Son golpistas sin atenuantes

Enfermos de odio, al acecho de arrebatar la democracia para que impere el gatillo fácil y el sálvese quien pueda. La oligarquía argentina no quiere tributar para los que menos tienen, como no quiere el macrista recalcitrante dejar las calles hasta que sus semejantes dejen de morir contagiados.

No quieren a capricho y malicia, ceder ante el Pueblo y menos aún acatar el orden institucional y el Estado de derecho. Son los policías, el verdadero brazo armado de un hostigamiento hacia la sociedad que sube como el tufo pestilente e infeccioso de las cloacas cambiemitas.

Los domina la especulación financiera, los envilece el orden interno, los retuerce la soberanía alimentaria y el cuidado hacia el Pueblo, esta facción purulenta de la sociedad asentada en la derecha sediciosa y golpista, se ensaña con el Peronismo que Gobierna, siendo que el Movimiento político más importante del país se ha dedicado a acompañar a todos los signos ideológicos elegidos en el contexto de la democracia, pese en muchos momentos de la Historia Argentina, que se hizo lo correcto como oposición frente a complicados planteos en contra del bienestar general y de los derechos populares. Pero esta realidad, menoscabada por una pandemia y usada vilmente por el macrismo, tiene un párrafo muy aparte de todo lo que sucedió anterior a la derrota de la oligarquía en el 2019.

El modelo de manual que están siguiendo ya fue aplicado en Ecuador y en otros países dentro y fuera del continente. Los mismos actores, los mismos intereses y las mismas acciones. Saquemos de cualquier mesa política, la idea que el conflicto de base son salarios, en un país con una deuda contraída bajo mando cambiemita y empecemos a ser razonables tanto para comprender que ningún obrero reclama salario con un arma «reglamentaria» en la cintura.

Dejaron de ser policía y ahora sólo son instrumento de la ambición ajena. Como verdaderos perros de caza, se dirigieron a amenazar públicamente a todo un país, usando las consignas que representan banderas de lucha trabajadores y trabajadoras, quienes hasta hace poco tiempo atrás ganaban las calles para reclamar paritarias, condiciones de trabajo y todas las reivindicaciones sociales, políticas y económicas que han logrado con el invaluable sacrificio de 30 mil desaparecidos.

Por ello es necesario precisar que la polícia, en este contexto, se ha reservado en Buenos Aires, el penoso personaje de la represión y el Golpe institucional. A eso cabe por toda respuesta, el debido proceso que en las instituciones democráticas tienen el rol de protegernos otra vez de la NOCHE Y LA NIEBLA que llega con la tortura, el genocidio y el vandalismo siempre alentado y financiado por la derecha.

El rol de la prensa en este escenario define los humores de la población, hoy ocupada y preocupada por la subsistencia en un sistema sanitario que hizo colapsar cada marcha anticuarentena. Este hervidero llega planificado, luego del circense espectáculo bacteriológico de Juntos x el Cambio en la sesión de Diputados. Nada es una casualidad cuando el objetivo es perseguir al Pueblo.

¡NUNCA MÁS!