Tras ser amenazado de muerte, renunció el juez que condenó a Etchecolatz
Se trata de Carlos Rozanski, quien estaba al frente del tribunal federal de La Plata. Hace algunas semanas había confirmado a IB24 que fue amenazado.
El juez federal Carlos Rozanski, presidente del tribunal de La Plata que condenó a prisión perpetua al represor Miguel Etchecolatz y al cura Christian Von Wernich, presentó su renuncia al cargo, informaron fuentes judiciales y allegadas al magistrado.
A Rozanski, que dejará la función a partir del 1 de noviembre, le inventaron una causa ante el Consejo de la Magistratura de la Nación por el supuesto maltrato laboral contra su personal, a partir de una denuncia del jefe de la Unión de Empleados de la Justicia de la Nación (UEJN), Julio Piumato.
El magistrado había confirmado que en las últimas semanas fue amenazado. En diálogo con IB24, Rozanski confirmó que recibió mensajes, justo en el momento en que se definía la posible prisión domiciliaria del genocida Etchecolatz.
El juez no quiso dar detalles de la amenaza, debido a que podía entorpecer la investigación. «Esta vez se pasaron, fue diferente a los otros mensajes que recibí», dijo a este medio.
El abogado de Rozanski, Eduardo Barcesat, confirmó la presentación de la renuncia ante el Ministerio de Justicia de la Nación, la que «ya fue aceptada», y dijo que el juez decidió «acogerse al régimen jubilatorio, porque ya cuenta con los años necesarios de edad y servicio».
Barcesat evitó precisar si la renuncia está vinculada con la acusación ante el Consejo -que preside el abogado Miguel Piedecasas-, pero aclaró que con su retiro la denuncia «se volverá abstracta».
El abogado aclaró que no sucederá lo mismo con la denuncia penal que Rozanski hizo contra la Comisión de Disciplina y Acusación del Consejo, que le realizó un sumario administrativo por la causa por supuesto acoso laboral.
Rozanski, de 65 años, estudió Derecho en la Universidad de Buenos Aires, fue camarista y en el año 2000 se convirtió por concurso en juez del TOF 1 de La Plata, desde donde condenó a varios represores por crímenes de la última dictadura militar.
El ex Director de Investigaciones de la Policía Bonaerense, Miguel Etchecolatz; el ex capellán de esa fuerza, Christian Von Wernich y el ex ministro civil de Gobierno bonaerense, Jaime Lamont Smart, fueron algunos de los que pasaron por su banquillo y fueron sentenciados a cadena perpetua.
En 2011, Rozanski fue denunciado por el sindicalista judicial Piumato por maltrato contra parte del personal que estaba a su cargo en el TOF 1 platense.
Por entonces Piumato aseguró que la denuncia no buscaba «hacerlo destituir», sino que «cese la conducta persecutoria y violatoria de los derechos humanos que afecta no solo a los trabajadores sino a sus familias».
Rozanski no se quedó cruzado de brazos, aseguró que Piumato trató de «ensuciar gente gratuitamente» y luego lo denunció por «presiones y amenazas», mientras advirtió públicamente que se estaba desarrollando un «plan de desestabilización» en su contra.
La última acción en la pelea contra esa acusación fue los primeros días de este mes, cuando Rozanski denunció a todos los integrantes de la Comisión de Disciplina del Consejo de la Magistratura por «resucitar» la denuncia de Piumato, la que consideró «prescripta y archivada».
Con Rozanski se termina la carrera de un juez que logró condenar el genocidio de una generación de argentinos en la dictadura militar. Al macrismo -que pidió respetar la carcel domiciliaria de los represores- el magistrado no le caía bien, sobre todo por su compromiso con la Justicia. Estamos ante una nueva embestida contra la república que tanto bregó Cambiemos en su campaña.