Una publicación realizada en la red social Facebook en el perfil de la empresa SUPER POLLO ubicada en la calle Zabala esquina Lerma, ciudad de Salta. Informaba que regalarían 500 cajas de pollo a comedores y merenderos barriales.Fue tal la viralización realizada de este mensaje que en cuestión de minutos la avalancha de personas, sobrepasó la capacidad de atención de clientes, cortando las calles, el tránsito y consecuentemente debió intervenir la policía para despejar la entrada del negocio que en menos de una hora quedó sin mercadería luego que la horda de convocados ingresara al local hasta arrebatar las cajas con mercadería.
Algunas personas, confundidas con los hechos, permanecían en la vereda del negocio por cientos, a la espera que la empresa entregara a quienes conducen comedores o merenderos que no pudieron acceder a ninguna donación puesto que hubo grupos con camionetas que arrebataron hasta 20 cajas de pollos.
Luego de la intervención policial y tras la el desalojo de los pocos clientes que aguardaban en el interior del local, la gente que no había logrado ningún producto, intentaban robar a quienes se retiraban con las cajas de mercadería.
En declaraciones a la prensa el propietario Gustavo Daniel Castañares, comentó que un funcionario del SENASA comenzó con una confiscación el viernes pasado y pese a haber cumplimentado con todos los documentos exigidos que probaban el estado y origen del alimento en orden, trabaron en una confiscación, la mercadería hasta la fecha de vencimiento del pollo faenado; este viernes 23 de agosto, siendo tal el margen para la venta, se presentó el veterinario de apellido Castillo del SENASA, para incautar las 500 cajas. Antes de retirarse de la planta mayorista, la gente que había leído el mensaje, entró a exigir el pollo y tras los primeros beneficiarios, ingresó un caudal de gente que tomó las instalaciones, llevándose incluso, los pollos que sí estaban reservados por la empresa para la venta. Al menos un millón y medio de pesos, sería el total de pérdida que le generó este saquero impensado a Castañares quien pese a ello, dijo sentirse apenado por el hambre del pueblo salteño «al menos hoy alguien estará comiendo un pollo con su familia» fueron sus palabras, aún en medio de la empresa con daños en oficinas y puertas de las cámaras frigoríficas.
La Infantería de la policía de Salta, había lograda calmar a la multitud pasado el medio día, consiguiendo de ese modo que los empleados se pudieran retirar a su descanso.
El propietario que aguardaba en el interior del negocio, comentó a la prensa que demandará a SENASA tras lo sucedido por el mal manejo de la situación, la inspección, la burocracia que forzó el decomiso para retirar dicha cantidad de pollos y lo que culminó con el saqueo de la totalidad del stock para la venta. «El pollo que pretendía llevarse SENASA está en buen estado y apto para el consumo. Unos 8000 kilos fueron llevados en total por la gente que sobrepasó el local y si tenemos en cuenta que de un pollo come una familia, es mucha la cantidad que hoy consumirá este producto de buena calidad»
Aparentemente el problema se habría originado con el proveedor de la faena instalada en la vecina provincia de Jujuy, pero tal lo dicho por el empresario salteño, las condiciones, los documentos y demás pruebas respaldan con tranquilidad que el pollo donado intempestivamente no tenía ninguna razón que impidiera su comercialización, salvo la tesitura de Castillo en una maniobra que el empresario dijo era sospechosa. «No sé cómo vamos a seguir con el negocio porque de aquí viven 50 familias y tenemos sucursales en Metán, Cafayate, Tartagal y otras ciudades más» decía el hombre visiblemente afectado ante lo acontecido.
Queda este comportamiento inusitado para la población de Salta, gente tranquila que por hambre ha debido recurrir a estos extremos denigrantes. Incluso se puede observar en los reportes de la prensa cómo es que al esperar ser atendidos, tapan sus rostros avergonzados de ir a recibir una donación y cómo en la desesperación de unos, les roban un pollo a otros que se retiraban con los bolsones para cocinar en los comedores infantiles. La pena que avergüenza hoy a la ciudad es ver esta imagen dolorosa de un pueblo traspasado por la miseria, la falta de fuentes laborales genuinas, afectados por lo inalcanzable del precio que tienen los alimentos básicos, la suspensión de los subsidios sociales como las Asignaciones Universales, entre muchas medidas económicas aplicadas por el gobierno nacional que destruyen a sociedades como las norteñas.
Fuente: Hola Salta y QPS. incluidas las imágenes.-
