El Sindicato de Empleados de la Ex Caja de Subsidios Familiares para el Personal de la Industria (SECASFPI), que conduce Carlos Ortega, expresó su repudio al Decreto de Necesidad y Urgencia 669/2019 publicado ayer en el Boletín Oficial y que «reduce el monto de las indemnizaciones por incapacidad laboral definitiva o muerte del trabajador», según indicaron. «Manifestamos nuestro repudio absoluto a este decreto aberrante, regresivo e inconstitucional que lo único que hace es echar mano directamente al bolsillo de los trabajadores», sostuvo Ortega.
De esta manera, Ortega se refirió a la postura del Gobierno, el cual justificó la medida «ante los recientes acontecimientos económico-financieros». En este sentido, el sindicalista denunció: «digámoslo claro y en otras palabras; los recientes acontecimientos económico-financieros fueron provocados por este gobierno en complicidad con las autoridades del FMI y hoy, como siempre, vienen a echar mano al bolsillo de los trabajadores».
Ortega destacó el rol del sindicato en relación a la salud y la prevención de los riesgos del trabajo a partir de la publicación en el 2017 de un libro de investigación conjunta entre gremio, CITRA, UMET y CONICET, titulado «Trabajo y Salud en Puestos de Atención al Público», sobre el que aseguró: «hace dos años elaboramos un informe sobre los riesgos psicosociales en el trabajo (RPST) a los que están expuestos los trabajadores de ANSES, que fue un avance muy importante para hacer visibles factores de riesgo otrora subestimados y negados en sus consecuencias hacia la salud».
En ese sentido, afirmó: «hace varios años que venimos trabajando desde el SECASFPI en la construcción de una cultura preventiva en salud y seguridad en el trabajo, llevando una sólida política en esta materia. Es por esto que no vamos a permitir que una decisión que es totalmente ilegal y contraria a los preceptos de la Constitución Nacional y a los Tratados Internacionales rebaje el precio de la vida de los trabajadores».
«Este ataque contra el sector social que articuló la resistencia a sus políticas regresivas, anti populares y anti nacionales y su obsesión extemporánea de flexibilizar las relaciones laborales, de rebajar salarios y jubilaciones, de destruir el trabajo argentino para complacer al gran capital y convertir a la Nación en una factoría de las multinacionales ya tiene fecha de caducidad», indicó Ortega, y finalmente concluyó: «vamos a resistir hasta último momento las medidas que el presidente Mauricio Macri pretende imponer para dejamos «la más pesada herencia» de los ricos contra los trabajadores».