Comienza el octavo mes del año electoral, Juan Urtubey está de gira propagandística con Consenso Federal y en la provincia, el conflicto docente fue agravado desde un decreto que él dejara firmado, determinando piso y techo de un aumento salarial e impidiendo que se discutieran titularizaciones, entre otros ítems de mejoras en las condiciones de trabajo.
La ciudadanía no llega a comprender por qué la indiferencia del mandatario que ambiciona llegar a la Rosada desde el 2011 año-también electoral- que decidió comenzar públicamente una cadena de desprestigio contra la por entonces, presidente de la Nación, Cristina Fernández de Kirchner, a quien en reiteradas oportunidades atacó mediáticamente argumentando que ella debía retirarse de la política.
Urtubey comenzó a forjar un acercamiento al macrismo, para cuando en el 2015 se votó en los distritos más grande, en ese sentido, en Salta se mantenía el voto fiel al modelo nacional y popular, al punto de representar una derrota en Capital para el entonces re electo gobernador, quien felicitado por el kirchnerismo, reiteraba su díscola posición con respecto a quienes habían sido de su agrado hasta varias remesas atrás en el tiempo.
La docencia cobraba el incentivo, tenía un salario que siempre debe ser mejorado por los requerimientos de un oficio que tiene sus particularidades y que como espacio político social, tiende más al conservadurismo que al progresismo marcado por Paulo Freire; el educador y revolucionario de Brasil. No obstante, Urtubey, utilizaba como grupo de promoción política a la gremial docente con mayor cantidad de afiliados, ADP, hasta que esto no lo pudo sostener, entonces de la noche a la mañana la Agremiación, apareció con un conflicto interno grave, intervenida y su secretaria general -que ya no contaba con las bendiciones del oficialismo provincial- expulsada. Surgió como un emergente de la necesidad y crisis de representación sindical, la Asamblea de Docentes Autoconvocados en la Plaza 9 de Julio, con las protestas genuinas no negociables con el Gobierno de Urtubey, la exposición de las irregularidades administrativas para la carrera docente, las falencias estructurales del Ministerio de Educación y la baja del presupuesto que se destinaba al área se hice sentir en el contexto de una política financista de nivel nacional.
A hoy cabe mirar los rincones del interior profundo en Salta, áreas como el Chaco Salteño que además de estar históricamente en la periferia de lo social, económico y político, tal el padecimiento de las comunidades originarias, muestran un deterioro de su estructura notable y alarmante, cuya caja de resonancia siempre será la escuela pública; porque en lugares como Rivadavia Banda Sur, Santa Victoria Este y otros pueblos de la selvática región atacada por la explotación territorial de la soja y vulnerada por el narcotráfico y la trata de personas, los baños escolares son letrinas, la atención médica no existe y el hambre viene con enfermedades como el Chagas, la Tuberculosis, el Dengue, la Leishmaniasis, entre otras.
Así se puede comprender por qué la docencia en Salta acampa en la turística plaza de la ciudad neocolonial, corta el acceso de la ruta que le da la bienvenida al turista, cierra las escuelas más grandes de la urbe capitalina y deja de cumplir por un mes, la tarea de comedores familiares además de centros educativos. Por donde se recorra un tramo del territorio norteño, la pobreza será encontrada en la mal nutrición de niños y adultos por igual, con el agravante que se delega todas las tareas de contención de la pobreza en las estructuras educativas con trabajadores y trabajadoras con sus propias angustias a cuestas como la de no poder solventar a sus propias familias y ni afrontar las demandas de sus propios hijos.
La oligarquía ve en esa realidad del pobre, una postal del costumbrismo, por lo que para Urtubey y su clan familiar, somos parte del paisaje. Entonces, no hay nada por qué luchar, mejorar o revertir, menos aún la miseria. Cabe con esto mencionar cuando el gobernador le dice a los trabajadores de vialidad: «esto siempre fue así» ante el reclamo de mejoras salariales. Ésa estructura de pensamiento es el común denominador de las élites feudalistas en Argentina, no cambian nada sólo su pacto con el poder económico por la plata fácil, la que resulta de explotar al pobre.
El rol del Banco MACRO, que tiene como cliente cautivo al empleado público no es un dato menor, dado que los docentes representan el mayor ingreso a sus cuentas, al sistema financiero de préstamos, los que echan a andar la rueda porque no pueden elegir cobrar en otra entidad que no sea esta que reemplaza a la banca provincial que privatizó Juan Carlos Romero cuando ocupó la gobernación, en los 90’s y un más joven Urtubey ya lo acompañaba manejando Prensa oficial. Nada de lo sucedido en los últimos 24 años en Salta es ajeno a las decisiones impartidas por ambos políticos, sino por el contrario, los tuvo siempre amañados al manejo de: fondos públicos, territorios fiscales y recursos hídricos, además de los mineros.
A una semana para las Primarias en el país, Salta encuentra a sus docentes protestando por un decreto unilateral con migajas que se licuan con la hiperinflación existente, la suba de tarifas, la inaccesibilidad alimentaria, entre todo lo que nos aqueja en el resto del país con el mandato macrista. Ya hubo represión, intimidaciones, marchas, asambleas, negociaciones, amenazas de descuento y todo lo que se imagine en la matriz de la oligarquía para aleccionar al trabajador.
Las elecciones requieren escuelas abiertas, directivos supervisando, docentes en esa maquinaria electoral, que al parecer no le importa sea un caos con vistas al 11 de agosto, la boleta única electrónica y la urna de cartón, no intimidan a un Urtubey en gira política, para él Salta, la provincia, es el molesto patio trasero de sus ambiciones personales.
- Los videos pertenecen a una fundación que los viralizó y por ello, la maestra fue obligada a dar explicaciones por escrito y corre riesgo de recaerle una sanción disciplinaria ministerial en su legajo.