Solá, en la cumbre del G20: «Solidaridad internacional para una recuperación inclusiva»
«Hoy, más que nunca, debemos fortalecer la cooperación y la solidaridad internacional para lograr una recuperación inclusiva y sostenible post-COVID-19», afirmó el canciller Felipe Solá, durante una de sus intervenciones en la Reunión Ministerial de Relaciones Exteriores y Desarrollo del G20, que se lleva a cabo en la ciudad italiana de Matera y que tiene como uno de sus objetivos discutir las vías para fortalecer «el multilateralismo y la gobernanza global» ante los problemas urgentes que enfrenta la comunidad internacional.
Al hablar ayer de los graves efectos económicos y sociales de la pandemia, Solá abogó por «redoblar los esfuerzos para garantizar la vacunación masiva en todo el mundo, y promover acuerdos voluntarios de licencias, que permitan las transferencias de conocimientos y tecnologías necesarias para producir las vacunas en todos los continentes». También llamó a movilizar «los recursos financieros necesarios para desarrollar y fortalecer las infraestructuras sanitarias críticas, especialmente en países en desarrollo».
En el Palazzo Lanfranchi, ante sus pares de las naciones del G20 y representantes de organismos internacionales y regionales, el ministro consideró indispensable «la preparación y respuesta a emergencias sanitarias, sobre la base de la solidaridad y la cooperación internacional», de manera de «evitar que epidemias futuras se conviertan en nuevas catástrofes globales».
«Necesitamos un plan de crecimiento mundial consensuado que contemple intervenciones monetarias y fiscales coordinadas para evitar una recuperación desigual y desequilibrada, y que garantice un futuro con mayor equidad», remarcó Solá en su primera intervención, y agregó: «Tenemos la oportunidad de crear una economía mejor, que genere menos carbono, menos desigualdad, y que proporcione acceso digital y a las nuevas tecnologías para todos. El G20 debe contribuir a ello, a través de acciones políticas concretas y compartidas».
En la segunda sesión de la Cumbre, dedicada a tratar las consecuencias sanitarias y socioeconómicas de la pandemia en el continente africano, subrayó que «la pandemia del COVID-19 desnudó las debilidades del sistema internacional y la persistencia de un nacionalismo egoísta», y por eso «se requiere revisar las condiciones financieras y comerciales que inciden en su desarrollo», dado que «las iniciativas de reducción de deuda son aún insuficientes y poco ambiciosas».
Además, insistió «en la necesidad de avanzar en forma decidida con el proceso de reforma de la agricultura» ya que «desde el punto de vista comercial los países en desarrollo se enfrentan con distorsiones en la producción y el comercio, en particular en el comercio agrícola».
«No hay un modelo de desarrollo ni de producción aplicable a todas las naciones por igual. Los países con mayor responsabilidad por la degradación ambiental deberían proveer las herramientas económicas y tecnológicas, que permitan a los países en desarrollo mejorar la sustentabilidad de su producción», aseveró el titular del Palacio San Martín, al puntualizar que «la transición hacia modelos de producción más sostenibles debe ser gradual y respetando las formas y tiempos de cada país, en base a su realidad productiva, económica y social».
La Presidencia italiana del G20 propuso sumar este año una sesión conjunta de los Ministros de Relaciones Exteriores y Desarrollo, que se realizó por la tarde, y que tuvo como fin debatir acciones concretas para abordar las crisis alimentarias emergentes y lograr el objetivo Hambre Cero para 2030.
«La Argentina hace un esfuerzo permanente para mejorar las capacidades de producción agrícola y ganadera de los países en desarrollo, a través de la Cooperación Sur-Sur. Más de 40 proyectos se encuentran en curso en América Latina y el Caribe, África y Asia, en temas tan variados como el manejo post-cosecha, genética, biotecnología, certificación de calidad, agricultura orgánica y desarrollo rural», enumeró Solá.
«Somos proveedores importantes de alimentos sanos, nutritivos y de calidad. Aumentamos nuestras exportaciones agrícolas durante los meses más inciertos de la pandemia de Covid-19», aseguró, luego de reclamar «un sistema multilateral de comercio basado en reglas, previsible y del normal funcionamiento de las cadenas globales de valor».
«Un comercio agropecuario libre, abierto y sin distorsiones resulta esencial para alcanzar la seguridad alimentaria mundial, incentivar las inversiones y permitir el aumento de la producción de alimentos, en particular en los países en desarrollo», concluyó.
Acompañado de su jefe de Gabinete, Guillermo Justo Chaves, el canciller Solá mantuvo en forma paralela a la Cumbre ministerial una abultada agenda de reuniones bilaterales que incluyó al secretario de Estado de los Estados Unidos de América, Antony Blinken, y a su par de Alemania, Heiko Maas. También mantuvo encuentros con sus colegas de Turquía, Mevlüt Cavusoglu; y de Arabia Saudita, Faisal Bin Farhan Al Saud; además del Alto Representante para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad de la Unión Europea, D. Josep Borrell Fontelles, entre otros.