El cura Eduardo Lorenzo, de quien ayer se había pedido su detención, se quitó la vida en la sede de Cáritas mediante un disparo con arma de fuego. Por la noche había un fuerte dispositivo policial y de agentes de tránsito resguardando el lugar.
El párroco, que perteneció al Servicio Penitenciario, tenía una orden de detención formulada por la jueza Marcela Garmendia. Pasadas las 22 se quitó la vida en sede de Cáritas de La Plata, calle 4 entre 49 y 50.
El sacerdote -de 59 años- estaba acusado de abuso con al menos cinco menores, y su situación judicial era muy comprometida. Lorenzo estaba con licencia y no podía tener contactos con menores por lo que se encontraba alojado en la dependencia de Cáritas.