
Sta Fe: Reclaman al Gobierno por el uso de las Taser
100 pistolas Taser y 100 lanzadoras Byrna adquiridas en una licitación realizada por Pullaro
Organizaciones de Derechos Humanos expresaron su rechazo por la adquisición y capacitación en el uso de estos armamentos en la Provincia.
Mientras el Ministerio de Seguridad anunció que instructores especializados entrenarán a agentes de toda la provincia en pistolas táser, organizaciones de derechos humanos marcaron su repudio. La fuerza recibió 100 pistolas Taser y 100 lanzadoras Byrna adquiridas en una licitación realizada por el Gobierno Provincial.
El Gobierno de Santa Fe comenzó la distribución y capacitación para el uso de armas de baja letalidad que incorporará la Policía provincial: 100 pistolas Taser y 100 lanzadoras Byrna, adquiridas en marzo tras una licitación impulsada por el gobernador, Maximiliano Pullaro.
El Ministerio de Justicia y Seguridad dictó una resolución que protocoliza el uso progresivo de la fuerza, con el fin de asegurar que los agentes sigan los procedimientos adecuados al emplear estas herramientas. Repudio: La Asamblea Permanente por los Derechos Humanos (APDH) Regional Rosario y otras organizaciones rechazan «enérgicamente» la decisión.
Sus argumentos se basan en varias líneas: Tortura y letalidad: Sostienen que las Taser son un instrumento de tortura que causa un gran dolor y puede provocar la muerte, lo cual ya han denunciado ante el Comité contra la Tortura de la ONU.
Citan datos de Estados Unidos y España para respaldar su afirmación de que son armas letales, a pesar de ser presentadas como de baja letalidad. Contexto social y político: Vinculan la medida a un contexto de «pauperización de las condiciones de vida» y una política de criminalización de la protesta social, señalando que el gobierno busca agudizar su política represiva en lugar de abordar las causas de la conflictividad.
Regresión histórica: Consideran que la decisión es una «regresión inadmisible» en materia de derechos humanos y memoria histórica. Recalcan que el uso de este tipo de dispositivos como forma de tortura ya se dio durante la última dictadura militar argentina, y que su reintroducción es una marca política que no puede ser olvidada ni perdonada.
Fuente: EL CIUDADANO.





