Un día histórico en la esperanza de un pueblo y su decisión de amanecer

La inquietud movilizó los cuerpos en las vísperas. Se sabía, se palpaba, se olía en la lluvia desgajaba sobre la ciudad en las horas previas a haber acabado con el oprobio del macrismo. Lágrimas del cielo cayeron sobre Buenos Aires, se deslizaron en las cabezas de los primeros votantes y anunciaron el fin de la oscuridad.

Escribe Alejandro C. Tarruella

En las vísperas de un logro

No importó que el intendente Larreta se pronunciara para inquietar a los ciudadanos, y dijera que quizá recién se iban a saber los resultados cuando se hiciera el escrutinio final. El sentimiento en el país, en los pueblos rurales, en la cordillera, en el sur patagónico o en el litoral o las ciudades, era de bronca y esperanza. Se percibía que había un punto triste, desolador, de la historia de los argentinos, que se derrumbaba. Un amanecer se avistaba en los ojos de ese pájaro de esperanzas que es el pueblo. El triunfo del Frente de Todos, con Alberto Fernández y Cristina Fernández como presidente y vice, iba a sacudir el país y la región suramericana como jamás ha sucedido en la historia.

Con un fondo de Ecuador, de Chile, de Bolivia, las elecciones que iban a dar por tierra con el proyecto de la entrega del hijo de Franco y sus secuaces, parecían inspiradas en el poeta chileno Nicanor Parra: “La situación es ésta:/ Mientras ellos estaban/ Por una poesía del crepúsculo/ Por una poesía de la noche/ Nosotros propugnamos/ La poesía del amanecer”. Lo que avistaba el pueblo era justamente el alba donde era posible, por voluntad férrea, inexpugnable, iniciar en un acto democrático un tiempo de resurrección. Otra vez, como ocurrió en las PASO, era el voto del subsuelo sublevado de la Patria.

Millones de pasos se hacen sentir a ras de tierra en cada lugar de la República. En el frío del sur, en Ushuaia o Río Grande, en San Martín de los Andes, en Madryn y Comodoro, en Uspallata o La Matanza, en Rosario del Tala o Potrero de los Funes, en Caucete o Caspi Corral, en Simoca o Susques, en Santa Victoria Este o Chilecito, en Santa Rosa o en San Antonio Oeste, el pueblo se expresaba por un volver en un partir hacia la transformación. Formosa solo, presentaba un triunfo por más del 60 por ciento a la fórmula Fernández-Fernández, así como La Matanza alcanzaba casi el 70 por ciento frente a menos de 20 puntos del macrismo. Si algo le faltaba a la derrota de Juntos por el Cambio, era en ballotage en la capital.

Pal’ que se va   

Macri se va por el voto de un pueblo en el peor momento de su vida, cuando puso a su país de rodillas al privilegiar sus intereses personales, sus negocios y sus miserias por sobre la suerte de millones de argentinos

Y se va en instantes en que se terminó el tiempo del neoliberalismo, que es una de las consecuencias del fin de la posguerra. “Ese modelo, rechazado tanto por el presidente Trump en Estados Unidos, como por los ‎‎«Chalecos Amarillos» en Europa occidental y por Siria en el Levante, es el modelo que hoy ‎agoniza ante nosotros”, escribió el periodista “Thierry Meyssan” en “Red Voltaire”.

Meyssan delineó “lo que vendrá” y afirmó también que “De la misma manera, este mundo nuevo creará probablemente una nueva organización ‎internacional basada en los principios de la Conferencia de 1899, realizada en La Haya por ‎iniciativa del zar Nicolás II y del premio Nobel de la Paz Leon Bourgeois. Para eso, primero habrá ‎que disolver la OTAN, que tratará de sobrevivir extendiéndose al Pacífico, y también la Unión ‎Europea, convertida en refugio del capitalismo financiero”. ‎

Y lo sucedido hoy en Argentina, con el triunfo sin vueltas de la fórmula del Frente de Todos, Alberto Fernández-Cristina Fernández de Kirchner, se inscribe como un hecho central en ese proceso que describe Meyssan. En Argentina, es la apertura del camino que acaba con el neoliberalismo. El desafío es, como lo señaló Alberto, asumir un liderazgo regional que implica compartir los destinos de los pueblos de la Patria Grande para alcanzar la dimensión de la soberanía con justicia social. Esa es la tarea a emprender con el apoyo del pueblo, el movimiento obrero, los movimientos sociales y el conjunto de organizaciones que apoyan al Frente.

Perón enseñaba que “la política es política internacional”, idea que hoy es una clave en la mirada acerca del destino de nuestro país

Cristina estableció el espíritu en el que se moviliza este nuevo estado de cosas: “Las utopías de un mundo mejor y de una sociedad más justa, tienen que ver con la palabra, tienen que ver con la creación de los sueños, tienen que ver con la imaginación, tienen que ver con una identidad muy importante que sobrepasa los idiomas y que es la identidad de la condición humana, de reconocer en el otro, en la otra edad, la imagen de cada uno de nosotros”, explicó.

El triunfo del Frente de Todos, con cifras demoledoras, dejó sin palabras a los personeros de la entrega macrista. Ahora irán a paso firme a asumir el gobierno; las tareas de recuperación nacional serán arduas y complejas. Por eso Alberto Fernández adelantó que las elecciones ganadas junto a su pueblo iban a ser el final definitivo del neoliberalismo y su compromiso consistía en convocar al conjunto del país y atender con prioridad los problemas de los pobres: “No estamos cerrando una campaña electoral, sino un ciclo histórico: que definitivamente nunca más la patria vuelva a caer en manos del neoliberalismo. Nunca más estas políticas, nunca más”, reiteró.

Atrás quedaron la lluvia de las primeras horas del día, el ida y vuelta de millones de argentinos que llegaron hasta los lugares de votación, las palabras, los saludos, la comida del domingo y luego el estallido de las calles en todo el país y el bunker del Frente de Todos en Chacarita.

Ahora irrumpe la recuperación y la edificación de un nuevo país y una flamante unidad regional y continental

El recuerdo de Néstor Kirchner en el día de su partida no pudo ser más vivo y profundo. El pueblo lo saludó en las urnas y recuperó su legado para echar para siempre a un régimen miserable. Aún se escucha la estridencia de los festejos, ese anuncio de los días mejores que anuncian, una vez más, el peronismo y sus aliados.