En una ciudad sitiada y en medio de protestas Mauricio Macri inauguró las sesiones ordinarias del Congreso
En medio de un formidable despliegue de Fuerzas Federales de seguridad y de la Policía Ciudadana, que incluyó a casi cuatro mil efectivos que virtualmente sitiaron la ciudad de Buenos Aires, y de una fuerte protesta de trabajadores de la educación y estatales enrolados en ATE, el presidente Mauricio Macri volvió a hacer referencia a un país que no existe en la realidad cotidiana de los argentinos, al dejar formalmente inaugurada las sesiones ordinarias del Congreso Nacional, tras hablar durante una hora. «Son muchos los que no quieren que las cosas cambien», afirmó casi al principio de su discurso, el Mandatario que hoy fue imputado por favorecer a la empresa Avianca -de la cual el Grupo Macri es dueño de una parte de su paquete accionario- en detrimento de Aerolíneas Argentinas. En otro momento de su discurso, y en un tono que intentó ser «gracioso» para sus seguidores, pero que bien podría ser leído en una novela de Mario Puzzo, dijo que «Baradel no necesita quien lo defienda».
El presidente Mauricio Macri, con un gesto visiblemente nervioso por momentos, basó gran parte de su discurso de apertura de de la 135º sesiones ordinarias del Congreso nacional, en los tópicos discursivos del PRO y la Alianza Cambiemos: La pesada Herencia, la «corrupción» también heredada y la «destrucción que recibimos de la Argentina», y en este sentido, cuando elevando el tono de voz el ingeniero Macri afirmó que «Hoy la obra pública dejó de ser sinónimo de corrupción», estallaron las críticas en el recinto, ya que uno de los principales acusado por corrupción en la ejecución de la obra pública es su primo hermano, Ángelo Calcaterra, y en ese momento la vicepresidenta Gabriela Michetti le dijo: «Seguí tranquilo».
En otro momento de su discurso, que por su estilo y relato, fue más parecido a los expresados durante la campaña electoral y no el discurso de un presidente que ya transitó un cuarto del total de su mandato, volvió a decir que este año la inflación rondará entre el 12% y el 17%, que se «crearán cientos de miles de puestos de trabajo, pidió la Ley de Imputabilidad de Menores, afirmó que el déficit para este año rondará el 4.2%, destacó los «timbreos» que sus equipos de marketing político se encargan de organizar, y precisó que «cada vez vamos a vivir mejor».
En paralelo, docentes, estatales y científicos, protestaron ante las puertas del Congreso Nacional, en exigencia a la apertura de la paritaria nacional docente, contra los recortes en Ciencia y Tecnología, los tarifazos, el ajuste, la desocupación, a precarización laboral, y la destrucción del mercado interno por la indiscriminada apertura de las importaciones, entre otros aspectos.
«La Argentina está de pie», afirmó el presidente Mauricio Macri, repitiendo un eslogan del Proceso de Reorganización Nacional que gobernó la Argentina a sangre y fuego entre 1976 y 1983
