RESTAURANTE DESPACHÓ COMIDA MIENTRAS MANTENÍA UN CADÁVER HUMANO

El fallecimiento de un empleado no fue reportado en el momento del deceso y atendió a quienes concurrieron a comer en el lugar.

Lo hizo por determinación y orden del empresario identificado como Julio Camsen, adherente libertario, quien pese a constatar que su empleado había muerto durante el intenso trabajo del restaurante, exigió a los demás empleados del local, seguir despachando comida y atendiendo las meses, mientras el cadáver continuaba allí.

Sin dar parte a la policía, ni solicitar la asistencia médica correspondiente Camsen siguió vendiendo como si nada hubiera sucedido, con el agravante que dio de comer a su clientela del restaurante LA CABRERA, con el fallecido dentro del local donde se elaboraron cientos de platos de comida.

Como si fuera un episodio de canibalismo, además, obligó al personal a ignorar a la víctima del luctuoso suceso para seguir atendiendo a los comensales que ignoraban la cruenta situación que se desarrollaba tras las puertas de la cocina de este local comercial.

Una pérdida total de los mores, costumbres y medidas sanitarias básicas correspondientes a un suceso como el narrado por los propios trabajadores amenazados por Camsen.

«Murió un empleado de un restaurante de Mendoza, llamado La Cabrera en el hotel Hualta. El empresario y dueño del hotel, Julio Camsen, habría dado la orden de seguir trabajando a pesar que el cuerpo del trabajador permanecía en el lugar. El argumento era que estaban «en hora pico».

Los testimonios son terribles. Mientras los médicos intentaban realizar maniobras de reanimación al parrillero que perdía su vida, sus compañeros continuaban trabajando con las actividades habituales del restaurante.

Todo siguió como si nada había pasado y mientras nuestro compañero estaba muerto», relató un empleado que prefirió no dar su nombre.

La jornada del día terminó con normalidad y los trabajadores permanecieron en sus puestos junto al cuerpo de su compañero hasta aproximadamente la una de la mañana cuando llegó una ambulancia y finalmente fue retirado.

El establecimiento reabrió este miércoles sus puertas como de costumbre, sin contemplar medidas especiales para el personal que vivió esta dolorosa experiencia.» Publicaron en redes el atroz hecho que marca un antes y un después en cuanto comportamientos sociales en el país trazado por el caos institucional del gobierno libertario.

El Hotel Hualta, en cuyo complejo funciona el restaurante, pertenece a la franquicia Hilton en Mendoza.

EL EMPRESARIO

Publicado por elsindical.com.ar, se detalló que «Julio Rodolfo Camsen, CUIT: 20-12053063-2 es el fundador del Grupo Huentala, dedicado al sector financiero y fintech a través de Chimpay y Ohana; vitivinícola y gastronómico con Huentala Wines, Rastro By Huentala Wines y La Cabrera; y también, en la industria de la hospitalidad y del entretenimiento con los hoteles Sheraton Mendoza Hotel & Cosmo Casino, Huentala Hotel y Hualta Winery Hotel Mendoza Curio Collection by Hilton. Los tres hoteles se ubican en el KM cero de la Ciudad de Mendoza y están conectados entre sí, convirtiéndose en un distrito de Arte, Vino y Gastronomía y en el polo hotelero más importante del interior del país con 350 habitaciones.

Fue en Hualta Hotel Mendoza donde está el restaurante La Cabrera, dónde falleció el parrillero y el tipo obligó a que sigan trabajando con el empleado muerto en la cocina porque era horario pico.

Julio Camsen, empresario hotelero, de las finanzas y el vino se siente cómodo definiendo su agrado por el gobierno libertario y lo expresó en una frase: «Me gusta lo que hace Milei»
En 25 años, Julio Camsen abrió 3 hoteles (uno con casino y otro con bodega en el Km 0), hace vinos premiados y se potencia en el mundo de las finanzas, donde se inició.

A pesar de la conmoción, los compañeros del trabajador denunciaron que fueron obligados a continuar con sus tareas habituales, incluso mientras el cuerpo permanecía en el lugar.

Testigos indicaron que se llamó de inmediato al 911, y un equipo médico intentó realizar maniobras de resucitación cardiopulmonar (RCP) sobre la víctima, pero lamentablemente no lograron reanimarlo.
Los trabajadores expresaron su repudio hacia la actitud del establecimiento, que decidió mantener el restaurante funcionando con normalidad tras la tragedia.
Según indicaron, no se les permitió interrumpir sus labores, ni asistir al velatorio o sepelio del compañero fallecido. Además, La Cabrera abrió sus puertas al día siguiente como si nada hubiera ocurrido, sin ofrecer un comunicado oficial sobre el suceso.»

El periodista Marcelo Ricardo Hawrylciw publica:

«Algo sobre La Cabrera

“La Cabrera es el mismo restaurante en todas sus franquicias. Donde vayas y encuentras La Cabrera recibe lo mismo” asegura Claudio Fraga. La Cabrera apunta a un segmento determinado con un 80% de consumidores provenientes del turismo, por lo que la elección de Mendoza se basa en su valoración y fluidez turista. Sin embargo, esta firma cuenta con 30 franquicias nacionales e internacionales entre ellas: Buenos Aires, CityBell, La Plata, Aeropuertos, Palermo, Jujuy, Salta, Chile, Paraguay, Perú, Colombia, México, Madrid, Miami, Barcelona, Málaga y Filipinas, además de los tres que se suman este año; dos en Miami y uno más en Cartajena.

Más sobre Julio Camsen

La ambición por el dinero demostrada por el empresario lo ha llevado a ganarse el apodo de «el cuevero» y esta estructura de negocios donde se asocian empresarios locales con franquicias internacionales se vinculan a trabajo mal registrado, explotación laboral y condiciones desfavorables de los trabajadores, el hecho denunciado por los trabajadores así lo confirman, si el tipo no se conmueve por la muerte de un empleado y prioriza la recaudación, nada hace suponer una conducta justa.

También hay varias empresas y cadenas en la mira de la justicia asociadas a franquicias por evasión fiscal y algunos negocios poco transparentes en Europa.

El periodista Christian Sanz, en un artículo sobre Mined, lo vincula directamente al empresario y sus socios con una estafa piramidal.

El tiempo y quizás alguna vez la justicia nos dirá qué clase de empresario es Julio Camsen, hoy los hechos nos muestran una persona reprochable, que debería tener una costosa demanda por parte de los deudos del fallecido y que si no tiene respeto por las personas, la próxima vez piense que su ambición tiene un costo económico, una vida no es algo gratis.»