Rodríguez Larreta y empresas de gas, contra los niños de CABA
Hay por lo menos 75 escuelas de la Ciudad de Buenos Aires sin calefacción. Rodríguez Larreta y Soledad Acuña, “secretaria de Educación”, y empresas proveedoras de gas son responsables directos del drama. Además, está el Enargas, responsable aparente del control que, hasta el momento, brilla por su ausencia en el conflicto.
Escribe Alejandro C. Tarruella
Irresponsables corporativos
Acuña, la alumna que estudió con Priebke en Bariloche, pide que los niños vayan con mantas a las escuelas para acostumbrarse a sufrir los rigores del frío que desconoce la susodicha. El gobierno de CABA no se hace cargo del drama de miles de familias porteñas que ven sufrir a sus niños y comienzan a rebelarse a enviar a los niños con riesgo de Covid por las políticas de Rodríguez Larreta y el frío que transmite Acuña. “Todos son buenos amigos pero el poncho no aparece”.
El gobierno local no fue sorprendido por el problema. El 18 de junio UTE, el gremio docente de CABA, sostenía que “La presencialidad actual es forzada y ficticia. Hasta el viernes era del 18% y esta semana está bajando por el factor frío”, y señalaban que el distrito 19, era uno de los más perjudicados por la falta de calefacción. Especificaba que en la Villa 31, los docentes pedían que se donaran abrigos mientras docentes y alumnos se descompensaban por el clima y debían ser atendidos. Rodríguez Larreta, en tanto, pregonaba las ventajas de la presencialidad sin atención de los sectores más vulnerables.
Denunciaban asimismo, que ese distrito era uno de los más afectados por la desatención en la calefacción, en particular en Villa Soldati. El sindicato Ademys señalaba que, en esa semana, no hubo calefacción en las escuelas 4, 12, 17, 18 y 19, tampoco en la Media 1 del distrito 12 y la escuela Julio Cortázar. La Unión de Trabajadores de la Educación (UTE), agregó a su mención de carencias, la Escuela 20 del 19, allí no funcionaba la caldera. En otro punto de la ciudad, “en la 24 del 14 –en La Paternal- no encienden la caldera, ayer los docentes salieron enfermos de frío”.
“Hay una presión muy fuerte de los supervisores -o en este caso en el Distrito 19- para que no se suspendan las clases. Y si se suspenden igual obligan a trabajadores a estar en un espacio sin calefacción. Con dos grados. Cuando la reglamentación no dice eso: no discrimina a alumnos y docentes. No tenemos un relevamiento exacto pero sí información de muchas escuelas, en la mía estamos en asamblea para ver qué acciones hacer”, contó Jorge Adaro, sindicalista de Ademys que es docente en la escuela 19, a Luciana Rosende, de Tiempo Argentino.
El drama se agigantó esta semana porque el gobierno de la Ciudad no atiende a los barrios más pobres con el rigor que exigen sus demandas el intenso frío. Y en la presente semana las cosas se pusieron más difíciles. En Boedo, distrito de sectores medios, la escuela y jardín de infantes Torcuato de Alvear, Mariano Boedo, sufría problemas semejantes y se pedía a los alumnos concurrir con mantas. “Dentro de poco van a pedir que los niños vayan a la escuela y lleven estufas y calefactores”, se quejaba una madre antes de que se repusiera el servicio en días recientes.
Acuña: “¡a las mantas!”
El gobierno de Rodríguez Larreta sabe hace más de dos semanas que tiene este problema. Sin embargo, como quien llama en un buque que se hunde ¡A los botes!, la responsable de Educación de la ciudad, llamó a los padres “¡A las mantas!”, en lugar de reparar estufas y calefactores. La antigua táctica de “yo mando pero vos hacete cargo y si hay un problema es tuyo”, vuelve como una muletilla en la falsa gestión de los funcionarios.
Acuña comunicó “queremos contarles algunas sugerencias” para que entiendan las familias de los alumnos una carta en que recomienda para el frío de los otros, que concurran provistos de buzos y suéteres, y agregó una manta. Los gremios docentes estallaron. Refería además medidas a adoptar, entre ellas que “la calefacción estará encendida en forma permanente” y que se “propondrán actividades pedagógicas que involucren movimiento”. Parecía una cargada, ¿cómo iban a encender la calefacción los atribulados docentes si la calefacción no funcionaba? Elemental, Acuña. ¿Se referiría en su ridícula nota a activar el movimiento peronista para generar calor? Los docentes no lo creen.
En declaraciones a Télam Radio, Angélica Graciano, secretaria general de UTE-Ctera, consideró que el Gobierno de CABA «banaliza algo que tiene que ver con el padecimiento, como es pasar frío y no tener algo caliente para tomar» en las escuelas. De ahí que Paula Penacca, diputada nacional del Frente de Todos, cuestionó el comunicado de Soledad Acuña: “tanto cinismo ya roza lo ridículo”, sostuvo. Graciano detalló que “Hace más de dos meses que venimos reclamando al Gobierno de la Ciudad la revisión no solo de los protocolos en el caso del frío para que se suspendan las clases en donde no hay calefacción, el pase a la virtualidad y que se respete el acuerdo del Consejo Federal de Educación referido a la tasa de incidencia, que en Buenos Aires es superior a 500”.
Este lunes, hubo un frazadaso frente a la escuela Rosario Vera Peñaloza, en Pringles al 1100. Pablo Francisco, de UTE, expresó que existe “un gran número de escuelas que no pueden garantizar la calefacción, algunas por falta de mantenimiento y otras por problemas con Metrogas: porque no se han pagado las boletas correspondientes”. Aquí los legisladores deberían establecer si corresponde que las corporaciones corten un servicio público en pandemia. El Enargas debe responder. La presión de los padres y los gremios precisa ahora del acompañamiento de legisladores para lograr que el gobierno de Rodríguez Larreta asuma las responsabilidades que debe afrontar.