La titular del Sindicato de Tripulantes de Cabina ATCPEA, Paula Marconi, denunció a Germán Efromovich, el CEO de Avianca, por las declaraciones “discriminatorias y deshonrosas” vertidas en las últimas horas y publicadas en el diario La Nación.
“Hace muchos años que venimos luchando por condiciones de trabajo dignas y porque se respeten los derechos fundamentales de los trabajadores y trabajadoras de esta actividad. Lo que dijo Efromovich fue un insulto y por lo tanto, exigimos que se rectifique inmediatamente, caso contrario, vamos a iniciar acciones legales ante los organismos correspondientes”, sostuvo Marconi.
Cabe recordar que el CEO de Avianca había dicho entre otras cosas que “no creemos que la diferencia en la utilidad de la compañía sea el sandwichito o el besito que estas dos azafatas le van a dar a nuestros clientes con mucho cariño”, lo que despertó las críticas de los Tripulantes de Cabina, que consideraron que “este tipo de dichos atenta contra la Ley 26485 de protección integral a las mujeres”.
el CEO de Avianca había dicho entre otras cosas que “no creemos que la diferencia en la utilidad de la compañía sea el sandwichito o el besito que estas dos azafatas le van a dar a nuestros clientes con mucho cariño”
“Es un pésimo mensaje el que reproduce. Como mínimo está incurriendo en un destrato hacia las mujeres que trabajan como Tripulantes de Cabina. Nadie trabaja de dar un beso o de ofrecer sandwichitos, como tampoco nadie elige o deja de elegir un viaje por esa razón. Las tripulantes cumplen una función fundamental de seguridad para todos los pasajeros y evidentemente Efromovich no la conoce”.
A su vez, Marconi expresó: “Exigimos que Efromovich se rectifique ya que el mensaje que dio fue desacertado. La connotación negativa del trabajo de las tripulantes de cabina va en contra de la honradez de los trabajadores y no podemos dejarlo pasar. Es un claro acto de discriminación y atropello a los derechos humanos de los trabajadores, tanto hombres como mujeres. Debería saber que en nuestro país existen leyes que protegen los derechos humanos y que él debería cumplir”.
“Esta apertura del mercado a la inversión extranjera –Continuó Marconi- evidencia la desesperación de los gobiernos provinciales que ingenuamente reciben con buenos ojos a empresas internacionales para cubrir sus demandas; incluso, ofreciendo subsidios que provienen de sus recursos empobrecidos. Al mismo tiempo, esta situación deja translucir la impericia por parte de las autoridades a cargo -la ANAC y el Ministerio de Transporte- en cuestiones de acuerdos bilaterales o en la utilización de un criterio lógico que permita pesar en la balanza, opciones que den prioridad a competidores argentinos”.
Esta apertura del mercado a la inversión extranjera evidencia la desesperación de los gobiernos provinciales que ingenuamente reciben con buenos ojos a empresas internacionales para cubrir sus demandas; incluso, ofreciendo subsidios que provienen de sus recursos empobrecidos.
“Como correlato de este proceso, se evidencia otro problema, vinculado a que la matrícula de las aeronaves responde a las leyes de su país de origen. De este modo, los países de la región no poseen normas propias que protejan a los trabajadores. La ecuación entonces es simple, cuanto menos descansan los trabajadores, más horas hombre se usan y por consiguiente, menos personal se necesita, abaratando los costos de las empresas en forma substancial. Un ejemplo de esta situación es el caso de Perú, que mediante LATAM irrumpe en el mercado argentino, beneficiando a la filial extranjera del holding en lugar de hacerlo con trabajadores de nuestro país”.
“De seguir este curso, cualquier línea aérea argentina quedará en desigualdad de condiciones no sólo en el área internacional, sino también en el mercado doméstico, ya que se permite el acceso a competidores más laxos en sus regulaciones, pudiendo así ofrecer costos que ninguna empresa aérea nacional podría sostener”, concluyó.