Tras más de dos décadas, el Tren del Valle ya une Neuquén y Cipolletti
El Tren tuvo su viaje inaugural en medio de la emoción de los vecinos, que celebraron la puesta en marcha del primer tren que cruza el Río Neuquén en 22 años, después que inaugurara el servicio la presidenta Cristina Fernández de Kirchner.
El ministro del Interior y Transporte, Florencio Randazzo, afirmó en declaraciones radiales que antes del viaje inaugural ya se habían vendido cerca de 3.000 tarjetas SUBE (con las que el pasaje tiene un costo de cuatro pesos, contra los siete que cuesta sin el plástico).
«Se han adquirido unas 3.000 tarjetas SUBE, se ha realizado una carga de unos 100.000 pesos, lo que implica que se han vendido unos 25.000 viajes anticipadamente», afirmó el ministro en declaraciones a la emisora neuquina LU19.
«A medida que vayamos avanzando vamos a ir mejorando el servicio, pero estamos garantizando todas las medidas de seguridad, además, en la medida que vayamos teniendo demanda, vamos a ir aumentando la oferta», agregó Randazzo.
Vecinos y vecinas de Neuquén se acercaron a presenciar la inauguración encabezada por la Presidenta, quien en videoconferencia con el director General de la Agencia Federal de Inteligencia (AFI), Oscar Parrilli, destacó la reducción significativa de tiempo que permitirá el nuevo servicio.
«Hay un tráfico diario de 50.000 personas entre ambas ciudades», sostuvo la mandataria, y señaló que «en horario pico se tarda una hora en el trayecto. Con este tren que inauguramos a las 16 van a tardar 25 minutos».
Los vecinos que se acercaron valoraron tanto la mejora en la calidad de los viajes como el hecho de que un ferrocarril vuelve a la zona después de muchos años.
«Es una emoción ver que vuelven a ser argentinos, estoy orgullosa de ser nieta de ferroviarios y orgullosa del gobierno nacional y popular que tenemos, y que nos está devolviendo estas cosas que son de todos», expresó a Télam una vecina que se acercó a la estación.
Estación Neuquén-Paraje Confluencia» es el nombre que le impuso el Concejo Deliberante local, a la estación ferroviaria de la capital neuquina a partir del restablecimiento del servicio ferroviario.
«La verdad que es una alegría enorme del pueblo y de toda la región del Alto Valle porque es un sueño que tuvieron nuestros abuelos. Yo soy de la generación que nunca vio el tren», manifestó una joven neuquina.
Presente en la estación, la vicepresidenta de la Mesa por la Igualdad Neuquén, Dayana Torres, dijo a Télam que «el tren es un orgullo», y aseguró que «vuelve a renacer y a unir las provincias».
«Estamos todos muy contentos, es algo que hace muchos años veníamos esperando», manifestó en la misma línea un vecino de la capital neuquina.
El Tren del Valle funcionará de lunes a viernes, con 20 frecuencias diarias, y el primer servicio saldrá a las 6.15 desde Cipolletti hacia la capital neuquina, mientras que el horario de salida del último será a las 20.45, desde Neuquén.
Los sábados comenzará en el mismo horario, aunque el último tren saldrá a las 13.15 de Neuquén, y los domingos no funcionará.
Las formaciones destinadas al nuevo servicio son «duplas» fabricadas en la Argentina (con 90 por ciento de piezas nacionales) por la empresa Materfer, en Córdoba, con una capacidad de 140 pasajeros sentados, sistemas de seguridad de última generación, calefacción, aire acondicionado y butacas reclinables con cinturones de seguridad instalados.
La recuperación del sistema ferroviario en manos del Estado permitirá a las poblaciones del Alto Valle de Río Negro y Neuquén contar nuevamente con un servicio que estuvo ausente durante más de 20 años en la región.
Según se consignó, hacía 22 años que no pasaba ningún servicio de pasajeros sobre el Rio Neuquén, y es la primera vez en la historia que existirá un servicio regular interurbano entre ambas ciudades.
El antecedente histórico del ferrocarril se remonta a 1902, con la llegada del tren al «Paraje Confluencia» (hoy ciudad de Neuquén), que en los años posteriores se convirtió en el «Tren Estrella del Valle», entre Plaza Constitución y la terminal en Zapala (Neuquén).
Tenía capacidad para transportar 600 pasajeros hasta que la ola privatizadora y de cierre de ramales en la década del 90 lo hizo desaparecer.
Precisamente, «Estación Neuquén-Paraje Confluencia» es el nombre que le impuso el Concejo Deliberante local, a la estación ferroviaria de la capital neuquina a partir del restablecimiento del servicio ferroviario.
