Trágico mes para la literatura: Murió Ricardo Piglia
Padecía Esclerosis Lateral Amiotrófica (ELA). En 29 días murieron Laiseca, Rivera y la ensayista Ludmer.
La literatura argentina sufrió cuatro duros golpes en apenas 29 días: desde el 9 de diciembre de 2016, cuando falleció la crítica y ensayista Josefina Ludmer, las muertes dentro del campo cultural se sucedieron a un ritmo tan poco frecuente como desgraciado.
Ludmer, nacida en 1939 en la ciudad cordobesa de San Francisco, murió el 9 de diciembre pasado a los 77 años. Había escrito ensayos fundamentales de la crítica literaria como «Onetti, los procesos de construcción del relato», «El género gauchesco, un tratado sobre la patria», y «Aquí América Latina. Una especulación», entre otras obras.
Días después, el 22 de diciembre, falleció el cuentista y novelista Alberto Laiseca, una de las voces más originales de la literatura argentina. Tenía 75 años y había escrito más de 20 libros, entre los que destacan la mítica novela «Los Sorias» y los cuentos de «Matando enanos a garrotazos».
Laiseca había nacido en Rosario el 11 de febrero de 1941 y pasó su infancia en Camilo Aldao, un pueblo ubicado entre las provincias de Córdoba y Santa Fe, que lo declaró Ciudadano Ilustre en 2010.
Al día siguiente, 23 de diciembre, se conocía la noticia de la muerte de otro importante novelista: Andrés Rivera fallecía a sus 88 años en la ciudad de Córdoba.
Rivera había nacido como Marcos Ribak el 12 de diciembre de 1928, y entre sus libros más leídos, que abordan la historia argentina a través de ejes como la lucha sindical y los destinos individuales de algunos de sus próceres, se cuentan «El farmer», «La revolución es un sueño eterno», «La sierva» y «El amigo de Baudelaire».
Para cerrar un mes fatídico, hoy falleció Ricardo Piglia (1941-2017), a pocos días de publicar un nuevo libro, y mientras trabajaba en el tercer tomo de sus memorias, que tenían fecha de publicación para este año.
Así, en solo 29 días, cuatro de los nombres fundamentales de la literatura argentina de los últimos 35 años se despidieron de este mundo, aunque dejando detrás de sí una obra vasta y heterogénea que proyectará su influencia en las próximas generaciones de críticos, y en los amantes de la ficción literaria del futuro.
Piglia mantuvo una continua relación con el lenguaje del cine y la televisión, como guionista en «La sonámbula, recuerdos del futuro» y la serie «Los siete locos»; o al frente de «Borges por Piglia», sin olvidar el impacto de su novela «Plata Quemada» que inspiró la película del mismo nombre y llevó a su apellido al público de masas.
«Un novelista es el peor espectador de una película basada en su obra», declaraba sobre el multipremiado film estrenado en 2000, que dirigió Marcelo Piñeyro y protagonizaron Leonardo Sbaraglia, Pablo Echarri y el español Eduardo Noriega, y que versiona el caso real de un asalto a un banco en San Fernando en 1965.
En 1996 Piglia debutó como guionista con la película «Corazón iluminado», de Héctor Babenco; en 1998 incursionó en la ciencia ficción guionando «La sonámbula, recuerdos del futuro», de Fernando Spiner y ambientada en Argentina en 2010, donde a partir de una prueba con sustancias químicas miles de personas pierden la memoria y con ella su identidad.
Su última participación en el celuloide fue en 2000 con el guión de «El astillero», la emblemática obra de Juan Carlos Onetti, bajo la dirección de David Lipszyc, lo cual le valió el Cóndor de Oro a la mejor adaptación cinematográfica.
Testimonio de su exploración, el escritor y crítico señalaba en su libro «Crítica y Ficción» (1986) que «la diferencia» entre la imaginación literaria y la cinematográfica estaba «en el uso de las palabras».
«Para escribir un buen film hace falta tener muchas ideas narrativas, las palabras importan menos, salvo en los diálogos, pero los diálogos son fáciles de escribir, solo hay que tener buen oído. La clave es el relato, eso es lo que tienen en común el cine y la literatura. Al menos cierto tipo de relato», dijo Piglia en una entrevista con el director cinematográfico Andrés Di Tella.
En televisión Piglia brilló con dotes de docente -a veces rozando el stand up- en los renovadores ciclos «Escenas de la novela argentina» y «Borges por Piglia», emitidos por la TV Pública y que actualmente se pueden ver en Internet.
«A veces el problema de la crítica literaria es que habla como si la gente conociera el libro igual que el que lo está reseñando», explicaba allí.
En febrero de 2015 se anunció la versión televisiva de las novelas de Roberto Arlt «Los siete locos» y «Los lanzallamas», treinta capítulos adaptados por Piglia, con dirección de Spiner y Ana Piterbarg y con las actuaciones Carlos Belloso, Diego Velázquez, Belén Blanco, Daniel Hendler, Daniel Fanego, Fabio Alberti y Pablo Cedrón.
«Arlt, lisa y llanamente, inaugura la novela moderna argentina. Es el primer novelista argentino y el mayor, por donde se lo mire», sostuvo Piglia, alma máter del proyecto.
El documental «372 Cuadernos», de Andrés Di Tella, cerró en septiembre de 2015 la producción audiovisual vinculada con Piglia.