Protestas y reclamos de estudiantes y docentes en la inauguración de la 44° feria del Libro

La escritora Claudia Piñeiro defendió la importancia de los institutos de formación docente y se refirió a la crisis que atraviesa el sector editorial. Mientras, el Ministro Avelluto acusaba a los estudiantes de “intolerantes y fascistas”.

Hugo Gulman

Más de cien estudiantes de los diferentes profesorados porteños protestaron ayer durante la inauguración oficial de la 44° Feria del libro.

La primera alocución estuvo a cargo del presidente de la Fundación El Libro, Martín Gremmelspacher, y le siguió uno de los invitados extranjeros: el director de Artes y Letras de la Intendencia de Montevideo, Juan Canessa.

De acuerdo al protocolo estaba previsto que el tercer orador fuera el ministro de Cultura de la Ciudad de Buenos Aires, Enrique Avogadro. Fue en ese momento cuando un centenar de estudiantes de los profesorados de la ciudad comenzaron a expresar con cánticos su rechazo al programa UNICABA.

Los jóvenes, que portaban banderas, carteles y, algunos de ellos, máscaras, no traspasaron la línea en la que estaban ubicados, aproximadamente en la mitad del salón. Durante más de 15 minutos sostuvieron la protesta, razón por la cual el funcionario porteño optó por bajar del escenario, actitud que desordenó el protocolo, ya que a pesar de los intentos los estudiantes no callaban; por el contrario, aumentaban cada vez más la energía de sus cantos y reclamos.

Con la intención de apaciguar los ánimos, los organizadores improvisaron un nuevo protocolo y dieron la palabra a la escritora invitada, Claudia Piñeiro, quien para sorpresa de todos comenzó su alocución en sintonía con la protesta, marcando expresamente su oposición al proyecto oficial y narrando que cursó el profesorado de matemáticas en los institutos de formación. A lo largo de su discurso la escritora respaldó taxativamente el reclamo de los estudiantes y pidió a la organización que fueran invitados a hablar.

Ya desarmado por completo el protocolo previsto los organizadores asignaron el turno al Ministro de Cultura de la Nación, Pablo Avelluto. En medio de los cantitos y silbidos, los estudiantes se fueron acercando al escenario, momento en que el ministro aprovechó para acusarlos de “intolerantes y fascistas”.

En medio de abucheos, uno de los jóvenes subió al escenario, y ante la vista espantada de la seguridad, Avellluto le ofreció hacer su planteo. El joven pidió apoyo y comprensión, destacando que en un documento de dos páginas y una exposición de quince minutos se quiere cambiar el sistema educativo y eliminar los Institutos de Formación Docente de CABA. Además, exigió que las autoridades respeten y convoquen a los veintinueve rectores, ya que desde todos los sectores, incluída la Iglesia, se pidió que retiren el proyecto, ya que “este proyecto miente”, señaló.

Fue allí cuando el ministro se retiró por un lateral y sus asesores lo acompañaron para hasta una puerta trasera del salón.

Ese fue otro momento de tensión para los organizadores ya que la locutora insistía ante las desorientadas autoridades que se debía dejar inaugurada la feria y Gremmelspacher no lo consideró oportuno. Pero dada la insistencia por cortar la cinta, accedió a la formalidad junto con el visitante uruguayo, que no comprendía lo que estaba sucediendo.

Mientras seguían los reclamos de los estudiantes, la locutora logró anunciar que quedaba inaugurada la feria, tanto los referentes de la Fundacion El Libro y Juan Canessa posaron para las fotos, desataron el moño y bajaron raudos y desesperados del escenario.