¿Quién es el ex carapintada que manejará la Aduana?
Juan José Gómez Centurión fue el elegido para estar al frente de la Dirección General de Aduana (DGA). Se trata de un ex carapintada, funcionario porteño del PRO desde hace tres años. Macri lo designó al frente de la Agencia Gubernamental de Control (AGC) en octubre de 2012, y sonaba como posible ministro de Defensa.
El titular de la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP), Alberto Abad, puso en funciones como nuevo director de la Dirección General de Aduana (DGA) a Juan José Gómez Centurión, ex carapintada que participó de los levantamientos de Semana Santa, en abril de 1987, y de Monte Caseros, en enero de 1988, contra el gobierno de Raúl Alfonsín.
Durante su gestión en la AGC, organismo sobre el que pesan múltiples denuncias por irregularidades, cobro de sobornos e incumplimientos de deberes, hizo varios operativos contra la trata de personas y talleres clandestinos que le valieron la felicitación de la entonces vicejefa de Gobierno, María Eugenia Vidal y le dieron cierta visibilidad en los medios.
Aunque también cobró notoriedad cuando el padre de uno de los bomberos de Iron Mountain denunció haber recibido amenazas suyas.
Juan José Gómez Centurión, entonces titular de la Agencia Gubernamental de Control porteña, debía controlar el depósito en Barracas donde murieron diez bomberos aplastados por una pared mientras combatían las llamas.
En esa ocasión, el diputado por el MST, Alejandro Bodart, entre otros, repudió las amenazas y destacó: “Gómez Centurión es uno de los personajes negros del gobierno porteño: él desmontó todos los controles en relación a las habilitaciones y permitió que Iron Mountain siga funcionando a pesar de los pedidos de inhabilitación, además de que se perdieron los expedientes».
En otras ocasiones oportunidades, peritos verificadores de la AGC le mandaron notas advirtiéndole sobre irregularidades en la supervisión de obras que nunca respondió, y en la ciudad de Buenos Aires se siguieron cayendo medianeras y ascensores.
Cuando su nombre sonó para conducir el ministerio de Defensa el rechazo no tardó en llegar: desde el propio radicalismo aseguraron que ese eventual nombramiento era preocupante.
«Nos preocupa que las políticas de Defensa de Cambiemos estén a cargo de un ex carapintada que se alzó contra la democracia en la transición. Los radicales debemos acompañar alianzas definidas por el partido, pero no callar nuestras discrepancias ni apoyar lo que no compartimos», escribió el diputado de la UCR, Ricardo Alfonsín, en su cuenta de Twitter.
El senador radical, Eugenio Nito Artaza dijo en ese momento: «Por suerte Macri no llega a la segunda vuelta, y nos salvamos de tener un ministro de Defensa carapintada golpista».
Margarita Stolbizer, remarcó a su vez que «proponer al carapintada Gómez Centurión como ministro de Defensa es un insulto a la democracia».
A su turno, Agustín Rossi, se había sumado al repudio: «No sólo es preocupante que Macri quiera a un carapintada como ministro. Es una enorme involución en términos institucionales. Pero lo más extraño es que Jaunarena esté con un carapintada, que estaba en el Ministerio de Defensa durante los levantamientos militares. Esto demuestra que algunos dirigentes de la UCR están sin brújula y sufren de síndrome de Estocolmo”.
El 8 de marzo de 1976, 16 días antes del golpe de Estado, Centurión ingresó al Colegio Militar, del que egresó como subteniente en diciembre de 1979.
Por su desempeño en la Guerra de Malvinas al frente de una compañía del Regimiento Nº 25 recibió la Cruz al Heroico Valor en Combate en la batalla de Darwin.
En su curriculum se presenta como «paracaidista y comando, veterano de la guerra».Tuvo a su cargo a 48 hombres en el archipiélago, cumplió los 24 años en las Islas y regresó detenido después de la rendición. Continuó su carrera militar hasta los 49, cuando se retiró con el grado de mayor.
En Semana Santa de 1987 se plegó al levantamiento carapintada liderado por Aldo Rico y al de Seineldín en diciembre de 1988, cuando ocupó un cuartel de Villa Martelli.
Varios años después, en 2004, presentó el libro La Argentina indefensa, del escritor Rodolfo Balmaceda, con el ex capitán carapintada Gustavo Breide Obeid, presidente del Partido de la Reconstrucción Nacional, en la librería Marista de Callao 224. Breid Obeid encabezó con Rico el levantamiento de 1987 y estuvo en la reunión donde Alfonsín exigió la rendición en Campo de Mayo. Luego, fue detenido, procesado y puesto en disponibilidad hasta que Carlos Menem lo indultó en 1989.
Consultado en alguna oportunidad, Gómez Centurión admitió haber respondido a Aldo Rico en aquella Semana Santa y reconoció que Mohamed Alí Seineldín fue su primer jefe. Sobre su actuación en ese suceso evaluó: “Son procesos históricos. Vivimos una posguerra muy compleja desde el 82 hasta La Tablada. Cuando se mira a la distancia fue un movimiento interno gremial. El planteo era al Ejército y no al Gobierno”.
Tras retirarse del Ejército pasó por una empresa de marketing, el Banco Velox (como gerente de Prevención de Ilícitos Bancarios), Cencosud, una de las principales cadenas de supermercados de la región (ocupó la gerencia de Prevención de Riesgos) y la cadena Jumbo (llegó a la gerencia de Recursos Humanos). En 2012 asumió como director de la Agencia de Control Comunal porteña.