, deben enfrentar meses adeudados por la ocupación del edificio, ubicado en Rafael Castillo.
“De los dueños lo único que sabemos es que hay una abogada presentándose en nombre de ellos. Pero eso va por otro carril, y nosotras estamos muy entusiasmadas con la posibilidad de continuar produciendo. Es algo que nos devuelve la esperanza”, concluyó Ayala.
Fuente: Primera plana